05/10/2024 10:26
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Es una situación bastante habitual entre esta ganadería indomable de extrema izquierda, o comunistas y cercanos. Así los de Podemos, (marca de la filial), exigen la dimisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por la retirada del escaño a Alberto Rodríguez, el rastas, «contra el criterio de los letrados del Congreso». También han acusado a la justicia de «arrebatar representantes» a Unidas Podemos «interviniendo en el Congreso de los Diputados».

Pues muy bien: por pedir que no quede. Contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. Pero sigue la movida:

Por otra parte la ministra Ione Belarra, con Podemos, ataca al Supremo por «Prevaricacion», al retirar el escaño del rastas. Así Belarra se puede enfrentar a 2 años de cárcel e inhabilitación por sus graves acusaciones al Supremo. Según Fuentes jurídicas «la Fiscalía General del Estado de Dolores Delgado debe actuar de oficio y denunciar a Belarra».

Esperemos sentados. Porque de Lola, la de Garzón que manda el Cum fraude, no se puede esperar otra cosa. Están acostumbrados a hacer lo que les dé la gana y el mejor ejemplo está en quien gobierna la nación apoyado en los seculares enemigos de la patria.

Además contamos con la creadora de la lengua y su diccionario aparte: matria, urgen, señoros, autoridadas etc., Yolanda Díaz, que anda en guerra con Natia Calviño, y es una gallega comunista con cara de morriña que no se entera de que quien más la ataca es la estupidez. Yolanda Díaz tiene 50 años. Encabeza los ministros de Podemos y se postula como tal: es ministra de Trabajo, aunque no se conoce a ningún comunista que trabaje. Sólo esperan el apoderarse de lo que tienen los que lo trabajaron. Es ministra de los vagos y maleantes, cuya ley llamada «la Gandula», fue obra de Azaña. Y que haría hoy falta más que nunca para empezar a aplicarla por los que están en el gobierno. Natia Calviño es otra gallega nacida hace 53 años en La Coruña. Progresista, feminista y esas estupideces que dicen. Pero como la comunista Yolanda, de la tierra de las meigas; de las brujas por lo que les pueda tocar, y que es la rivalidad entre ambas, las cosas cambian. Aunque no está afiliada al PSOE, ni a Podemos, la Calviño va por libre, será por lo que tiene la libertad de arrear estopa a los de las filas en que se encuadra, y lo hace. Contra la oposición no se queda corta: saca a Franco a relucir en menos que canta un gallo. O dice que se aprovecha del terrorismo y otros disparates. Se queda al mando de todo el gabinete cuando Falconetti, va de picos pardos. O sea cuando se retrata dentro del avión, con las gafas de sol, «su maleta de piel y el biquini de rayas» como Ana María, para disfrutar de su presidencia bien pagada. Es como la bien pagá. La rivalidad de Calviño más fuerte la tienen con su paisana Yolanda, sobre la cosa del trabajo. En esto de la política no cuenta eso del paisanaje, solo los intereses bastardos y más perversos.

Con la salida de Carmen Calvo -ya sabemos qué ejemplar-, también a coces con los de los pesebres próximos, subió al carro, Yolanda Díaz, encantada de la vida. Le tocó sentarse junto a la Calviño por lo que la rivalidad creció como la leche sobre el fuego. No hay bien que por mal no venga. La última y más gorda la tuvieron a propósito de la reforma laborar, donde la comunista quiere meter el comunismo como sea. Se juega mucho España para tener materia tan sensible entre las manos de dos brujas y niñatas.

Ahora mismo, Podemos declara la guerra a Natia Calviño, y Meritxell Batet, amenazando con romper el gobierno de coalición. Quieren que triunfe la economía comunista de Yolanda Díaz, y con la Batet siguen a vueltas con la pérdida del sillón del feo. Lo echaron más por feo que por delincuente, pero las dos cosas les encantan a los comunistas, y de ahí que no callan. La Meritxell Batet, que Federico Jiménez, llama, la del pelo frito, hoy la quieren echar en la reunión que tienen sociatas y comunistas, para arreglar sus eternas diferencias, entre ellas la reforma laboral. La Batet, una separatista catalana de tomo y lomo, está en la cuerda floja con la reforma laboral que se quieren cargar. Quieren eliminar a las dos como sea, precisamente porque la laboral crea empleo, y hasta en Europa lo dijeron que la potenciaran. La Yolanda está crecida porque la apoyan los sindicatos y todos los más corruptos. Pero eso de potenciar es lo contrario al comunismo que quiere eliminar todo lo que cree trabajo y empleo. O sea que el gobierno de coalición anda a coces, como es su natural, y veremos cómo terminará la reunión de esta tarde, entre los malos y los peores. Para el bien de España que termine como el rosario de la aurora. De todo este ganado nada bueno puede esperarse, nada más que lo peor. Cuando en los pueblos la chusma andaba a palos, siempre alguien decía: No se matan, no… Y a lo lejos no deja de escucharse otra voz, rematando: Eso que sería lo bueno…

 

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REDACCIÓN