17/05/2024 03:22
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Nunca he sido de enseñar mucho en público, seguramente porque me cogió una época en la que enseñar mucho se consideraba vulgar, y se consideraba también que una mujer debía velar por su reputación. Ya saben, los prejuicios de una sociedad puritana: auellos que cubrían la frescura de la juventud con los opacos velos del qué dirán, qué pensarán, como si lo que lo puedan decir o puedan pensar tuviera alguna importancia más allá de alimentar el comadreo de gente ociosa, vacía, y terriblemente provinciana.

No soy capaz de sacarme las tetas en público porque me parece fuera de lugar, ¿ qué quieren que les diga? Pero no por eso tengo que impedir que otras lo hagan. ¿Quién soy yo, quién es usted para creernos en el derecho de juzgar lo que otra persona decide hacer conforme a sus convicciones?

Una cosa es marcarse un Rita Maestre y entrar en una iglesia en sujetador diciendo aquello de «arderéis como en el 36″, y otra hacer un guiño a la censura puritana. Lo primero es una falta de respeto a las creencias y la fe de otras personas que se encuentran en un lugar de recogimiento y oración, pero lo segundo ha ocurrido en un concierto -que no deja de ser una forma de expresión de arte-, y por tanto no tiene por qué ofender ni molestar a nadie que se encuentre con los pies anclados en el siglo XXI.

Que Eva Amaral enseñara las tetas no va a procurar a las mujeres derecho alguno, sobre todo porque los derechos están recogidos en la Constitución, pero sí puede contribuir a que esos derechos comiencen a aplicarse en la práctica y en la vida cotidiana. Hay todavía mucho micromachismo y mucho paternalismo vestido de protección contra el qué dirán y el qué pensarán. Todavía quedan hombres a los que la libertad de la mujer les produce inquietud, cuando no temor, y siguen sin comprender que a las mujeres cada día nos importa menos el qué dirán, gracias a Dios. No comprenden tampoco que hace mucho que no esperamos más protección que la que nosotras mismas sabemos procurarnos.

No puedo criticar a Eva Amaral porque yo soy muy de impulsos, y si algún día se impusieran las costumbres de los que no comen jamón y quisieran encerrarnos dentro de esos horribles trapos que oprimen a las mujeres islámicas, es muy probable que también a mí me diera por enseñar las tetas en señal de protesta. Eva Amaral lo ha hecho para protestar por la censura en redes del desnudo de la mujer -censura tan absurda que llegó a vetar a la Venus de Willendorf por considerarla pornográfica-, contra el cateterío insuperable de los modernos inquisidores. No seré yo quien diga lo más mínimo en contra de esto.

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El único fin por el que merece la pena luchar es la libertad. La libertad propia lleva consigo los límites de no causar daño a terceros, pero se da la paradoja de que hay mucha bestia parda dispuesta a limitar la suya y la ajena causando daño verbal y escrito a todo el que no comulgue con sus ideas, sobre todo si es mujer, y sobre todo si es más valiente o más honesta que ellos.

Este es un artículo de opinión, y a pesar de eso provocará que mucho cateto se rasgue las vestiduras, porque es gente incapaz de aceptar un pensamiento diferente al suyo. A veces escribir un artículo de opinión viene a ser tan provocador como enseñar las tetas, y es también un acto de valor. Se podrá estar de acuerdo o no con lo que otro hace o dice, pero nunca hay que caer en limitar su libertad de expresión. En estas cosas las mujeres estamos más avanzadas que muchos hombres, mucho más, dónde va a parar… No estamos dispuestas a pedir permiso para hacer, o escribir, lo que consideremos oportuno, y esa, amigos míos, es una de las virtudes en las que reside nuestra grandeza.

Autor

Yolanda Cabezuelo Arenas
Yolanda Cabezuelo Arenas
Articulista en ÑTV
Colaboradora de Las Nueve Musas, Ars Creatio, y ESdiario
Autora de la novela "La cala de San Antonio"
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Rafael F.

Las progres que jalean q una cincuentona enseñe las tetas cantando las mismas canciones desde hace 20 años son las mismas q piden no hacer topless en las playas o piden q no lleven vestidos con canalillo o no vayan sin bragas en las fiestas porque esto puede provocar «reacciones» de la Morisma de bragueta ligera. Opresión a las mujeres en la Expaña del s. XXI, el paraíso del aborto como metido anticonceptivo más eficaz, el paraíso del puterío prensa rosa y discoteca poligonera, de cuotas «porque yo lo valgo»? Esto es un despropósito, un sintentido, un contradios. En fin. Al final vendrán los, de las chilabas y ta veremos si se atreven a enseñar las tetas, ya veremos.
Por otro lado Expaña se hunde por muchas causas y no paramos de hablar de tetas, banderas de colorines y del cambio climático.

Rafael F.

P. D.
¿Es valiente y reivindicativo hacer algo que se puede hacer, sin ningún impedimento ni consecuencia negativa, algo que resulta rentable?

Perpetuo socorro

Fue una burda operación comercial, bien premeditada, marketing de bajísima estofa.

Jose Manuel

Cada uno utiliza el marketing que considere oportuno. A ella le ha funcionado. Chapó por el comuniti manager.

Resistencia

La diferencia entre naturaleza y cultura, es que en la naturaleza no hay reglas o normas. En la cultura si las hay, donde ir vestido es una de ellas. Enseñar las tetas al personal, lo culos y todas las partes más íntimas nos lleva al estado primitivo de naturaleza, es decir al extremo opuesto de la cultura. Vivimos ahora en un estado de naturaleza muy avanzado donde no se respetan muchas normas y esto va directamente correlacionado con la sociedad más violenta, más mal educada, más egoísta en la que nos ha tocado vivir, es decir vivimos ahora en un estado más natural que antes, de eso no hay duda.

Resistencia

Enseñan la tetas en público si están enfadadas por algo. No parece ser una decisión de madurez, más bien una pataleta que además las expone a posteriores críticas. No le veo la ventaja.

Aliena

Qué graciosilla la señora que hace unos días lloraba a mares por su VOX ( como si nos importase ) poniéndose al venda antes de la herida al (des)calificar de «cateto» a quien no piense como ella ( por más, al declararse «muy de impulsos», lo que afirme en realidad es que piensa más bien poco ). Para terminar, si «los de la chilaba y que no comen jamón» gobernasen en España, eso de que usted enseñaría «las tetas» en protesta no se lo cree ni el tonto ( ¿o debo decir «la tonta» ) del pueblo de usted; o tal lo hiciera cuando hubiese huido a Miami y desde allí.

Geppetto

Bueno, para un hombre ver dos pechugas en sazon siemppre es algo agradable y si es en la intimidad miel sobre ojuelas
Ver un pecho, vulgo tetas, feo sy antilujuria da repelus y mas si va a compañado de luces destelleantes y alaridos varios
Sera muy revolucionario y moderno, pero donde este una Sabrina Salerno cualquiera qe se quiten las revolucionarias

Marco

Buenas tardes: me han pasao por washap un artículo suyo sobre VOX. No se abre y a los que me lo han mandao tampoco se les abre ahora ¿Ha sido censurado? Usted parece una mujer empoderada, dispuesta a enseñarles las tetas a los talibanes si es necesario (jajajaja, modo broma),reivindicativa, luchadora. Insista en que se lo vuelvan a publicar si no se ha borrao por un error.

Maria Luisa

Era una época en la que había que guardar las apariencias, dice usted. O velar por su reputación…ahora sigue igual. Se es liberal cuando no se vetan comentarios de los artículos, o si no se suprime el articulo porque es criticado o si uno no elimina grupos de washap si no le gusta lo que lee. Lo que viene siendo creer en la libertad de expresión. Y viene usted a hablar de cuando hay que enseñar las tetas para reafirmarnos en nuestra libertad. Es usted la monda.

Jassing

Si no vetaran los comentarios en este periódico, me creería un poco más todo eso de la libertad en la que reside su grandeza. No cuela con tanta censura.

AdnaLoy

Yo enseñaría también el culete, ya puestos.

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