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Caballero, caballero:
Fue usted uno de los 6 esbirros, 6, de la ganadería de Marlaska, que detuvieron ilegal y violentamente en Mahón (Menorca) al Dr. D. Manuel Jesús Rodríguez.
Supongo que no conocían ustedes a este valiente médico forense asturiano antes de ir a detenerlo. Craso error. Óiganlo en el enlace siguiente, explicando cómo, en las autopsias hechas durante la Plandemia (porque, en efecto, se siguieron haciendo, aunque nos dijeron lo contrario) no encontró nunca, en ningún fallecido con la equívoca etiqueta “covid”, ningún virus “nuevo y desconocido”.
Cuando no era la gripe o la neumonía de toda la vida, eran protocolos médicos genocidas los que asesinaban a los pacientes, para fabricar los muertos necesarios para mantener la farsa.
Sí, he dicho ASESINADOS. Vídeo del Dr. Rodriguez contándolo:
Y si sigue sin creérselo, véase el impagable documental en el que Nauzet Morgade confirma lo que descubrió el Dr. Rodríguez. https://odysee.com/$/embed/@resistencia_consciente:1/Nauzet-Morgade—Asesinados-documental—El-genocidio-planeado-y-la-falsa-pandemia:e
Este médico, como otros tan escasos como valientes, sí que han descubierto muertos por causas nuevas y nunca antes vistas, pero siempre a raíz de las “vacunaciones” que nos dijeron que debían protegernos del virus misterioso que nunca nadie ha visto. Y si cree que alguien lo ha visto, léase el documento del Ministerio de Sanidad que en mitad de la segunda página lo niega taxativamente, cuando afirma que “El Ministerio de Sanidad no dispone de cultivos de sars-cov-2 para ensayos y no tiene un registro de laboratorios con capacidad de aislamiento y cultivo para ensayos”. Más claro, el agua.
Y sin embargo, esas inoculaciones están produciendo, y el Dr. Rodríguez sí que lo ha visto con sus propios ojos, lesiones cardiacas, hepáticas y cerebrales en niños, coágulos decenas de veces mayores que los habituales (de hasta un metro de longitud), cánceres fulminantes y así un largo etcétera.
Lo mismo que dice la doctora mexicana Karina Acevedo Whitehouse.
https://euskalnews.tv/video/carta-abierta-a-los-medicos-dra-karina-acevedo-whitehouse/
La mayoría de los médicos, con la vista nublada por la propaganda y las sumas ingentes de dinero con las que se los ha sobornado, hacen la vista gorda, pero D. Manuel Jesús, como médico forense, es decir, judicial, lo ha denunciado penal y mediáticamente, como explica en el vídeo del primer enlace.
Lo que más duele al sistema es que un verdadero científico desmonte el chiringuito de mentiras infames que nos han servido, y por ello D. Manuel Jesús es objeto de crudelísima persecución. Varias denuncias e incluso un intento de declararlo loco, fueron frustradas por su inteligencia y perseverancia. Pero el sistema no cansa, porque para el trabajo sucio siempre tiene esbirros que, a cambio de un sueldo (el más miserable que se puede cobrar), trabajan de modo infatigable para la mayor trama criminal de España: El Estado.
Si los agentes todavía no se han dado cuenta de que sus jefes son los criminales más peligrosos, es que tienen muy pocas luces.
Aquí, la prueba:
https://ntvespana.com/wp-content/uploads/2023/04/Auto-AP-Toledo-Talavera-de-la-Reina-1.pdf
El auto judicial en el que ACODAP (Asociación Contra la Corrupción) consigue la imputación ante el Tribunal Supremo de Marlaska, Robles, Casteleiro (CNI) y Gámez (ex G.C.) por tráfico de drogas, sobornos internacionales, blanqueo de capitales, ASESINATOS y un inquietante etcétera.
Pero aún hay esperanza. Si un agente no quiere seguir trabajando para el enemigo, con este documento en la mano, ningún médico, psiquiatra ni psicólogo le negará la baja médica, si le cuenta la verdad: que su trabajo le ha hecho perder el sueño, el apetito y la libido.
Porque ahora están trabajando en la defensa de la mayor organización criminal conocida, que ha secuestrado a 47 millones de personas, tiene más de 2.000 cadáveres escondidos (localizados en fosas comunes de Mequinenza, Vinaroz, Almacellas y Leganés) y está asesinando decenas, tal vez centenares de miles de personas con la farsa plandémica y las inoculaciones tóxicas.
- Manuel Jesús decidió tomarse un merecido descanso en Menorca, y aquí aparecen ustedes. Intervenidas ilegalmente sus comunicaciones, la tiranía decidió mandar a los esbirros a detenerlo lejos de su casa y amigos, para amplificar la indefensión. Eso se llama alevosía.
Sabe el lector que, en celebrada definición de Winston Churchill, una democracia es el lugar donde, si suena el timbre de madrugada, sólo puede ser el lechero.
Pues bien, ya sabemos que Españistán no es una democracia.
Se plantaron en su apartamento a las 8 de la mañana.
El resto de la historia ya lo conocen. Lo detienen sin leerle inmediatamente (como dice el art. 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) la causa de la detención y sus derechos. Lo tiran, esposado a la espalda, en el asiento trasero del coche y sin ponerle el cinturón de seguridad (asiento de plástico duro, muy resbaladizo). Lo llevan a gran velocidad dando tumbos, hasta que, temiendo por su integridad, les revienta de una patada el mamparo de separación. Y luego, en la Comisaría (más propiamente la “Checa”), permiten que un impresentable lo insulte, y cuando D. Jesús responde agarrando al ofensor por la pechera (D. Manuel Jesús no tiene horchata en las venas), lo intentan asesinar cortándole la respiración durante 5 minutos, para luego negarle la asistencia sanitaria
Es decir, que ustedes han colaborado en la inicua persecución de una de las pocas personas que lucha por salvarnos la vida a todos, obedeciendo las órdenes de la mayor banda criminal que existe, que los asesinarían a ustedes mismos sin miramiento alguno, como probablemente han asesinado ya a varios parientes y amigos suyos.
Y así nos va a todos.
Sólo me queda felicitarlos por su excelente trabajo.
Poner fecha, pasar a limpio y enviar.
Autor
- Guerrillero insurgente. El sistema lo describe como negacionista, conspiranoico, anticientífico, egoísta e insolidario. Él se cisca en el sistema y no ceja esfuerzos para derribarlo. No usa trabuco, pero a su ordenador lo llama “La MG-42”.
Supongo que este señor pondrá la denuncia correspondiente, y que cada cual cargue con la responsabilidad que proceda…
Es lo que procede, en un Estado de Derecho.
Perdone, D. Pedro:
Probablemente se ha equivocado de país, porque ha dicho «Estado de Derecho».