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A consecuencia de las protestas por la inclusión de Ceuta y Melilla en el mapa territorial de la Embajada de Marruecos, el Gobierno ha salido al paso de las especulaciones ratificando la españolidad de Ceuta y Melilla fuera de toda duda .
El presidente de Melilla (PP), Juan José Imbroda, pidió al Gobierno una protesta formal al incluir Marruecos los dos enclaves en su mapa territorial inserto en la web de la Embajada alauita.
Pedro Sánchez pretendió despejar dudas en el Congreso de los Diputados después de que Marruecos enviara una carta oficial al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sosteniendo que el país de Mohamed VI no tenía fronteras con España. Después de la RAN, reunión de alto nivel, que se celebró en Rabat Sánchez ratificó un respeto recíproco por sendas soberanías. Sin embargo, el presidente del senado Enaam Mayara, manifestó que Ceuta y Melilla eran de la soberanía marroquí y consideraba posible recuperarlas de modo diplomático.
No pareciendo estar clara la rotundidad con que el Gobierno pone fuera de toda duda la españolidad de Ceuta y Melilla , protestó ante Bruselas por el envío de una carta de Marruecos donde se pretendía ratificar soberanía sobre los dos enclaves cuyo dominio español había comunicado el vicepresidente de la Comisión Europea.
El problema de fondo no es el pulso diplomático de Marruecos con España por Ceuta y Melilla, sino el oscurantismo, las sospechas, las maniobras y subterfugios que esconde Pedro Sánchez que ha basado toda su acción de gobierno en la mentira, el despropósito de la promesa sin credibilidad y la pérdida de la dignidad política y personal. Una informalidad y demostración de falta de escrúpulos que bien podrían augurar futuros problemas con el país vecino.
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Las actitudes de los politicos y sus hechos desmienten esa afirmación
Los politicos españoles y el Rey de Marruecos solo buscan como trapisondear a los españoles para entregarlas