24/11/2024 11:06
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El comandante “Maduro Sánchez y el subcomandante “Marcos Iglesias”, del gobierno bolivariano de España, están que se salen.

No solamente han decretado la prisión provisional domiciliaria, extrajudicial, meramente gubernativa, usando y abusando de unas facultades de las que carecen, para lo cual haría falta la declaración del estado de excepción por el Congreso de los Diputados, sino que ahora pretenden “hacer frente al impacto económico y social del COVID-19”, para lo cual bastaría con su dimisión y la convocatoria de elecciones generales…

Pero como esta gentuza aspiran a quedarse permanentemente en el poder, e instaurar un nuevo régimen republicado, con la patada en el culo al Borbón “sobrante”, y ambos ocupando la presidencia de la república y la del gobierno, alternativamente, aunque es evidente que Iglesias apuñará a Sánchez, y solo es cuestión de tiempo, ahora siguen engañándonos como a bobos que somos.

Vamos a explicar su penúltima mentira, el cuento de los 200.000 millones de euros para “reactivar” la economía, a virtud del Real Decreto-Ley 8/2020, de 17 de marzo, BOE del 18.

El artículo 29 establece la “Aprobación de una Línea para la cobertura por cuenta del Estado de la financiación otorgada por entidades financieras a empresas y autónomos”, y que se van a “aportar” 100.000 millones de euros…, pero es mentira.

Lo que dice textualmente el núm. 2 del citado artículo es que “se podrá conceder avales por un importe máximo de 100.000 millones de euros».

Todos sabemos, o deberíamos saber, que no es lo mismo dinero en efectivo que un aval, y creo que el asunto no necesita mayores explicaciones. De cualquier forma, si acudimos al Diccionario del español jurídico de la Real Academia Española, acepción tercera, un aval es la “Garantía mediante la cual la Administración General del Estado puede afianzar las obligaciones derivadas de operaciones de crédito concertadas en el interior o exterior, por personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, (Ley General Presupuestaria 47/2003, art. 113, 1).

Para el economista Gay de Liébana “¡200.000 millones de euros moviliza el Gobierno! Eso de movilizar no es lo mismo que pagar… ¿Y cómo es esa movilización? Pues de los 200.000 millones, 100.000 en avales públicos de préstamos que conceda la banca, que es la primera que se rasca el bolsillo, esa a la que alguna facción gubernamental quiere triturar a impuestos. 83.000 millones de euros, será una movilización de recursos del sector privado, esto es, que serán empresas privadas y no públicas, las que apechugarán con la carga de poner ese dinero en nuestra economía… El resto hasta completar los 200.000 millones de euros, que son 17.000 millones, serán las ayudas directas del Estado hacia la economía, que obviamente constituirán más gasto público, que no esfuerzo, más deuda pública y, en consecuencia, lo acabaremos pagando a escote…”.

En otras palabras, seremos los contribuyentes –como siempre-, los que acabaremos pagando esta situación, mientras la castuza política de socialistos, tontos útiles, separatistas catalanes y vascos, siempre a lo suyo, y comunistas, seguirán disfrutando de los sueldazos que ellos mismos se han puesto, cochazos oficiales, escoltas, chalet con 2.300 metros de terrero y 260 metros construidos en Galapagar, etc. ¡Así se puede estar en arresto domiciliario todo el tiempo que haga falta para acobardar y domeñar al ya de por sí sumiso y cobarde pueblo español!

En definitiva, la situación es mala, malísima, y cada día que pase será peor.

Y no me refiero solo a la situación sanitaria, sino a la social y política.

Por de pronto, el ministerio de justicia pretende suplantar al consejo general del poder judicial, y se han limitado ¡por decreto! Las facultades del congreso de los diputados para controlar al gobierno, pasando a ser unos meros “comisionados”, poco menos que con voz pero sin voto.

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¡Todo el poder para Maduro, digo para los comandantes Sánchez e Iglesias, hasta que el segundo apuñale por la espalda al primero, como Bruto a Julio César, y espero que solo sea metafóricamente…

 

Autor

Ramiro Grau Morancho
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