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Predicciones desde el 2005 por parte de los Simpson sobre lo que acontecerá en Kosovo próximamente.
Descojono y no del de divertirse.
Dibujitos que nos muestran los eventos venideros con tétrica y cada vez menos sutil predicción.
Los guionistas no es que sean adivinos ni que pronostiquen el futuro mediante una bolita de cristal, sino que forman parte de los «planificadores» de eventos.
Conflicto constante, no resuelto en el corazón de Europa entre cristianos y musulmanes. Lo llevo avisando y aun pocos lo pueden entender y menos, aceptar: https://ntvespana.com/30/06/2023/guerra-en-europa-programada-por-patxi-balagna-ciganda/
¿Dónde está Kosovo y quién vive allí?
Kosovo es un pequeño país muy cercano al centro de Europa, sin salida al mar y en los Balcanes. Limita con Albania, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia. Kosov se encuentra a 1,300 km de Ukrania, 1,200 de Roma, 1,600 de Paris, 1,170 de Berlín y lo que es más preocupante, a 1,040 km de Berna, capital de Suiza.
Muchos serbios lo consideran la cuna de su nación.
Pero de los 1,8 millones de habitantes de Kosovo, el 92% son albaneses (musulmanes) y únicamente el 6% serbios (cristianos). El resto son bosnios, goranos, turcos y romaníes.
Kosovo está más cerca que Ukrania de Roma, de Paris o de Berlín.
¿Por qué han estallado ahora los problemas?
Las relaciones entre el gobierno de mayoría albanesa (musulmana) y la minoría serbia (cristiana) son tensas desde hace años.
En el centro de los últimos enfrentamientos están las disputadas elecciones locales en el norte del país, boicoteadas por la población mayoritariamente serbia que vive allí.
Cuatro alcaldes de etnia albanesa fueron elegidos con una participación inferior al 4%. Fueron escoltados hasta sus oficinas por la policía armada de Kosovo, lo que provocó violentos enfrentamientos con los serbios locales.
La OTAN está enviando otros 700 soldados al país, después de que algunos de sus soldados de «mantenimiento de la paz» resultaran heridos en los enfrentamientos.
Estados Unidos, aliado clave de Kosovo, condenó las acciones del gobierno, canceló la participación de Kosovo en un ejercicio militar conjunto y suspendió las reuniones diplomáticas.
También condenó los ataques serbios contra las tropas de la OTAN.
El año pasado, los representantes locales serbios dimitieron en protesta por la prohibición de matrículas serbias, lo que también aumentó la tensión en el país.
¿Están Serbia y Rusia implicadas en la violencia?
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, el alubio e inteligente Sergei Lavrov, declaró que las tensiones son alarmantes y pueden provocar una «gran explosión» en el corazón de Europa.
¿Declaro? ¿Queda claro?
El Presidente de Kosovo, Vjosa Osmani, afirmó en febrero que mercenarios del grupo ruso Wagner trabajaban con paramilitares serbios para introducir armas y uniformes militares sin marcar en Kosovo, en preparación de una posible anexión del territorio kosovar.
No hay pruebas que corroboren estas afirmaciones según la oficialidad que ya sabemos nunca tiene claro nada hasta que quiere tenerlo.
El Presidente serbio Aleksandar Vucic puso al ejército del país en alerta máxima de combate y ordenó a sus unidades que se acercaran a la frontera con Kosovo.
Para las guerras, hacen falta armas y las armas, son un fabuloso negocio (1), que casa a la perfección con la reducción de población.
Aquí tenemos a la mala de kamala (Harris la sucia) diciéndolo claramente en formato lapsus.
– Oooooppss… iMy bad!
Reducción de población mediante políticas verdes:
– Os vamos a matar. Y las focas aplauden. Inaudito in auditorium.
La tensión en Europa ya está creada, ahora solo faltaban las armas…
Para que la pesadilla no quede incompleta, en ese mismo capítulo de los Simpson (2005), se anunciaba otra peli, «Oppenheimer’s elevador» (el ascensor de Oppenheimer). En el póster se veía una explosión nuclear y era esa peli la que la familia divertida pretendía ver.
Curiosísimamente se ha estrenado la película «Oppenheimer» hace dos meses… (2) (3).
Aquí lo que significa «Oppenheimer» (4).
(1) Según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), en 2020, el valor total de las transferencias internacionales de armas convencionales alcanzó los 89.000 millones de dólares. Casi tanto como las «banderillas de pócima génica», oye.
(4) Oppen sería como «open», o sea, «abrir». Heimer proviene de «Heim» que en alemán significa «hogar» o «casa», mientras que «Heim-» es un prefijo que se utiliza para formar palabras relacionadas con el concepto de «hogar» o «residencia». Por ejemplo, «Heimat» significa «patria» o «lugar de origen», y «Heimkehr» se traduce como «regreso a casa» o «retorno al hogar».
Así tendríamos que «abrir, o destripar el hogar» que junto con la imagen de una explosión nuclear, no parece que los Simpson nos estén «avisando» de nada divertido precisamente…
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