07/05/2024 19:41

Merino

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La Ministra Ione Belarra lo ha confirmado con su “Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales”. Las ratas son seres vivos y tienen sus derechos. Roer una parte de España ya no será delito. Roer una parte de España es democracia y libertad.

Claro que para mí eso no es ninguna novedad, entre otras cosas porque Dios me concedió un “Don” especial: oler una rata a 100 km de distancia. Y las conozco mejor que a muchos de mis amigos.

¡Ojo! y a los ratones, ratoncitos, ratoncitas o ratoncites más.

Solo hay que contemplar el mapa de España tal como lo “vio” un genio llamado F. Barredo para ilustrar primero un artículo que publiqué en “El Imparcial” cuando todo el mundo aplaudía el “café para todos” y luego en mi libro “Jaque a España” (y me gané el diploma de facha) , porque entonces algunos (entre ellos Gonzalo Fernández de la Mora, Torcuato Fernández Miranda, Cruz Martínez Esteruelas) ya vimos que las “Nacionalidades” y las “Autonomías” acabarían comiéndose hasta esta histórica Nación.

¿Y qué me dicen de ese Ministerio de la igualdad que cobija a doña Irene y sus “crías”?

¡Naturalmente hay quién justifique a las ratas, porque las ratas –defienden—tienen sus Derechos! ¡Lo mismo que las personas! Una vivienda, los okupas, una nómina (los liberados),  una ayudita (las subvenciones), un Partido (“Podemos), un cerebro (Iglesias),  un golfo (Monedero) y, claro está, un Jefe (don Dios, el Dios que okupa la Moncloa).

Pues, si entre ratas anda el juego ya me dirán dónde puede acabar España… ¡Ah, pero no, que ahí está don Alberto Núñez Feijóo, el gallego, para acabar con las ratas!

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
LEER MÁS:  El cambio climático, ¿realidad o ficción? Por José Antonio de la Fuente Cagigós (1ª Parte)
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Geppetto

Me pregunto a que se van a dedicar a partir de ahora las empresas de erradicación de plagas?
Con un poco de suerte alguien las contrata para que fumiguen en la Moncloa, en la Zarzuela y en el Congreso y el Senado

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