04/05/2024 20:42
Getting your Trinity Audio player ready...

El pasado día 28 de febrero, día nefasto donde los haya en la reciente historia de España, pues ese mismo día se aprobaban a la vez en el Congreso la nueva ley del aborto, así como la ley trans, leyes aberrantes cien por cien que no hay por dónde cogerlas, llamó poderosamente mi atención una noticia en ÑTV España, que en cierta medida estaba relacionada con la primera de las leyes citadas, es decir con la Ley orgánica 1/2023, de 28 de febrero, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, más comúnmente conocida como Ley del Aborto.

El citado artículo informaba de que la Comunidad de Madrid cederá la sangre de transfusiones al famoso abortorio Clínica Dator. Así pues resulta que el Gobierno autonómico madrileño, el mismo que preside D.ª Isabel Díaz Ayuso, ya saben esa “heroína” pepera de la derecha bienpensante de Madrid ha firmado un convenio, a través de la Consejería de Sanidad por la cual se compromete a ceder sangre a la famosa clínica abortista Dator, que como todo el mundo sabe es uno de los principales mataderos industriales de seres humanos no nacidos, lo que en Derecho viene a llamarse nasciturus.

El escandaloso convenio es del pasado 2 de febrero y fue publicado en Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid el día 20 del mismo mes, siendo suscrito por el Servicio de Salud de Madrid y la criminal clínica abortista Dator. La cláusula 1ª del convenio declara que éste tiene por objeto establecer las condiciones en las que se llevará a cabo el suministro de componentes sanguíneos a la clínica Dator por el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, adscrito al Servicio Madrileño de Salud, tal como ya informaba el mencionado artículo publicado en ÑTV España.

Es decir, y dicho claramente, la Consejería de Sanidad de Madrid, a cuyo frente se encuentra el Sr. Ruiz Escudero, que últimamente no deja de salir en los medios de comunicación por la huelga de los sanitarios en Madrid, en virtud del malhadado convenio proporciona componentes sanguíneos a la siniestra clínica Dator para que su maquinaria de matar a los no nacidos funcione a las mil maravillas, y pueda seguir haciendo negocio, sangriento negocio, que es de lo que se trata, provocando la muerte intencionada de miles de niños no nacidos. Realmente vergonzoso y trágico al mismo tiempo.

Eso sí, la Comunidad de Madrid, de acuerdo con lo establecido en la cláusula 3ª del vomitivo convenio, relatitva a la financiación, facturará mensualmente a la Clínica Dator los componentes sanguíneos suministrados, de acuerdo con los precios públicos en la normativa vigente en la materia en el momento de realizarse el suministro.

O sea, que la Comunidad de Madrid, dirigida por esa política tan “popular” que he mencionado, y que se ha erigido hipócritamente en alguna ocasión en tenaz defensora de la vida humana, también hace caja con este sangriento negocio, sin tener el más mínimo escrúpulo moral. Realmente resulta repugnante que un convenio de ese tipo haya podido ser firmado por la Consejería de Sanidad de Madrid y la maldita Clínica Dator, una de las principales clínicas abortistas que, por desgracia, existen en España.

LEER MÁS:  Mancomunidad Vega del Guadalix: A petición de VOX, reunión con la Dirección de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid

Dicho lo cual, yo me pregunto si por casualidad los prebostes de la Consejería de Sanidad de Madrid se han parado a pensar qué podemos opinar sobre este macabro negocio los ciudadanos de Madrid, y especialmente los que, como en mi caso, tenemos la buena y solidaria costumbre de donar sangre de vez en cuando, a favor de aquéllos que la necesiten en las numerosas intervenciones quirúrgicas que tienen lugar en los hospitales públicos madrileños.

A título personal quiero manifestar a las autoridades sanitarias madrileñas que, a partir de ahora, ya puede olvidarse de mí el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid. No se molesten en seguir enviándome cada cierto tiempo mensajes a mi móvil, o correos a mi dirección de correo electrónico pidiendo mi colaboración para seguir donando sangre. De hecho recibí el último correo en ese sentido el pasado mes de febrero, firmado por la directora gerente de dicho Centro, y encareciéndome para que siga colaborando con mis donaciones de sangre, debido a la situación de alerta amarilla de los grupos sanguíneos A+, B- y 0+. Conmigo que no cuenten, como digo en el encabezamiento de este artículo: No con mi sangre.

Mientras que el infame convenio firmado entre la Consejería de Sanidad de Madrid y la abortista Clínica Dator esté en vigor y no sea derogado, cosa esta última que dudo, teniendo en cuenta la “altura” moral de sus dirigentes, empezando por su Presidenta, no pienso donar ni una gota de mi sangre. Y además estoy seguro de que no seré el único donante que actúe en la misma línea, teniendo en cuenta el carácter absolutamente inmoral del citado convenio.

Y que no me vengan ahora esas autoridades sanitarias de Madrid con que… ¡hay qué ver, qué insolidario soy!, pues ya me dirán ustedes cómo pueden garantizarme que si vuelvo a donar sangre, no irá a parar esa misma sangre a ese centro criminal llamado Dator, que hace de la muerte de los más inocentes su criminal negocio. Si yo dono sangre al Centro de Transfusión de Madrid, lo hago para colaborar con un acto a favor de la vida, como pueda ser cualquier operación quirúrgica en la que sea necesario transfundir sangre, nunca para colaborar con un acto de muerte dolosa, como es el caso de un aborto intencionado.

Asimismo quiero señalar que, aparte de considerar que el convenio abortista es absolutamente reprobable desde un punto de vista ético y moral, (aunque no ignoro que eso de la ética y la moral son conceptos que no encajan en la mentalidad relativista y corrompida de la inmensa mayoría de los políticos del Sistema desde hace más de 40 años), tengo serias dudas sobre la legalidad del mismo. Ello es así por cuanto la legislación española es muy clara a la hora establecer rigurosamente la prohibición de comerciar con la sangre humana. Y no es que lo diga yo, humilde licenciado en Derecho, que también, sino que la propia Cruz Roja se pronuncia en ese sentido en su página web, en el apartado dedicado a las donaciones de sangre.

LEER MÁS:  Yolanda, qué personaje para el gran Ibáñez Francisco Torres García

En ese sentido cabe destacar que el Real Decreto 1088/2005, de 16 de septiembre, por el que se establecen los requisitos técnicos y condiciones mínimas de la hemodonación y de los centros y servicios de transfusión, en su art. 46-4 c), establece que “Serán calificadas como infracciones muy graves: El tráfico ilícito de sangre y sus componentes en el que se entenderán comprendidos, en todos caso, los supuestos de establecimientos o actividad clandestina para la obtención, preparación, conservación o suministro de sangre humana y sus derivados, considerado como supuesto de los previstos en el art. 35 c) 1ª y 2ª de la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad.”

Por otra parte, no debemos olvidar en relación con este trágico asunto que España ratificó en 1999 el Convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la Biología y la Medicina, de 4 de abril de 1997, también conocido por el Convenio de Oviedo, por ser la ciudad en la que se adoptó. Ese convenio en su art. 21 prohibe el lucro en la utilización del cuerpo humano o sus partes, siendo indudable que la sangre humana forma parte de aquél.

Por último, es preciso recordar la condena del aborto intencionado por parte de la Iglesia católica, a lo largo de toda la historia. Así lo manifestó por ejemplo, de forma rotunda el inolvidable Papa San Juan Pablo II en su primer viaje apostólico a España en 1982, cuando en un multitudinario acto público en Madrid declaró en relación con el aborto, que nunca puede legitimarse la muerte de un inocente. ¿Lo recuerdan?. Algunos no lo hemos olvidado a pesar de los años transcurridos desde entonces.

Por todo lo cual, y en conclusión, reitero que es mi intención no colaborar bajo ningún concepto, mediante la donación de mi sangre, con el execrable crimen del aborto

Suscríbete
Avisáme de
guest
3 comentarios
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
Eduardo

Muchas gracias Sr. Pastor por tan clara exposición que me abre a mí, también donante ocasional desde hace años, los ojos de la inconsciente utilización de la que puedo ser objeto sin quererlo aún residiendo fuera de la Comunidad de Madrid pero sí sabedor de las cesiones que entre Hermandades (entiéndase de Donantes de Sangre) se producen.
Otra muesca que le anoto a la Sra. Ayuso (y ya llevo unas cuantas).

Moisés Gutiérrez

Sí señor, toda la razón del mundo. Llevo más de 30 años donando sangre. Desde que vi lo que se iba a hacer dije lo mismo: con mi sangre no van a contar jamás para para matar a inocentes. La sangre está para salvar vidas, no para quitarlas. Que se olviden de mí de por vida. La pena es que mucha gente no se va a enterar de esto. Espero que traiga consecuencias y se lo piensen de verdad.

José Antonio

Teneis toda la razón del mundo.
Yo tambien era donante (hasta hoy), pero recapacitando después de leer el artículo no quiero que mi sangre vaya a parar a ningun miembro de las llamadas fuerzas armadas ni de seguridad del estado, habida cuenta que van armados con la finalidad de disparar y derramar sangre.

3
0
Deja tu comentariox