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Rosa María Ramírez Montero. Estudió auxiliar de clínica, técnico en emergencias sanitarias y su especialidad es acompañar a los enfermos terminales. Aunque durante más de 13 años se dedicó a trabajar como quiromasajista y ya se metió de lleno en todas las terapias alternativas y cayó en el reiki.
Tras tener el encuentro con Dios, se dedicó a cuidar enfermos y acompañarlos en los últimos momentos. la El pasado domingo 11 de Junio de 2023, día del Corpus Christi, tuvo lugar la solemne ceremonia en donde pasaba a ser oficialmente virgen consagrada al servicio de la Diócesis de Asidonia-Jerez. Desempeña varias labores de servicio, acompañando a personas mayores que se encuentran solas, alentando a los jóvenes, formando a los niños y allí donde se le requiere.
¿En qué momento de su vida se alejó de Dios?
Entre los 12 y 18 años cantaba en la Coral del Carmen de Jerez e iba junto con mis hermanos a misa diaria. Luego pasé al lado contrario, tras entrar en otro instituto, mis padres se separan y empiezo a alejarme a pasos de gigante de Dios, de la Iglesia y de la Coral. A entrar en edad “tonta”, si no tienes una buena raíz, te olvidas de Dios y el mundo absorbe.
¿Cómo fue cayendo en el reiki incluso hasta hacerlo una forma de vida?
Tras la muerte repentina de mi hermano en un accidente de tráfico, empecé a tener ataques continuos de ansiedad y depresión. Me sentía sola e incomprendida, pero a la vez nunca pedía ayuda, siempre decía: “no necesito a nadie”. Y eso, me hacía más daño y me hundía más.
Como mi trabajo era dar masajes, tras oír hablar del reiki, pensé: “esto es maravilloso”, pensando que ayudaba a todo el mundo. Empecé a hacer cursos para formarme hasta llegar a la maestría. Hice talleres, retiros de todas las terapias alternativas que salían y así fue como mi vida fue cambiando. Incluso convertí mi casa en un templo budista.
¿Cuándo empezó a intuir que estaba viviendo una mentira?
Cuando me inicié en primer grado de reiki en el 2004, tuve una experiencia en la cual pasé mucho miedo. Se me presentó un ser, que al principio pensé que era un ángel, pero no era así, diciéndome: Dios no está contigo.
Y yo en vez de salir corriendo y dejar todas estas terapias, me metí más de cabeza en todas, pensando que así sanaría mis heridas, miedos y complejos.
Impartiendo las clases de yoga, leí libros en los cuales hablaba de un tal Jesús de Nazaret, pero como un simple maestro, eso empecé a verlo raro. A la vez, tenía más y más visiones de unos seres que venían de noche, pasaba mucho miedo, y cada vez iba la cosa a peor. No se lo contaba a nadie por miedo a que me tachasen de loca.
¿Cuándo empezó a cambiar la cosa?
El que había sido mi primer maestro de reiki en el 2015 me llamó y me dijo: Rosa, hemos estado haciendo el mal pensando que ayudábamos a la gente. Quedamos para hablar en persona y ahí conocí a una ex maestra de yoga y me preguntó:
¿Tú ves cosas verdad? Empecé a llorar y le conté todo lo que me estaba pasando durante tanto tiempo. Mi madre en más de una ocasión me aconsejaba hablar con algún sacerdote, pero mi orgullo y soberbia no me permitía entrar ni en una Iglesia.
¿Cómo fue el momento de su conversión?
Como pasaba tanto miedo empecé a acordarme de mi adolescencia en la Coral, así que comecné a rezar el rosario y cuanto más rezaba más paz sentía en mi alma.
En abril del 2016 Juan, el que fue mi maestro de reiki, dio su primera conferencia sobre new age y peligros que acechan nuestra fe. Esa conferencia me abrió los ojos. Dejé de practicar todas las terapias y hablé con un sacerdote que me dio una oración de liberación y tras hacerla durante nueve días, me llevó a un retiro y ahí fue cuando tuve mi encuentro personal con Dios.
¿Qué experimentó rezando a solas ante Jesús Sacramentado?
En el retiro, por primera vez en mi vida o al menos antes nunca había sido consciente, me siento frente a Él. Me pusieron sobre los hombros el manto de la Virgen de Guadalupe, y me dijeron este consejo: “dile al Señor que le abres tu corazón”. Al principio le reté e incluso falté al respeto a Jesús Sacramentado, pasado unos minutos, empecé a sentir un calor muy agradable que me iba invadiendo, le dije: vale, como dicen aquí, te abro mi corazón. Fue decirlo y notar como una cascada de aire entraba con gran fuerza desde mi cabeza hasta mi corazón, empecé a sentir el dolor de mis pecados, no podía parar de llorar, lo miré, le pedí perdón y me moría de vergüenza por tantas y tantas cosas… Yo sentía que no me iba a perdonar, pero alguien (que a día de hoy sigo sin saber quién fue, se me acercó y me dijo al oído, tranquila, Él lo perdona todo).
Nunca podré expresar bien con palabras todo lo que experimenté, cuanto amor, y como a cabezona no me gana nadie, le pedí otra prueba al Señor.
Durante el retiro se hizo una actividad, y ahí sentí como Él me dio lo que le había pedido en la prueba. Él como siempre, con su gran generosidad y misericordia, volvió a colmarme de atenciones. Empecé a sentirme la mujer más amada del mundo y vi como se llenaba ese vacío que siempre había sentido en mi corazón y que intentaba rellenarlo con todo y con nada podía. En ese sábado, 23 de abril del 2016, mi alma se colmó de amor de Dios para siempre.
¿Por qué decidió entregarse por completo a Dios?
Cuando te sientes tan tan amada, Él te va conquistando, es un auténtico caballero. Y yo, quería devolverle, aunque sea con un amor pobre, todo lo que ha hecho y sigue haciendo por mí.
¿Cómo ha sido el proceso de discernimiento para ver donde le quería el Señor?
Tras hacer el retiro, salí siendo otra Rosa, completamente distinta, ya era del Señor, no tenía miedo, ni vergüenza y como he comentado anteriormente, me sentía la más amada del mundo. Quería gritar a todos: “me he encontrado con Dios, me ama y soy feliz”.
A todos les iba contando mi testimonio y le dije a un sacerdote: “quiero ser monja”, él me preguntó: ¿de dónde? y yo contestaba que da igual, que solo quería estar con Él.
Me explicó que eso había que ir mirando, y durante mucho mucho tiempo y acompañada por mi director espiritual, iba viendo dónde ir, pero no me veía en ninguno y eso me agobiaba muchísimo.
Rezaba y le decía: Señor, soy tuya, pero no sé dónde encajo, ¿dónde me quieres?
Con el paso de los años, en los momentos de oración personal, en retiros de silencio, Él me iba llevando poco a poco, así fue como descubrí la vocación de El Ordo Virginum o El Orden de las vírgenes consagradas.
¿Qué supuso para usted descubrir la vocación de virgen consagrada?
Lo descubrí “de casualidad”,vi en internet el testimonio de una virgen consagrada en San Sebastián. Me quedé alucinada, ya que coincidíamos en muchísimas cosas. Al día siguiente me fui de retiro a un monasterio y allí mientras hacía la oración personal apareció esta chica de San Sebastián, mis ojos no daban crédito.
Le llamé por su nombre, María, y ella me dijo: ¿nos conocemos? Me disculpé diciendo: no, pero anoche te vi en Internet y estoy aquí para saber si el Señor quiere que sea como tú. Ella emocionada, me dijo: rezaré.
Al terminar la misa ese día, me retire a mi celda del monasterio, allí seguí rezando y pidiendo ayuda al Señor. La lectura que se me venía a la cabeza era parábola de las diez vírgenes necias y prudentes.
¿Cómo se fue concretando esa vocación?
Al salir del monasterio, lo tenía por fin tan tan claro, que le escribí a Monseñor Rico Pavés, obispo recién llegado a mi diócesis. Y así empezó el proceso de discernimiento e ir preparándome para la Consagración que fue el domingo 11 de Junio de 2023, día del Corpus Christi.
¿Qué es lo que hace ahora en un día normal de servicio en la Iglesia?
Desde rezar la liturgia de las horas, el santo rosario, la misa y la adoración diaria me dedico a acompañar a personas mayores en sus momentos de soledad, a compartir con jóvenes el testimonio y escucharles y a estar con lo más pequeños enseñándoles a rezar en la parroquia. Y por supuesto, servir donde se necesite en la diócesis Asidonia-Jerez.
Autor
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Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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El reiki no es contrario a la doctrina católica. Otro asunto distinto es que los catetólicos vean con recelo como su Iglesia no controla el flujo de beneficios que las personas pueden obtener de la práctica y la sabiduría de las tradiciones milenarias del Oriente. Es como condenar la acupuntura, la macrobiótica, el ayurveda o el yoga. El reiki no es más que imposición de manos en el fondo. El catetolicismo ignora el origen de muchas de sus creencias también. Por ejemplo, Masaru Emoto ha demostrado empíricamente cuáles son las bases naturales, mágicas o preternaturales del agua bendita.
El catetolicismo ha entrado en pánico porque la crítica cultural, arqueológica, literaria de la religión, la religión comparada, la mitología, la historia de la religión también, demuestran que la doctrina católica es tan sincrética como cualquiera de las doctrinas y prácticas que lo precedieron. El catetolicismo prefiere ignorar las grandes virtudes del budismo real -no el de las locas del coño de la Nueva Era- y la tremenda similitud entre la ética cotidiana budista y la ética cotidiana cristiana. Manipular los sentimientos y la ansiedad de las personas débiles y desorientadas parece ahora ser una forma de inducir «conversiones».
A mí me suena también raro, eso que dice de «cayó en el Reiki», como si fuera la heroina. De todos modos, no es una tradición, surgió en Japón a finales del S.XIX. Tiene público, mayoritariamente mujeres, mucho más propensas a la auto-sugestión y a «sentir»…
Así es, como buena «carne de cañón», la Mujer ha sido la primera en «caer» en dichas prácticas contraproducentes. El resultado, hoy por hoy, es visible.
Petitio principii.
A ver, en el Extremo Oriente, cada cierto tiempo, sale un maestro que crea escuela, con su propio nombre, partir de lo que se daba antes que él. Hay artes marciales «nuevas» como también hay un budismo zen basado en el chan chino de mucho antes y, en el caso del reiki, en el peor de los casos, sería un refrito de ideas anteriores. En el mejor de los casos, sería una nueva síntesis con un componente principal que sería lo que siempre fue en China el qi (气) o el prana en la India.
El Catolicismo —-ignoro qué querrá usted decir con «catetolicismo»—- cuya grandeza intelectiva jamás podrá ser aprehendida por un papanatas de su calaña, hace muy bien en repeler e incluso condenar la práctica del reiki entre sus adherentes, por la mera razón/hecho de que dicha práctica, privada de su sustrato simbólico y espiritual (propiamente oriental) es contraproducente e incluso tóxica para los occidentalitos reblandecidos y apóstatas, privados de cualquier conato trascendente con los mundos tradicionales del Oriente.
Digamos que el catetolicismo puede ser definido a partir del conjunto de las actitudes y las características propia de un importante subconjunto del conjunto de los católicos. No todos los católicos son catetólicos pero muchos, por desgracia para ellos, sí lo son. Son catetos y católicos, del mismo modo que los españoles eramos «católicos, feos y sentimentales» en palabras del Marqués de Bradomin. La grandeza intelectual del catolicismo les es ajena. Es más, puestos a ello, les repatea que esa grandeza no sea sino una adaptación a regañadientes de la grandeza filosófica pagana y de la superioridad intelectual congénita de los europeos, no de la ralea semítica. La supuesta o real grandeza intelectual de las sociedades cristianas no le debe nada al judaísmo del que Vds. creen ser una secta, aunque sí lo sean a un nivel superficial y exotérico. La grandeza mística y moral del cristianismo entronca con las religiones griegas de misterio. Una Iglesia que ha ido perdiendo el conocimiento de sus raíces esotéricas, que está agarrotada y enfangada en la represión del disidente, que está instalada en la manipulación psicológica de masas mediante dispositivos simbólicos, que deriva su poder de la instrumentalización del resentimiento de los «humildes» y que es responsable directa por la represión intelectual en su ámbito de dominio a partir de un cierto momento histórico no puede reclamar grandeza alguna intelectual porque ésta sólo se adquiere en buena lid y en la libre confrontación de ideas. La Iglesia Católica tiene la culpa de su propia decadencia y de haber arrastrado al ateísmo a las masas modernas y posmodernas por culpa de ese mal sabor de boca que deja la repetición inconsciente de malas artes y consignas arteras.
Un papanatas, para su información, es el que cree a ciegas lo que le cuentan; incluso uno que es de la opinión del primero o del último que llega o, si no, de su querido yb cómodo entorno. No habrá podido percibir eso en mí. Es más, si se fija, si se quiere fijas, lo último de lo que se me puede acusar es de, precisamente, papanatas. Por tanto, no conoce el significado de los términos con los que se atreve o padece de un cierto desorden cognitivo y de déficit de atención. Si fuera yo un papanatas, eso no cambiaba en modo alguno la veracidad o la pertinencia de lo que digo, con lo que también estaría incurriendo en una falacia ad hominem. Para poder argüir que no aprehendo esa grandeza, diga primero qué tesis o qué dogma o qué doctrina yo no he comprendido o aprehendido. No es mucho pedir. Se llama decencia intelectual. Se llama debido proceso. Se llama disputatio y confrontación de ideas, que es lo único que puede dejar en evidencia al incompetente y errado, no un decreto personal promulgado desde su taburete.
El catolicismo no condena el reiki. Ciertos católicos -catetólicos-, por su cuenta y riesgo, sí lo hacen pero no deja de estar mal que quieran, con toda su soberbia, elevar su opinión personal y sus fobias a la categoría de dogma o de pretensión oficial de la Iglesia. Una Iglesia verdaderamente universal no niega la realidad espiritual de otras tradiciones. Una iglesia verdaderamente universal hace de Tonantzín, diosa madre, una imagen de la Santa Virgen María. El reiki no es nunca perjudicial y le reto a que muestre casos comprobados metódica y metodológicamente de daños causados por esa práctica. Podrá ser más o menos efectiva. Por supuesto, cobardemente, elude la cuestión análoga de la, por ejemplo, acupuntura. ¿Se atreverá a decir que la acupuntura «privada de su sustrato simbólico y espiritual (propiamente oriental) es contraproducente e incluso tóxica para los occidentalitos reblandecidos y apóstatas, privados de cualquier conato trascendente con los mundos tradicionales del Oriente»? ¿Se atreverá? Aparte de que esa ristra de palabras tampoco tiene mucho sentido.
Por último, aunque podría seguir, Vd. no sabe lo que es la apostasía, habla para idiotas de su rebaño drogado o se lo inventa a conveniencia. Para la doctrina católica, el apóstata es una persona bautizada que hace una declaración formal de apostasía en su parroquia o por otros medios. No es una persona que se interesa por otras espiritualidades y otras prácticas. A la iglesia católica la han adelantado por la derecha hoy en sociedad y todo lo relacionado con la salud o santidad corporal procede de tradiciones espirituales paganas u orientales para su mayor desesperación. La guinda tóxica ya es el Cerdoglio como esbirro de la farmafia judeosatánica.
Se te ve el plumero, Satanás de pacotilla, gnóstico de viñeta, mamavergas de logia.•. Ya puedes seguir pataleando con tu cháchara plañidera, que no logras ni escandalizar a las beatorras. Tu desdén apesta a soberbia diabólica, tu presunta ilustración es un burdo espejismo de baratillo, una digestión quebrada de gorrino. Papanatas, dos veces, pues lo eres en grado superlativo, retroactivo. Pero descansa, chato, me paso tu perorata vacía por el nucleótido del duodeno.
El duodeno no tiene nucleótido.
https://dle.rae.es/papanatas
Satánicos son los que obran en contra del orden natural creado por Dios, no los que se valen de él para efectuar las curaciones que los catetólicos no pueden efectuar y mucho menos la mierdicina convencional.
No he dicho nada «plañidero». Una vez más, sale por peteneras con un vocabulario impertinente y una acumulación gratuita de improperios.
Si fuera Vd. un verdadero cristiano, respondería en otros términos.
Soy tan contrario a la masonería como el que más, por cierto. Una vez más, responde en piloto automático y hasta convulso, como si el poseído fuera Vd..
Mequetrefes como Vd. son los que han hecho de la Iglesia hoy un cascarón vacío. Su violenta cerrazón es el cáncer de la sociedad española. Es el tipo de tirano que reacciona soliviantado contra todo el que le incitaría a reflexionar sobre sus propios motivos y sobre sus propios presupuestos. Es como cuando el obispo de Madrid se presentó en una librería de Argüelles, con la Policía Nacional de Franco, a cerrarla porque vendían libros de teosofía… Ese es su odio a la libertad de pensamiento; un odio que se multiplica cuanto más articulada está la postura contraria. Vds. no están sino hecho del mismo material cretino podemita pero en versión reaccionaria.
Bla bla bla bla bla
Aprenda a ser más elocuente y a contribuir una mísera idea siquiera a un intercambio organizado y productivo de ellas; si no para mayor ilustración de la sociedad, al menos, por respeto propio para no dar vergüenza ajena y ser así una carga emocional para la sociedad. Edúquese.
Su cháchara, patético perdonavidas, delata su personalidad egomaníaca y engreída, de listillo segundón… Precisamente porque usted ha logrado hacer de este espacio una auténtica cloaca doctrinaria, respondo paródicamente… ¿Vergüenza ajena? Menudo cafre
No he hecho nada de este espacio salvo expresar una opinión propia que contrasta vivamente con las que mantienen cierta fauna española. Por supuesto, para el bien común. De doctrinario, nada. A ver, ¿qué doctrina sería esa? Una crítica no es, por sí misma, doctrina alguna y mi crítica no es el resultado de presupuestos doctrinales.
Eso sí, es Vd. inferior. No es que yo sea «egomaniaco» sino que, escocido como ha salido, no le queda más que recurrir a un patético mecanismo de defensa psicológico y «percibir» a su interlocutor como lo que no es para poder salvar su propia imagen a nivel consciente. Es una proyección y una reducción de la disonancia cognoscitiva. En España hoy está muy mal visto llevar razón y expresarse bien. Sujetitos como Vd. que no pueden confesarse a sí mismos el origen de sus motivos y sentimientos van a acusar a la desesperada a los que les superan en seguridad y reflexión de fondo de ser lo que no son.
Una vez más, no conoce el significado de los términos con los que chapotea en su balbuceante ira: no hay parodia en sus palabras.
Lo que tú digas.
PS. (…)
No insultes. Argumenta.
Vaya a limpiar la cocina, y no pierda el tiempo en buscar argumentos, glup!