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Alrededor de 8 millones de niños desaparecen cada año en todo el mundo. Según las últimas estadísticas mundiales sobre menores desaparecidos, en Estados Unidos se dan 800.000 casos al año (10% del total de los casos globales). Según las estadísticas más recientes del «United States Census Bureau«, la población adolescente en los Estados Unidos en 2020 (adolescentes entre 10 y 19 años) fue de aproximadamente 42.8 millones de personas. Este número representa aproximadamente el 13% de la población total del país. Que desaparezca el 1,86% de los adolescentes de un país – al año –, es, sin lugar a dudas, estremecedor y muy preocupante.
Cualquiera que conozca ese gran país – yo he vivido ahí –, sabe perfectamente que existe un control exhaustivo y –casi– un régimen policial. Ya en 1992, la policía nos multó por cruzar la calle por donde no había un paso de cebra. Cabe resaltar que eran las «tantas» de la noche y no pasaba ni un coche. Lo dicho, mucho control policial.
Según el Índice de Potencia Global (GPI) de 2021, Estados Unidos es el país más poderoso del mundo, seguido por China en segundo lugar. El GPI evalúa la influencia y el poder de los países en diferentes áreas, como la economía, la tecnología, la militar, la política y la cultura.
La pregunta es: ¿Por qué desaparecen tanto niños y adolescentes en el país más poderoso del mundo?
Todos conocemos la infame «isla de las lolitas«, donde los amiguetes de Epstein (nacido Stolofsky de familia hebrea neoyorkina) llegaban desde Washington para correrse sus bacanales con púberes. Políticos, altos dignatarios, hijos de regentes, famosetes de «Horriwood« y gentuza en general, acudían a St.James Islands para dar rienda suelta a sus perversiones más depravadas.
Pero, ¿800,000 niños al año? Son muchos; y además, cada año.
¿Que hacen con ellos?
<<El 1 de abril de 1899, el cuerpo de Agnes Hurza, una joven cristiana de 19 años, fue encontrado en un bosque cerca de Polna, Bohemia, entonces parte de Austria-Hungría. Estaba tan degollada que casi había sido decapitada. Sus heridas revelaban que la habían mantenido boca abajo hasta vaciar su cuerpo de sangre. Como esta sangre no se encontró en la escena del crimen, debió de ser recogida y transportada. Durante la mayor parte de la historia, la creencia en el «asesinato ritual« ha sido ampliamente conocido.>> Fragmento de una de las historias que aparecía en la revista católica «Civilita Cattolica«.
La revista «Civiltà cattolica« – en 1850 – fue fundada en Nápoles (Reino de las Dos Sicilias bajo la dinastía Borbón de España) por un grupo de jesuitas, quienes querían defender la «civilización católica» , de las amenazas de aquellos que percibían como enemigos de la Iglesia, liberales y francmasones.
La revista estaba a la vanguardia en la escena política italiana, dominada por las consecuencias de la unificación de Italia, particularmente la «Cuestión romana«. El proceso de unificación comenzó en la década de 1820 con el movimiento de los «Carbonari«, una sociedad secreta que buscaba la independencia y la unificación de Italia. Sin embargo, fue el liderazgo de Giuseppe Garibaldi (Mason) y la influencia de figuras políticas como Camillo Cavour ( también Mason) y Giuseppe Mazzini («recontraMasonazo«) lo que llevó a la unificación de Italia.
La revista, se oponía a los partidarios del liberalismo político, e inicio la polémica contra el modernismo. Fue durante décadas la más abiertamente antisemita y una de las revistas católicas más influyentes de todo el mundo. También relataba historias salvajes de hechos que ocurrían y habían ocurrido en Europa.
Una de ellas, es la del niño «Santo Simone di Trento« (1475), que es un ejemplo de niños cristianos desangrados atrozmente de manera ritual. La enciclopedia Judía expone 121 casos de asesinatos litúrgicos, desde el año 1146 hasta 1900.
Yo mismo escribí un libro sobre rituales macabros (Dioses Sangrientos –el Sagrado Tributo-), pero el autor holandés Philip de Vier, ha realizado un minucioso estudio de las pruebas conocidas en unos 200 casos de asesinato ritual en las épocas antigua, medieval, renacentista y moderna. En su libro «Blood Ritual« (Ritual de sangre, año 2001), adopta el enfoque de un detective que investiga un asesinato. De Vier invita a sus lectores a cribar los hechos relevantes de la historia y a ver que apuntan hacia la existencia de un culto de asesinato ritual transgeneracional dentro del cuerpo más amplio de la tradición judaica.
Los mismos judíos han escrito sobre estos horrendos crímenes. Es el caso del escritor – e investigador – israelita Doctor Ariel Toaff. En su libro «Blood Passover of the ritual murder« (Sangriento crimen ritual judío de la pascua judía), expone con detalle como se fabricaba vino y pasteles (matzah) con la sangre de infantes cristianos no mayores de 7 años para la celebración del «Pasaj« o pascua judía.
Uno de los niños santos de la Iglesia ortodoxa rusa es Gavriil Belostoksky, un niño de seis años del pueblo de Zverki. Según la Iglesia, el niño fue secuestrado en su casa durante la fiesta de Pascua, mientras sus padres estaban fuera. Shutko, que era judío de Białystok, fue acusado de llevar al niño a Białystok, perforarlo con objetos afilados y drenar su sangre durante nueve días, para luego llevar el cuerpo de vuelta a Zverki y tirarlo en un campo local. Se creó un culto y el niño fue canonizado en 1820.
Sus reliquias siguen siendo objeto de peregrinación.
El 27 de julio de 1997, Día de Todos los Santos, la televisión estatal bielorrusa emitió una película en la que se afirmaba que la historia era cierta.
Cristóbal de Toledo, también conocido como Cristóbal de La Guardia o «el Santo Niño de La Guardia«, fue un niño cristiano de 4 años asesinado en 1490 por dos judíos y tres conversos (convertidos al cristianismo). En total, ocho hombres fueron ejecutados.
Harold de Gloucester, el pequeño Santo Hugh de Lincoln, Robert de Bury, Werner de Oberwesel y tantos otros infantes inocentes, fueron desangrados por algún tipo de iniciativa esotérica tan macabra como degenerada.
Pero, ¿¿¿Por qué???
Adrenocromo.
El adrenocromo se produce naturalmente en el cuerpo humano a partir de la adrenalina, que es un neurotransmisor y una hormona producida por las glándulas suprarrenales. La adrenalina es liberada en respuesta al estrés, la ansiedad y el miedo, y su función principal es preparar al cuerpo para una respuesta de «lucha o huida«.
Algunos la usan como estimulante, como un potente estupefaciente psicotrópico que se obtiene cuando la sangre está repleta de adrenalina. Según parece, en el momento que una criatura está en estado máximo de horror, en su líquido de vida, la adrenalina tiene una ponderancia enorme.
Es entonces cuando se puede conseguir este estimulante que algunos seres monstruosos necesitan adquirir por alguna razón desconocida.
Parece ser que estos chupasangres, como se les llamaba en la antigüedad, eran – y, quizás aún son – muy aficionados y adictos a la sangre de las criaturas jóvenes. Preferiblemente, varones y blancos.
La sangre se oxida muy rápidamente, por lo que, una vez extraída, debe ser consumida de inmediato. Esto se explica muy bien el Doctor Abram Hoffman en el » American Journal of Psychiatry« (Volumen 116, Issue 7, páginas 664-666) publicado en 1960.
Salmo 106:37-38: «Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre«.
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