Magia potagia... sociedad infantilizada. Por César Bakken Tristán

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Vivimos muy malos tiempos para el intelecto, quizás los peores de la historia, porque ahora el analfabeto lo es por decisión propia, no por falta de medios para no serlo. Todo el conocimiento (y desconocimiento) humano está al alcance de todos… ergo… el que es tonto es porque se esfuerza mucho en serlo.; tiene su mérito, ojo. Esto soporta una consecuencia nefasta: la credulidad. Que, a su vez, supone pusilanimidad, esclavitud y permisividad ante el expoliador y el victimario. Vamos, muchos son putas y ponen la cama.

La magia de grandes aparatos, la televisiva, la de grandes escenarios, es un ejemplo brutal de todo esto. Millones de personas que se tragan estas patrañas. No me extraña que luego se traguen todo lo demás, lo importante y que nos afecta a los que no somos cretinos. Ilusionarse con la magia está muy bien, ¡no perdáis nunca la inocencia, queridos niños!, pero de eso a ser tratados como gilipollas, media un abismo. Y ya sabéis que la gilipollez es el primer paso para el sometimiento.

Os pongo mi vídeo sobre un mago muy famoso y muy millonario por sus embustes escénicos. ¡Es acojonante la manera en que la gente amasa millones hoy en día! En este caso es tan estúpido lo que hace, que sólo es superado por la estupidez de quienes se asombran y ven un prodigio metafísico en un simple truco que cualquiera puede reconocer nada más empezar el fenómeno visual…

PASEN y VEAN: