01/07/2024 15:01
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Pudrimos, esa secta de farsantes que se presentó como la regeneradora de la vida política española, lleva ya meses metida en un proceso de descomposición en el que va saliendo a la luz toda la basura que intentan esconder debajo de las alfombras, pero estos últimos días se han añadido varios clavos más al ataúd que ya se está fabricando para enterrarlos en el estercolero de la historia.

Primero: el Tribunal de Cuentas ha dado traslado a la Fiscalía de la información obtenida en su revisión de la contabilidad del año 2019 por apreciar indicios de “fraude electoral” y “falsedad en documento mercantil”, ambos delitos con responsabilidad penal (no solo civil), además de otros delitos que, en su caso, pudiera apreciar el fiscal (alzamiento de bienes, administración desleal, etc.). El asunto no es baladí, ni mucho menos, pues estamos hablando de un importe muy considerable (363.000 euros) y además desviado en su totalidad a un chiringuito ya conocido, la famosa Neurona, en la que el principal actor es una de las principales ratas, el tal Monedero (un apellido muy apropiado para un delincuente económico). Estos lunáticos indocumentados, que como se está comprobando no solo son unos ‘chorizos’, sino unos ‘chorizos’ aficionados, de delegación de alumnos de una facultad de medio pelo, intentaron mangar del modo más burdo imaginable (el viejo truco, por todos conocido, de las facturas falsas) y además hecho del modo más chapucero posible: pagan antes de firmar el contrato y firman el contrato con una sociedad en ese momento inexistente, pues se constituyó con posterioridad. De risa.

Todo este asunto está repleto de buenas noticias, pues como todos Uds. saben desde hace ya unos cuantos años la responsabilidad penal no se limita a las personas físicas, como antaño, sino que se extiende a las personas jurídicas, esto es, al partido como tal. Ya no vale lo de buscar a un ‘pagafantas’ al que se le echen las culpas del delito, y que ‘se coma el marrón’ él solo, sino que el juez puede condenar a la organización, a la persona jurídica, con penas que van desde la multa económica a la disolución, pasando por la inhabilitación para realizar ciertas actividades. Un tema muy serio, afortunadamente, que debería terminar muy mal para estos cuatreros.

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Ya empieza a circular el rumor de que la comisaria política que han colocado al frente de la Fiscalía, la tal Dolores “Lola” Delgado, la amiga de Villarejo y del ex juez prevaricador Garzón, va a hacer lo posible para parar el tema -mientras su jefe Sánchez no la ordene lo contrario-, pero no lo va a tener fácil, pues por un lado se juega meterse ella misma en un buen lío (la vida es muy larga y esta canalla no va a controlar las instituciones indefinidamente) y por otro basta con que cualquier ciudadano o cualquier entidad legitimada para ello (por ejemplo Vox) presente una denuncia para que un juez lo investigue, así que el tema, lo quiera o no lo quiera Sánchez, tiene recorrido.

Segundo: Coincidiendo en el tiempo con este asunto, el sultán y su concubina (o una de sus concubinas, pues parece que el fulano es polígamo) se han organizado un ridículo y patético “escrache de la señorita Pepis” que les ha durado menos de 48 horas, pues ya está claro que es un chabacano montaje, hecho de nuevo del modo más chapucero imaginable, para volver a intentar presentarse como víctimas, esta vez no de las “cloacas del Estado” sino de un inexistente grupo organizado de reaccionarios, ultraderechistas y fascistas que intentarían terminar con su organización por medio de la violencia, exactamente lo que si les dejáramos harían ellos, las ratas, con todo aquél que no siga sus consignas y que no se pliegue a sus deseos, esto es, la gran mayoría de la población. Es lo mismo que hicieron sus admirados Stalin, Mao, Pol-Pot, Castro o Maduro.

Los ‘Ceacescu de Galapagar’, en lugar de dar orden a unas cuantas decenas de colegas para que compren unas banderas nacionales en un chino y unos polos con la bandera de España en Amazón, se presenten en la casa que ocupaban en Asturias y les monten un verdadero ‘escrache’, se limitan a aprovechar la foto de una estupenda pintada hecha en una carretera por la que no pasa nadie a bastantes kilómetros de su ‘dacha’ de verano, publicarla en las redes, y salir corriendo protegidos -eso si- por 15 agentes de la Policía Nacional, ¡ni el presidente de los EE.UU. en los tiempos más duros de la Guerra fría llevaba tanta escolta!.

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El episodio, además de servir para constatar que son unos descerebrados, demuestra que están sobrepasados por los acontecimientos, probablemente inmersos en un episodio de histeria colectiva, improvisando y, por lo tanto, ‘cagándola’. Música para mis oídos, pues si cuando estaban en la cresta de la ola fueron incapaces de hacer las cosas bien, en estas circunstancias van a cometer error tras error y acabarán cavando su propia tumba.

No hay que cejar en la presión, pues estas alimañas tienen siete vidas, pero mi apuesta es que no llegan en el Gobierno hasta Navidad, aunque el ‘chepas’ tragará (por la cuenta que le trae) y seguirá sosteniendo al gobierno Frankesteín desde el Congreso, ya que lo último que le interesa a Pudrimos son unas elecciones generales ahora, pues corre el riesgo de pasar a ser lo que es, un partido marginal con 8 o 10 diputados, como lo era Izquierda Unida, con el efecto devastador que eso tendría en términos de fondos públicos para el partido y de poltronas a repartir entre las ratas.

A todos los cerdos les llega su San Martín, y el suyo ya está llamando a la puerta.

Laus Deo.