14/05/2024 03:24
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Por la forma en que está estructurado actualmente España y su régimen del 78, a la larga y gobierne quien gobierne, siempre se va a ir a peor. Solo hay que echar una mirada retrospectiva desde el momento en que se implantó la democracia hasta el día de hoy; es evidente que la depravación ha crecido a una velocidad vertiginosa. El crimen del aborto, la eutanasia, la perversión de los niños… de una sociedad medianamente sana se pasó a una enferma de muerte en apenas un puñado de años.

Y eso tiene una clara explicación. Los hombres se han vuelto esclavos de sus pasiones, del mal, y lo han confiado todo al sistema. En el plano político, esto supone una visión absolutamente reduccionista de unas derechas y unas izquierdas que cumplen perfectamente su papel a la hora de destruir la sociedad. Si las izquierdas se envalentonan con leyes antinatura, la derecha se ocupa de posicionarse como el único movimiento capaz de pararlo.

Importante engaño el que se produce, porque a la hora de la verdad, lo que ocurre es que nadie toma acciones y movimientos reales contra el sistema criminal. Los ánimos se apaciguan con el tiempo, parece que todo queda en el fondo de un cajón, y cuando en este turnismo es el momento de la derecha, se olvidan las leyes criminales. El ejemplo paradigmático está en la ley del aborto de Zapatero y todo apunta a que volverá a suceder con la apestosa normativa de Irene Montero.

Al final, lo de siempre. Mientras no se inculquen valores eternos del Bien, de la Verdad y de la justicia, se impondrán las terribles corrientes modernas. Lo moderno – la moda – es caduco y está abocado al fracaso, a la muerte. De ahí que en plena era de la salud mental nos encontremos con los crímenes mas horrendos, con depresiones escalofriantes y sin un solo sostén moral.

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Solo el día que los españoles vuelvan a oponerse al espíritu de su tiempo y comiencen a recuperar esos valores perdidos habrá una pequeña esperanza. En eso ha consistido ser español y distinguirse de países fracasados cuando brillaba el imperio hispano por toda la tierra. Mientras tanto, los pocos que hacen gala de ellos, deberán asumir su derrota hasta la victoria final, que es la que cuenta.

Las elecciones quedan a la vuelta de la esquina, pero poco importa. España cada vez va a peor y seguirá funcionando así mientras la democracia liberal y el régimen del 78 imperen en el país. Que nadie crea que un sistema podrido va a permitirse el lujo de brindar la posibilidad de salir del fango. El sistema y la constitución que lo ampara están creados para eso, y el que vea en un partido político es la solución, muy equivocado está. Feliz 23 de julio.

Autor

Luis Maria Palomar
Luis Maria Palomar
Joven periodista zaragozano nacido en 1996 y profesional desde 2019.

Defensor de lo bueno, lo bello y lo justo; de Dios y de la auténtica España.

Solo la verdad puede hacer libre a la persona, y para ello escribo.

No te preocupes por el mañana, que mañana seguirá reinando Dios.
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Aliena

Muy bien razonado y expresado, con las excepciones de «tomar acciones y movimientos»; las acciones, que yo sepa, se emprenden, acometen, llevan a cabo… pero no se «toman» ( suena al invasivo y omnipresente «Spanglish» de nuestros pecados ) y, en cuanto a «tomar movimientos», me confieso absolutamente incapaz de discurrir de dónde puede haberlo usted sacado ( ¿Cervantes? Pero allí, las «acciones y movimientos» debían contemplarse… ).

José Luis Fernández

Para recuperar la salud moral del pueblo sería necesario que España volviera e estar dirigida, durante bastantes años, por un Gobierno nacional-católico.

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