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Me ha ocurrido más de una vez –y no creo ser el único–, pasar muchos años leyendo un texto u oyendo una frase sin provocar en mí ninguna reacción especial y, de repente, un día te produce una a especie de choque emocional… Esto me ocurrió esta mañana al oír la sacerdote leer el evangelio y el archiconocido: “¡Ay de ti, Corazein!, ¡Ay de ti, Betsaida!”; me pareció oír al propio Jesus diciendo: “¡Ay de ti España…!
Creí escuchar al divino Maestro recriminar a nuestra Patria su modorra irresponsable ante la autodestrucción dirigida desde la Moncloa, gracias a los `millones de estúpidos, que han colocado allí al mayor embustero que ha producido la Humanidad. No será fácil que nazca un mentiroso con cara más dura que ese presidente de Gobierno que no se atreve a salir a la calle pues solo recibe insultos por su incapacidad para decir una verdad, — ni aun queriendo–.
¡Ay de ti España!, porque has consentido que semejante indeseable tenga su colchón en la Moncloa, se pasee chulescamente en su “Falcón” burlándose de todos nosotros y se dedique a disfrutar, –como nadie lo ha hecho– de los privilegios de la Jefatura del Gobierno de una nación. ¿Cómo es que no ha surgido ningún “alcalde de Móstoles” y lanzado el pueblo a la calle para impedir esa guasa infame del que ha sido víctima durante cinco años? Y que tampoco hayamos tenido un rey, ni un “general Mola” que –obedeciendo a la Constitución — “que nos hemos dado”— haya cumplido las obligaciones que les impone.
Y, por otra parte, el aborregado pueblo no dice “ni ¡mu!”. ¿Tan descastado –o castrado—está que no tiene la testosterona mínima para tenar una reacción viril?
Toda su energía se le escapa por la boca, ya sea hablando de fútbol o sentado ante la televisión, — algo propio de quienes no tienen edad para la acción, pero absolutamente imperdonable en un pueblo que fue capaz de dominar continentes y todos los mares durante tres siglos y de crear un imperio. Vivimos los frutos de la ignorancia de la propia Historia, algo normal cuando los pueblos se encaminan a la desaparición
Así se explica que Bruselas decida arruinarnos –para luego matarnos de hambre–, y las “clases dirigentes” con menos dignidad que las rameras,– lo mismo la clase intelectual y periodística, que la política o la empresarial. — y tampoco reaccionen como fieras y le den una patada a la Unión Europea y a los Globalizadores sionistas que la dirigen.
Una última pregunta: ¿Merece España desaparecer del mapa de las naciones en forma tan indigna y humillante? ¿Qué nos queda de lo que creía José Antonio Primo de Rivera resumido en la frase: “Ser español es una de las pocas cosas serias que se puede ser en el mundo”?
Aprovecho para dar un consejo a los lectores: Prepárense para el desengaño que nos espera cuando – ¡es lo previsible!—nos gobierne Feijoo. Estoy convencido de que la desgracia de perder en la niñez a los padres se compensa con algunos dones de Dios. Por ejemplo, suele darnos una “intuición privilegiada”, fruto de la necesidad de suplir una carencia invalorable. Aprendes pronto a fijarte en todos los detalles que facilitan el acertar en las decisiones. Duplica — creo yo– la fuerza de tu propia inteligencia. La intuición te evita muchos errores, y sueles conocer rápidamente a la gente; sobre todo a quienes te pueden hacer mal. También a quiénes merecen tu confianza.
Hay hombres que, sin saber por qué, los pongo en cuarentena. Sobre todo cuando veo que “no son transparentes” y evitan dejar pistas. Eso exige, paciencia y esperar detalles que ellos mismos no pueden controlar. La ventaja del hombre transparente –que no es lo mismo que ingenuo y bobalicón—es que pronto sabes qué ruta lleva y que no tienen intención de engañarte. El “opaco” puede serlo bien porque es un prodigio de inteligencia y juega hábilmente sus cartas –que no enseña–, o bien porque “juega sucio” y lo disimula perfecamente… cuando es de inteligencia normal lo es por miedo o inseguridad.
El “opaco inteligente” – y que no es de fiar–, juega fríamente sus cartas. Siempre se tarda en conocer sus objetivos. Por eso tengo mis temores sobre si el futuro presidente sabrá defender los interese de España frente a los globalizadores, y en relación a su unidad indisoluble.
Ojala me equivoque y podamos respirar a pleno pulmón dentro de unos meses, en una España grande y libre. Sería terrible que Bildu, los etarras, los separatistas catalanes, los inmigrantes ilegales, los asesinos y violadores, los ocupas y los que destruyen cruces, siguieran haciendo lo mismo que con Sánchez, so pretexto de “buenas maneras”: dialogo, consenso, estado de derecho y demás martingalas.
Me dan mala espina los detalles que ha ido mostrando poco a poco. Me resulta incomprensible “su afecto al PSOE y su odio a VOX”… y a su jefe Abascal. ¿Qué le han hecho VOX o el vasco, ese líder que ha pasado su vida con guardaespaldas, mientras él, en Galicia, “no hablaba español oficialmente”? ¿Qué no le gusta de Abascal? ¿Qué no aprueba el aborto, ni la eutanasia, ni la inmigración descontrolada, ni esa bomba de relojería para destruir España que son “las autonomías” – “autonosuyas”—ni a los chupasueldos de la UE, etc…?
Durante catorce años he sido “gallego” en Cuba, tengo grandísimos amigos en aquella –y de aquella—región y hasta familiares gallegos, pero sobre todo no olvido que tuvimos un gallego que contribuyó a que España volviese a ser una grande y libre,… pero me dan pánico los gallegos del “estilo Fraga o Rajoy”, por lo que no me alegra en exceso pensar en el futuro Gobierno y en su jefe. Ojalá sea solo un mal pensamiento.
No quisiera que me Patria siguiera camino hacia la sima y tener que recordar el “¡Ay de ti, España!” remedo del “¡Ay de ti, Corazein!”
Autor
- GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
Toda la razon!!!