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Es un título un tanto extraño, sin duda, pero me ha parecido adecuado.
Ayer, Pablo Casado se despidió del Congreso con un acto fe en los “Principios” y por eso hablaré de esa cosa tan importante. Y hoy, en el Evangelio de la misa del día, Jesús,–Hombre como nosotros pero, Segunda Persona de la Santísima Trinidad—nos dice en el Evangelio (Marc, 9,44): “Y si tu pie te escandaliza, córtatelo; mejor te es entrar en la vida cojo que con ambos pies ser arrojado en el infierno, donde ni el gusano muere, ni el fuego se apaga”.
De los famosos “principios”—y “valores”– habla todo el mundo, y del “infierno” no se acuerda nadie. Yo hablaré de los unos y del otro.
Para ello empezaré preguntando: ¿Alguien tiene claro cuántos y cuáles integran ese “divino tesoro” que a todo el mundo tiene encandilado? Al parecer no hay unanimidad de criterio pero, a juzgar por cuanto salta a la vista, para el socialismo-comunista del Doctor Sánchez y su Gobierno de féminas, los “valores y principios” serian éstos: libertad para matar –“no-nacidos y viejos que estorban”–, libertad “de harem”, inutilizar todo instrumento de “producción de bienes”, llenar España de moros, traer –cuanto antes— el hambre y la miseria a España, etc. Podríamos seguir enumerando “sus valores y Principios”.
La misma posibilidad cabe ante la gente del “PP” y sus “principios y valores” de derechita cobarde, pero no perdamos tiempo; sabemos que, aparentemente exhiben “otros” pero, a la hora de la verdad, asimilan los de la izquierda marxista y, cuando tienen oportunidad de eliminar la mala semilla, la dejen crecer y la riegan…No hay como repasar la Historia de Alianza Popular y del “PP”. En Baleares, Valencia y Galicia han sido ellos quienes han atacado a lo español y promovido el destierro de la Lengua del “Imperio” (o sea, de toda America, Filipinas, Guinea). ¿Cómo es posible que los españoles hayan tragado todo y sigan votando a un Partido que –a todos los efectos, que es lo que importa– se diferencia poco del PSOE –exceptuando que tienen una gran respeto por el “dinero” y lo administran mejor… pero, en cuanto a “principios y valores, como dicen en mi pueblo “el que nace lechón, muere cochino”?
Resumiendo, lo importante son las conclusiones a deducir de semejantes premisas. Que para mí, son muy claras: La pretendida defensa de los valores no es más que una excusa para “obedecer las consignas” que a “todos los Partidos les llegan del exterior” de nuestras fronteras. Eso sí, los enlaces están a cargo de otros traidores españoles que odian a su Patria, porque ignoran su Historia y tienen “complejo manifiesto de inferioridad –sin sentido–” y han renegado de la herencia de sus mayores.
Voy a dedicar mi tiempo, de mejor forma, recordando a los lectores, la vital importancia de la segunda parte del título de este artículo: ¡y hablaré del Infierno! De esa realidad en la que hoy creen muy pocos; unos por agnósticos, otros porque han puesto su fe a dormir la siesta. Y la gran mayoría porque prefieren vivir el materialismo cómodo que lleva a pasarse la vida sin pensar en la velocidad con la que se llega a la “Estación Término”.
Evidentemente cada cual es libre de quemarla como desee, pero también lo es— ¡y muy terrible!– ver el alma embargada por una tristeza irremediable como le ocurrió a la artista que, en la “Côte d’Azur”, donde se había retirado, le decía al P. Marziac –viendo su alegría y la de sus compañeros seminaristas–: “J’ai raté ma vie!…” (Algo así, como_ “¡Qué triste comprobar que he quemado mi vida estúpidamente»!)
No me cansaré de insistir en la necesidad de frecuentar los ejercicios Espirituales según el “invento” de Ignacio de Loyola. Eso nos entrena para captar mejor las palabras del Divino Maestro, como las que hoy hemos oído tonadas del evangelio de la misa: “mejor te es entrar en la vida cojo que con ambos pies ser arrojado en el infierno”.
Puedes empecinarte en negar la existencia de ese terrible lugar, pero ¿no te parece que es muy arriesgado saber màs que el que te ha creado? Si Cristo nos avisa que, allí, ni el “gusano muere” ni “el fuego se apaga” ¿no te parece que es de necios opinar lo contrario? ¿Qué ni los curas creen ya en el Infierno? ¿Que hasta no sé qué papa postconciliar lo ha puesto en duda? ¡Pues muy bien!, sigue durmiendo de ese lado. En el Juicio final el mismo Cristo nos adelanta la sentencia última: “Id malditos al fuego eterno”.
No creo que se necesiten más argumentos para convencer a un bautizado — que tiene en su alma la semilla de la Fe,– de la existencia del Infierno pero, humanamente hablando y viendo lo que ocurre en el mundo, la simple razón nos dice que tiene que haber Justicia, que quien creó este maravilloso mundo no puede dejar en el alma del hombre la duda sobre si los sinvergüenzas que triunfan en este mundo se han reído de quienes han sido víctimas de sus canalladas y que es de pura lógica la aplicación del refrán: el que ríe último ríe mejor. En consecuencia Dios les dará su merecido en un juicio sin apelación. Este es un argumento que lo entiende hasta el más corto de los analfabetos. El Infierno es necesario por ley de la Justicia Infinita que rige el mundo. ¿O se han creído esas féminas que pululan por la Moncloa, y los poderosos apoyos de la Sinagoga de Satanás, que serán ellos los “listos”?. ¡´Pobrecitos!
Por supuesto Dios es la Bondad infinita y espera a las ovejas descarriadas, pero además de Padre es Justo y Sabio. Siempre ha sido perfecto e infinito en sus cualidades y sabemos que creó el infierno para Lucifer y los ángeles rebeldes y harían muy bien los “vivillos” (que hacen la guerra a la Iglesia Católica, a la Familia y a la Vida), en leer estas simples reflexiones sobre la “realidad” real (disculpen la redundancia) y bajen de la nube, de esa realidad virtual donde viven. Es el primer paso para evitar el Infierno…
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
