Javier Navascués entrevista a Fran Bo, el humorista que parodia a la Anti España con mucha gracia

A ver pelagianos de la política de VOX que os hacéis pasar por «católicos». Si tanta confianza tenéis por esos líderes políticos conservadores, ¿por qué no le pedís que llenen plazas, calles y lugares públicos de ciudades y pueblos de España con la Imagen de Jesucristo Nuestro Señor y su Sacratísimo Corazón, con citas de los Evangelios, para que puedan leerlas y meditarlas camino al trabajo o a sus destinos todos los transeúntes y conductores, en éste, su mes, en lugar de llenarlas de felpudos multicolor del ídolo abominable de Sodoma para ganar votos a cambio de apuñalar el mismo Sacratísimo Corazón de Jesús y atraer su Santa Ira sobre España?

¿O es que temen los políticos y empresarios que si se hiciese tal cosa caería la actividad económica, las ventas, el ocio y se les votaría menos al crecer el amor a la Verdad y el rechazo a la mentira y el engaño que es la política?

¿O es que Jesucristo Nuestro Señor no merece que se le honre y de gloria en cada ciudad y pueblo del mundo de modo público, con estatuas, imágenes y escenas, en pinturas o figuras que recreen incluso escenas entrañables de los Evangelios?

Desde luego, sería dar gran gloria a Dios ver en Madrid, por ejemplo, en pleno Paseo de la Castellana, Paseo del Prado, Preciados, Alcalá, Gran Vía, Serrano, Velázquez, etc., en sus más emblemáticas plazas y calles, figuras de Jesús, María, San José, los apóstoles, etc., adquiridas a conventos y monasterios de clausura y contemplación donde las hacen artesanalmente con un arte indescriptiblemente bello, para exhibirlas en las plazas, recogiendo escenas como por ejemplo el bautismo de Nuestro Señor en el Jordán, con la inscripción de Lc 3, 22: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco», o la victoria sobre satanás en el desierto según Mt 4, 10: «Apártate, satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él darás culto», o bien las bienaventuranzas Mt 5, 3-12, o bien la escena del leproso Mc 1, 40-41: «Si quieres, puedes limpiarme», «Quiero. Queda limpio.», Jn 15, 5: «Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él dará mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer», Lc 15, 32: «Pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido hallado», o las escenas de la Pasión, como la de Lc 23, 31: «Porque si hacen esto con el leño verde, ¿qué no se hará con el seco?», Lc 23, 43: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso», Jn 19, 12: «Si sueltas a ese, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César», Jn 19, 26-27: «Mujer, ahí tienes a tu hijo», «Ahí tienes a tu Madre», etc.

¿No sería una excelente forma de evangelización, desprendiéndose ya de complejos, diplomacia, miedos a reacciones y atendiendo a la Palabra del Señor según Mt 10, 26-27, en lugar de poner semáforos con imágenes raras y con inscripciones en pasos de peatones de literatos que nadie lee ya?

¿O es que la democracia es el sistema para el que todo vale, ultraje y sangriento desgrarro en el Sagrado Corazón de Jesús y en el Inmaculado Corazón de María pero nunca la devoción a los mismos, porque «todos tienen cabida en la democracia», menos Dios, y es «libertad de expresión» también apuñalar al Señor con un pecado salvajemente satánico hecho bandera hasta en los colegios, escándalo de hombres afeminados y vestidos de mujeres, guarrería asquerosa a más no poder y vomitiva a reventar, además de corrupción incluso de menores en plena calle, que bien les vendría mejor Mt 18, 6-7?