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En la mañana del lunes 14 de agosto de 1944, el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos Francisco Franco, presidía la imposición, a los alumnos y ex alumnos de la Escuela de Formación Falangista “Santiago Apóstol” de un emblema creado y diseñado para uso de todos los que habían pasado por dicho centro de estudios. El emblema consistía en una cruz de Santiago, en color rojo. Sobre ella en tamaño menor, llevaba una concha jacobea plateada y encima el yugo y las Hechas de la Falange, también en color rojo. Circundando la cruz, una orla en azul con una inscripción que decía: “Escuela de Formación Falangista Santiago Apóstol”.
El solemne acto tuvo lugar en la referida Escuela de Formación, instalada en la finca “ El Grajal”, cerca del pueblo de San Pedro de Nos, enclavado en el municipio de Oleiros que distaba de la ciudad de la Coruña unos doce kilómetros.
Desde los primeros instantes de la mañana en la finca se comenzaron a concentrar los ex alumnos procedentes de diversos puntos de la región, entre los que se encontraban la mayoría da los alcaldes de los Ayuntamientos de la provincia, así como varias centurias del Frente de Juventudes y de las Falanges Juveniles de Franco, llegadas desde La Coruña.
Junto a ellos formaron los jefes provinciales del Servicio Español del Magisterio en toda España, que, presididos por el jefe central del S.E.M. y jefe nacional de Deportes de la Falange, Gutiérrez del Castillo, se encontraban en esos momentos en la escuela desarrollando un curso de formación e información sobre temas del Magisterio y los jefes de las dieciocho promociones de la Escuela.
En la entrada de la Escuela esperaban la llegada de Caudillo el capitán general de la Octava región, Teniente General José de Los Arcos Fernández; Gobernador Militar de La Coruña, General Coll Fuster; gobernador civil, señor Aspe Vaamonde; jefe provincial del Movimiento y consejero nacional de la Falange, Diego Salas Pombo; el alcalde de La Coruña, Luis Vázquez Pena; presidente de ¡a Diputación Provincial, Emilio Romay; el fiscal jefe de la Audiencia Territorial, señor Alcántara; el jefe central del Servicio Español de Magisterio, Gutiérrez de! Castillo; el director de la Escuela y delegado provincial de Educación; Miguel de los Santos Reyero; delegado provincial de Trabajo y jefe de estudios dé la Escuela, Zelada, así como autoridades, delegados y secretarios provinciales de Servicios, mandos de la Sección Femenina, Vieja Guardia, representaciones oficiales, militares y civiles,
1944. Escuela de Formación Falangista “Santiago Apóstol” en la finca “El Grajal” en Oleiros. La Coruña.
Tanto en la puerta principal de la Escuela, como en el jardín se hallaban cubriendo carrera, militantes del Frente de Juventudes, de las Falanges Juveniles de Franco, que portaban banderas nacionales y del Movimiento. En la finca se habían colocado numerosos carteles con los retratos del Caudillo Franco y de José Antonio primo de Rivera. Un estrado con un gran dosel de raso azul, adornado profusamente con los colores Nacionales y de las banderas de Falange Española y Comunión Tradicionalista, se había colocado en el centro de los amplios jardines de la finca
Allí se situaría para presidir el acto el Generalísimo Franco, quien llegaría al Grajal pasadas las doce y cuarto del mediodía, siendo recibido con enorme entusiasmo y fervor por todos los presentes que prorrumpieron en incesantes gritos de ¡Franco, Franco, Franco!, voces de ¡Arriba España! y vítores a la Falange, mientras que los jóvenes escuadristas del Frente de Juventudes y Falanges Juveniles de Franco, agitaban sus boinas en el aire.
El Caudillo de España vestía uniforme blanco de Jefe nacional de la Falange, con camisa azul, y ostentaba la Cruz Laureada de San Fernando. Le acompañaban los de sus Casa Militar Teniente General Muñoz Grandes y señor Muñoz Aguilar, respectivamente, y los ayudantes de servicio.
El Caudillo correspondió saludando sonriente y brazo en alto, a las aclamaciones que se le tributaban, saludando una a una at odas a las autoridades y jerarquías que le esperaban.
El Caudillo de seguido, pasó al interior de la Escuela para girar una minuciosa visita a sus dependencias y servicios. En el recorrido por la escuela el jefe provincial del Movimiento de la Coruña, Diego Salas Pombo explicó detenidamente al Caudillo el funcionamiento del establecimiento de enseñanza, informándole sobre las características y variedad de todos los cursos celebrados desde su inauguración.
1944 Emblema Escuela Falangista “Santiago Apóstol”
La Escuela de Formación falangista «Santiago Apóstol» había sido creada por la Jefatura provincial del Movimiento la Coruña, abriendo su puertas y actividades el 1 de abril de 1943. Respondía al deseo de formar en ella a los mandos menores y autoridades de carácter local y provincial, mediante cursos especiales de corta duración que se desarrollaban con profesorado y planes de enseñanza específica en cada caso, con sujeción a programas determinados. Era la única de su clase que funcionaba en España y por ella habían pasado ya la totalidad de mandos provinciales y locales de La Coruña, mandos sindicales, un gran número de alcaldes, secretarios de Ayuntamiento, maestros nacionales, corresponsales de Previsión social y jueces municipales, entre otros.
El Jefe Provincia Diego Salas puso de relieve ante el Caudillo la transcendencia práctica de la labor realizada, destacando la importancia de algunos cursos, tales como los de Política y Justicia municipal, celebrado este último en colaboración con la Audiencia Territorial, que aportó el profesorado técnico.
Tras ello el Gobernador Civil de la Provincia manifestó al Jefe del estado el excelente trabajo realizado por la Escuela de mandos, que había logrado con sus cursos, una gran mejora en la marcha de los servicios de la provincia.
Hasta esa visita del Caudillo de España por la escuela habían pasado más de 600 alumnos divididos en 18 promociones. El número de profesores que trabajaron en ella ascendía a 98, reclutados entre mandos del Movimiento, y personal técnico de toda la provincia más capacitado y en contacto con cada especialidad, debiendo destacarse, entre otras, la colaboración del Instituto Nacional de Previsión, la de los ingenieros agrónomos, y la de los altos funcionarios de las Corporaciones municipal y provincial,
Finalizada la visita, el Caudillo salió a los jardines del Grajal, donde se reprodujeron las muestras de fervor y entusiasmo hacia la figura del Generalísimo Franco. Este pasó a ocupar el estrado presidencial y de inmediatamente dio comienzo la imposición de insignias.
En primer lugar, el director de la Escuela, Reyero, hizo entrega al Generalísimo de las insignias que las dieciocho promociones del Centro dedicaban al jefe provincial del Movimiento, organizador y primer director de la Escuela, rogando al Caudillo que él se las entregase. El Caudillo Impuso el emblema a Diego Salas y después hizo lo mismo con Gutiérrez del Castillo, Reyero y Zelada. A continuación Franco impuso las insignias a los jefes de las dieciocho promociones,
1944. El Caudillo de España, Francisco Franco, dirige unas palabras a los alumnos de la Escuela de Mandos Falangistas “Santiago Apóstol “en la finca “El Grajal” en Oleiros (La Coruña).
Acto seguido, el Caudillo pronunció una vibrante alocución, exhortando a los cursillistas a llevar a los distintos pueblos y aldeas el espíritu de la Escuela, con la inquietud y anhelos para las mejoras en el orden social, cultural y económico, características del Movimiento Nacional, para las que les prometió su apoyo decidido. El final de las palabras del Caudillo, fueron ahogadas por una cerrada y prolongada ovación y gritos de ¡Franco! ¡Franco!
De seguido el Jefe Central del Servicio Español de Magisterio, Gutiérrez del Castillo, presento al Caudillo Franco a los jefes provinciales del Servicio Español de Magisterio, a quienes Franco estrechó la mano. Gutiérrez del Castillo entrego al Caudillo un memorando conteniendo las conclusiones elaboradas durante el curso de los jefes provinciales del S.E.M., y que se relacionaban con trascendentales problemas del Magisterio español.
En la parte exterior trasera del edificio, llamada “Paseo de los Tilos”, se sirvió un refresco en honor del Jefe del Estado, el cual brindó por los éxitos de la Escuela.
Pasaban algo más de la una y media de la tarde cuando el Generalísimo Franco, abandonó la Escuela de Formación Falangista “Santiago Apóstol”, rodeado por todos los militantes del Frente de Juventudes, Falanges Juveniles y alumnos de la Escuela que le tributaron una despedida entusiastica, con gritos de ¡Franco, Franco, Franco!, ¡Falange!, voces de ¡Arriba España! y vítores al Caudillo, que le acompañarían hasta el vehículo oficial situado en la puerta de la Escuela.
El Caudillo respondió a las aclamaciones saludando brazo en alto y visiblemente emocionado por el impresionante homenaje de afecto de que era objeto.
Mucho público situado en la carretera, ante la puerta de acceso a la Escuela, se sumó a la gran despedida al Caudillo de España, que emprendió de seguido, rodeado de su escolta, viaje hacia su residencia veraniega del Pazo de Meirás.
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