26/04/2024 19:00
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The snake is long, seven miles (La serpiente es larga, siete millas) – The End, The Doors

 

Tal las anilidas que servían para hermosear el aceite de colza fueron halladas falsamente culpables de toda culpabilidad, hoy culpamos a un virus que de nada tiene culpa. Hace cuarenta años, forzando nuestro ingreso en la terrorista OTAN, esta organización criminal asesinó, deliberada y planificadamente, a más de mil españoles, hiriendo gravemente a más de veinte mil. A  través de un macabro ataque químico, desde luego. También hace ocho lustros, el timosida.

 

La desatinada y falaz teoría microbiana de la enfermedad

 

Y antes de continuar recordemos el ABC de la virología. Los virus ni son microbios ni tienen capacidad infectiva por lo que la denominada covid-19 no puede haberla causado un coronavirus como el supuesto SARS-CoV-2 cuya existencia además continúa sin hallarse demostrada. La teoría microbiana de la enfermedad, mayúscula estafa, en lontananza.

 

Los test diagnósticos, mayúscula estafa política. Las cifras de supuestos “contagiados” y “muertos por”, disparatadas e irreales y  las «vacunas”, absurdas – porque nada existe vinculado a la virología –  y, además, resultan extremadamente peligrosas.

 

Nos asesinaron, sin más

 

Y hace tiempo, en este digital, ya les di suficientes pistas. Si el SARS- CoV-2 no existía (y continúa sin existir), ¿de qué moría entonces la gente? En España, «extrañas» siete semanas de marzo y abril de 2020. Secuestrados domiciliariamente, taparon las huellas del crimen. Sobre todo, el colosal geronticidio. Por acción y omisión.

 

Otro ataque terrorista, pues, como en el antedicho asunto del síndrome tóxico, borraron pruebas. Hace cuatro decenios, ingreso español en la criminal, de traza masónica, banda asesina OTAN. Hogaño, acelerar satánicas y  genocidas agendas. Todo ello dentro de un despiadado evento de nivel de extinción (ELE): Extinction Level Event. La humanidad, despoblándose progresivamente. Bienvenidos al desierto de lo real.

 

Combinando armas

 

Impío y salvaje concepto militar de combinación y uso de armas cuaternarias.  Uno. Inducción a ciertos grupos poblaciones, en ciertos zonas del planeta, de la denominada covid (nada que ver con virus alguno: la naturaleza no produce por sí sola un arma infectiva semejante, solo quien posee los recursos humanos y tecnológicos punteros en micro-biología puede obtenerlo).

 

Dos. Onda milimétrica 5-G a 60 gigahercios. Tres. “Polvo inteligente” diseminado a través de estelas químicas, geoingeniería mediante. Cuatro. Letal y deliberada campaña de vacunación antigripal del año anterior. Y, cinco, el repóker, ARN digitalizado administrado por la “vacuna”. Cuatro (si no incluyen la primera) o cinco armas criminales contra la propia población. Terroristas armas – biológicas, químicas y electromagnéticas…-, preferentemente contra “personas frágiles y ancianos”…El comienzo de la matanza.

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Primer ataque bioterrorista: Wuham

Para comenzar, ataque biológico en toda regla contra los wuhaneses con un arma biológica altamente sofisticada. Culpando a China, mientras, de todo (tal será el leitmotiv de la guerra nuclear que “fuerce” al totalitario país asiático a comenzar el holocausto nuclear que nos aguarda no dentro de mucho). Prosigamos.

 

Sin embargo, el encadenamiento de ataques bioterroristas que siguieron en todo el mundo utilizaron diferentes y combinadas variantes del arma biológica covid, cada una de cuales fue diseñada mediante bioingeniería para mutar in vivo de modo que la plandemia fabricada continuase ad libitum, ad nauseam, ad eternum…

 

Después Milán, Teherán, Madrid, Nueva York, Guayaquil…

 

…Esto significaría, ni más ni menos,  que las variantes de armas biológicas covid lanzadas contra Milán, Teherán, Madrid, Nueva York y la ecuatoriana Guayaquil (Ecuador), para principiar, fueron ataques biológicos sutilmente diferentes contra disímiles “poblaciones objetivo”. Cada uno de estos ataques terroristas produjo su propia y pluralísima panoplia de variada sintomatología.

 

Existen, desde luego, varias «versiones» del arma biológica covid que han sido cuidadosamente perfiladas para producir diferentes procesos patológicos, cada uno con su propio conjunto de síntomas. Devienen  armas biológicas, lanzadas estratégicamente. Con sus desiguales variantes, programadas milimétrica y biotecnológica y  MILITARMENTE para mutar a diferentes cadencias, ritmos y compases en distintos lugares y entornos. 

 

Armas combinadas, incrementando su “eficacia”

 

Y no olviden que un cada vez más perfeccionado sistema de armas cuaternarias se pule continuamente para acrecentar la letalidad y/o la “transmisibilidad” del arma biológica covid cuando sea considerado menester. De este modo, los bioterroristas covid pueden mantener la astracanada plandémica todo el tiempo que quieran. O puedan. O les dejemos, mejor expresado.

 

Armas covid,  sus distintas variantes y las versiones mutantes se hallan muy coordinadas entre sí en el contexto de un sistema de armas cuaternarias muy sofisticado que permite a los bioterroristas que nos han atacado vil e impunemente ampliar, en grandísima medida, los efectos, de esta calculadísima combinación  de brutales y “sutiles” armas que atacan a poblaciones indefensas. E inermes. Un ejemplo, las tasas de infección y mortalidad pueden aumentar drásticamente en una gran área metropolitana si se incrementa a propósito la intensidad de la letal red eléctrica 5G.

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Farsa covid, el comienzo del genocidio mundial

 

Armas biológicas covid – nada de virus que no existen, repito – dispersadas deliberada y paulatinamente por todo el planeta. Pueden ser peligrosas y mortales solo – repito, solo – dependiendo de la edad, grupo sanguíneo, comorbilidades, modo de vida, régimen alimentario, tóxicas o saludables exposiciones diarias, entre otros y pluralísimos factores de riesgo.

Cada uno de estos cofactores de riesgo ha sido utilizado deliberadamente como ineludible factor de bioingeniería en las armas biológicas covid para explotar las “seleccionadas vulnerabilidades” de las «poblaciones objetivo» en todo el planeta (ancianos muy deteriorados, inmunodeprimidos, aquellos que poseen tienen múltiples y abigarradas dolencias previas…). Genios – demasiado inhumanos, deshumanizados, no humanos- del Mal. Se quitaron la máscara y se la impusieron a toda la peña. Tan diabólico todo.

This is the end…Caminando hacia el ocaso

Armas con objetivos muy bien concretados, definidos, delimitados. Lo propio de una operación militar de falsa bandera, preferentemente psicológica. Y lo dicho. Lo consabido. Despiadado evento de nivel de extinción (ELE): Extinction Level Event. La humanidad, despoblándose progresivamente. Inicio del genocidio. La apetecida guerra nuclear contra China – y progresivamente extendida al planeta entero- por otros medios. Una toma de contacto, lo presente.

En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.