17/05/2024 09:33
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El pasado sábado por la noche debido al arresto domiciliario colectivo a causa de la pandemia del Covide 19. Pusieron en 13 tv la película de: ¡Ahí va otro recluta! Interpretada por José Luis Ozores en donde interpreta al campesino que ingresa en el ejército de Alcantarilla en virtud de servir a su patria que es España en la brigada cabo paracaidista, rama del ejército ya que está infantería, marina, aviación y la brigada paracaidista.

De hecho la sinopsis de la película transcurren en la batalla de Sidi Ifni, territorio marroquí que se perdió en el 1.969 español en aquel  entonces cuando se rodó la película, pero volviendo a la crítica cinéfila de esta película quería retratar el personaje de Orencio Casales interpretado por Ozores en el que da vida a un humilde pueblerino al cual sus camaradas del ejército hacen novatadas constantemente en el seno del ejército.

 

La película a día de hoy y más en los tiempos que corren donde el puritanismo  endofobo progre impera estaría prohibida ya que el cine de hoy en día no imparte valores espirituales sino hace apología del homosexualismo.

Esta película resalta la enseñanza de lo que era la mili, es decir lo que se conoce como el servicio militar obligatorio de antaño que suprimió el liberal/ conservador derechoide de Aznar ya que el hacer la mili curtía, conocías a gente de otras bellas regiones del mapa de la piel de toro y era una forma de educar en valores patrios y disciplina acorde a los vagos y maleantes que salían con un oficio y beneficio.

Ya que muchos ascendían de cargo/ empleo militar en el corazón del ejército, cosa hoy impensable con la actual ley que exenta a los jóvenes de servir a su País como ocurre en Suiza, país neutral en la primera y segunda guerra mundial, pero en donde los muchachos de 18 años son alistados obligatoriamente ya que la vida es milicia y debe vivirse con espíritu acendrado de servicio.

La trama de la película, lo cual no la hace muy tediosa es de la gallardía que muestra este humilde provinciano que resulta ser el que más valor y coraje tenía del pelotón  cuando mandan a la brigada cabo paracaidista a Sidi Ifni a combatir contra los moros en Marruecos, ya que el patriotismo que había antes en el ejército era abrumador ya que los mandos no eran siervos de la Unión Europea y de la OTAN.

En la actualidad el ejército es cipayo, sumiso cosa que no imperaba por asomo en antaño y la película aunque bien en modo de comedia, así lo refleja en donde había un respeto a la cadena de mando y a la familia como Orencio Casales, nuestro protagonista a su madre ya que nuestra madre es como España y le debemos respeto y cariño.

La comparación que hace humildemente un servidor en esta ocasión es en referencia al cine de la década de los años 60 ya que esta película concretamente fue estrenada en 1.960.

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Por destacar unas escenas de la película sin desvelar el final de esta, aunque muchos lectores ya la habrán visto y la recordarán con ternura e inocencia ya que la vida era tomada desde otra filosofía que era ajena al globalismo que hoy tenemos y evoca en nostalgia cuando algunas cadenas todavía sacan a la palestra este tipo de películas que se aprecian viéndolas desde el salón de la casa en familia y más ahora con esta caótica pandemia.

Se acordarán de la escena de Casales siendo objeto de gansadas por parte de sus camaradas de cuartel en el ejército o la escena del paracaídas donde se encalla en una rama del árbol y el guasón de Ceferino le ayuda ya que allí es donde radica la palabra camarada en caridad y unidad ya que el estar en la trinchera dando la batalla a la muerte no lo hace cualquiera y en el ser camarada no va implícita la amistad, sino que es un grado superlativo de compañerismo elevado al cuadrado de ser centinelas de sanar al enfermo, de cubrir al aliado frente al enemigo en este caso morisco  y de dar la vida si es menester por la patria desde una perspectiva bélica.

El alistarse en el ejército o en el régimen anterior el continuar en la mili, servicio que debería de ser a día de hoy obligatorio  doblegaba la soberbia y hacía de esta la humildad que es la mejor vacuna contra esta y no está de más decirlo los amigos que se hacen en la mili terminan siendo camaradas y al que fallece en acto de servicio por la patria se le recuerda desde lo alto de los luceros y con fusil en mano ya que en lo alto habitan las estrellas.

Desde una óptica veinteañera que esta época un servidor no la ha vivido transmite la nostalgia ya que desde un término filosófico se puede echar de menos una época no vivida ya que tiende a idealizarse ya que el ser soldado político es tener una visión idealista a tiempos pasados y en este caso a hacer una crítica de una película que es comedia pero que los hechos no están lejos de la realidad porque la moraleja que saco en clave de esta película es que hay que espabilar sino no serás respetado, ni tomado en serio.

Ya que la vida civil o en este caso de este humilde pueblerino cambia por completo aunque su personaje sea de mero civil en un cuartel del ejército español. Este film o mejor dicho la magia del cine cambia por completo los esquemas ya que transforma el drama en comedia véase esta película que pertenece al género de la comedia ya que va a un auditorio en cuestión o a un público que lejos de criticar al ejército lo ensalza con toques de comedia nacional haciéndola mucho más atractiva a la vista. 

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Y hablando de lo atractivo quiero aprovechar también para citar a la bella actriz de reparto. (Pilar Cansado) que termina enamorada de nuestro protagonista en donde se le ve portar con orgullo el cetme y desfilando con gárgo y marcialidad a paso militar con marchas militares y en lo alto la bandera bicolor roja y gualda con el águila de San Juan de los reyes católicos.

La mujer de la época de los años 60 no es esmirriada y delgaducha y menos con rasgos toscos y hombrunos como son las femi bolcheviques que lejos de dar a la mujer el rol pertinente a la sociedad que es de rebosar el espíritu del hogar con alegría y de rebosar feminidad con esos cabellos recogidos, su cuerpo hermoso y la inocencia de una época que más tarde se describió como los felices años 60 con el paso inexorable del tiempo.

Como muestra de deseo personal a tenor de esta humilde crítica les expongo que aprovechen la cuarentena de la pandemia para leer, ver cine del bueno, no subvencionado, cultivar la mente y tener una espiritualidad positiva para afrontar el «arresto domiciliario» como muchos de ustedes en familia que es el mejor tesoro que tiene el ser humano ya que el dinero es el sustituto técnico de Dios. (Edmund Burke)

Las películas como ¡Ahí va otro recluta!, o Margarita cogió su fusil, cateto a babor protagonizada por Alfredo Landa y del director (Ramón Fernández) como las otras dos expuestas pueden ser una buena medicina para olvidar la nefasta política llevada a cabo por los socialistas y comunistas, frutos de esta democracia imperfecta que lo permite todo hasta la destrucción de España.

El cine español de época también es válido para destruir la mentira progre de la izquierda que España era una dictadura, sino un régimen autoritario en donde Franco tenía consideración por los artistas ya que adoraba el cine y la música y en donde había libertad, pero dentro de un orden establecido e imperaba la autoridad en virtud de lo social.

De hecho ver películas como estas en los cines de Callao en el madrileño barrio de la capital española en el que ponían similares a estas en  doble sesión.

Como colofón recomiendo esta película que pusieron el pasado sábado ya que tiene su moraleja y en el ejército se puede aprender de todo y de todos  ya que el sargento es benévolo y justo con el cadete cuando lo arrestan en el cuartel debido a las novatadas que este sufría pero que luego era el más valiente en primera línea de tiro como se puede ver en escenas más avanzadas de la película.