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Cuánta razón tiene mi buen amigo y compañero Javier Vega Cuesta, si repasamos la gloriosa historia de España, veremos que el mes de julio, salvo alguna excepción, nunca fue malo para España. Uno de los motivos, quizás el único, puede ser, sin duda, el hecho de que el 25 de este séptimo mes del año celebramos la festividad de Santiago, nuestro glorioso Patrón y su manto protector se extiende sobre todos nosotros.
Si repasamos algunos de los hechos históricos más relevantes de nuestra historia veremos que, en este mes, la victoria nos sonrió en la mayoría de las ocasiones.
Es cierto que habría que hacer una excepción con lo sucedido en el Rif en julio de aquel fatídico 1921 con el llamado “Desastre de Annual” y el desplome de la Comandancia de Melilla. Sin embargo, en aquella cadena de hechos hubo gestas, como la defensa numantina de Igueriben, que pusieron de manifiesto nuestro honor y valentía. Además, aquel desastre, supuso un punto de inflexión en la sangría africana ya que, a partir de entonces, nos tomamos las cosas en serio hasta lograr, en 1927, dar por concluida aquella larga y sangrienta campaña de forma victoriosa.
Sin embargo, si bien lo señalado podría suponer una mancha negra sobre este séptimo mes, no es menos cierto que hubo otros acontecimientos en los que el triunfo de España brilló con luz propia.
Fue un 16 de julio, en este caso de 1212, cuando los Ejércitos cristianos de los Reyes Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra y Pedro II de Aragón, infringieron una crucial y decisiva derrota al moro invasor en Las Navas de Tolosa, lo que supuso una hecatombe para el imperio Almohade, perdiendo 90.000 hombres en la batalla.
Muchos años después, el 26 de julio de 1582, una Escuadra española, al mando del insigne Don Alvaro de Bazán, integrada por 25 naves, derrotó, de forma aplastante, a una francesa, compuesta por 64 navíos, a cuyo frente se hallaba el Almirante Felipe de Pedro Strozzi, en la denominada Batalla de Las Terceras (Azores).
Si andamos más en el tiempo, nos encontramos con el 25 de julio de 1797, fecha en la que el ambicioso Nelson, tras la batalla naval del Cabo de San Vicente, trata de apoderarse de la isla de Tenerife defendida por el heroico Teniente General Antonio Gutiérrez de Otero junto a un puñado de soldados, marineros y voluntarios -alrededor de 1.700- y el pueblo tinerfeño que acudió a defender la españolidad de la isla.
La potente Escuadra del Almirante Jervis, en la que embarcaba una importante fuerza de Infantería de Marina, alrededor de 4.000 hombres, se presentó en la isla el 21 de julio, comenzando las operaciones de desembarco que resultaron todas fallidas.
El día 25, Nelson, convencido de su superioridad, decide realizar el asalto final desembarcando, a la cabeza de sus hombres, en la playa de la Alameda donde es nuevamente rechazado, resultando herido lo que le cuesta, además de un sonoro fracaso, la pérdida de uno de sus brazos.
Ese mismo día, los ingleses se rindieron lo que les permitió el reembarque de los prisioneros que habían sido capturados por nuestras fuerzas.
Tras la clamorosa derrota, con el fin de minimizar el daño causado a su imagen personal, Nelson trató de justificarse aumentando, de forma deliberada, el número de defensores, fijándolos en 8.000 cuando en realidad no superaban los 1.700.
Todavía hay hazañas que destacar en este mes de julio. El 19 de julio de 1808, nuestros Ejércitos derrotaron sin paliativos al hasta entonces invencible ejército imperial del sátrapa Napoleón.
Bailén fue el principio del fin de Napoleón y de sus ansias de dominar Europa. Luego de aquello vinieron tiempos complicados en los que nuestras tropas sufrieron importantes reveses, pero sin que jamás perdiesen la cara al enemigo y al final, nuestras tropas, con la gloriosa Infantería de Marina a la cabeza, lograron, en 1814, cruzar la frontera francesa persiguiendo a su enemigo.
Finalmente, el 18 de julio de 1936 se inició el glorioso Alzamiento Nacional, un levantamiento que fue la respuesta a los desmanes, crímenes y tiranía de un frente popular que se había hecho con el poder tras manipular, de forma burda y miserable, el resultado de las elecciones de febrero del año anterior.
No fue un golpe en contra de la República y menos contra el poder legalmente establecido, como nos quiere hacer creer la falsa y manipulada historiografía, ya que, aquel gobierno frente populista, había salido, como bien se sabe, del vil pucherazo de las elecciones del febrero anterior.
Además, aquella gesta salvó a Europa de caer en manos del comunismo ya que, de haber triunfado aquí el frente popular, los países de la Europa libre quedarían cercados por los dos flancos, el telón de acero y los Pirineos.
Lamentablemente, aquel Alzamiento, nos llevó a una guerra civil (1936-1939) que dio paso a los años de más prosperidad de España que, finalmente, nos condujeron a la democracia que ahora, nuevamente está en peligro, por culpa del nuevo frente popular.
Así que, ojo con el mes de julio y su próximo día 23 en que, de nuevo, con la protección de nuestro Patrón, Santiago Apóstol, la victoria debe sonreírnos esta vez por medio de las urnas, derrotando a todos esos que pretenden acabar con España como nación.
¡Santiago y cierra, España!
Autor
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José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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El mes de julio siempre fue favorable a los intereses de los españoles…cuando aun habia España.
Ahora España, bueno la sociedad que antaño se llamo española, es la abanderada de cuanta guarreria, vicio, droga o mugre asquerosa exista.
De manera que la gente sensata solo puede mirar lo que sucede mientras la mugre le orina en la cabeza y el espiritu
España es un inmenso plato de Almodobar que suelta churretes mugrientos a todas horas
¡Dios te oíga, amigo y camarada de la OJE!
Rezo a la Virgen del Pilar para que así sea.