10/05/2024 03:48

Esta es una llamada  a la conciencia de cada agente de la ley cuando llega a casa, después de una ingrata jornada plagada de contradicción moral.

La Policía Nacional está conformada por hombres y mujeres de Honor que marcan las distancias frente a otros esbirros que apalean y gasean hombres, mujeres y niños inocentes. Poseen voz propia dictada por la conciencia y ante las injusticias se manifiestan pese a las muchas limitaciones que les imponen en el ejercicio de su deber. Es el caso de Policías por la Libertad, un aldabonazo estruendoso para despertar las conciencias dormidas de quienes pudiendo hacer, no hacen nada por merecer la insignia que portan unificada por un juramento de Proteger y Servir como vanguardia de los derechos de todos los ciudadanos. Antes se podían tener dudas sobre las intenciones de Pedro Sánchez y sus cómplices que ahora son certezas. En un lustro España ha sido víctima de múltiples marrullerías contra el Estado de derecho engañada y es conducida hacia una desintegración generalizada usando torticeramente la lealtad a nuestro país de los agentes de la Ley.

https://www.policiasporlalibertad.com/

En Ferraz no se manifiesta ninguna ultraderecha sino ciudadanos de bien previamente demonizados por una maquinaria de manipulación, alimentada por el indecente despilfarro de los recursos públicos. Los Agricultores y Ganaderos protestan no sólo por sus vidas sino también por la de aquellos que cumpliendo órdenes injustas, cargan contra inocentes y se postulan como represores al servicio de un Mal que muchos golpeadores, en sus reflexiones intimistas a solas, tienen perfectamente identificado. A pesar de ello callan y actúan a sabiendas de que esa subordinación no es buena. La lucha interior para quien posea un ápice de dignidad ha de ser terrible.

Jesús decía: «Ay de aquellos que sepan de los secretos del espíritu, porque a ellos se les exigirá más». ¿Qué decir de quienes siendo guardianes de la Ley verdadera, de la Justicia incontestable, de quienes distinguen el Bien del Mal y siendo conscientes de su responsabilidad añadida no hacen nada por cambiar las inverosímiles situaciones de injusticia? ¿No se les exigirá más si han dado la espalda a su propia conciencia y por ello sufren millones de personas inocentes?

El desorden maléfico de la moral en España está desatado por la impunidad que facilita que otros no hagan nada para frenar la degeneración; una degeneración impuesta con trampas, mentiras, manipulación social y una satánica hipocresía practicada sin vergüenza porque los orquestadores de los perjuicios, en sólo cinco años, se sienten protegidos por aquellos a los que engañan. Una paradoja que los que no son respetados se rindan sumisamente-con el cumplimiento de un deber muy mal entendido-a sus burladores. Como demuestra la muerte de David y Miguel Ángel por los que ni Pedro Sánchez ni el PSOE han demostrado la mínima consideración. ¿Qué más se necesita para enfrentarse a la conciencia de una pasividad que pudre a tantos por dentro, conscientes de que hacen mal por la comodidad de sus seguridades personales? ¿Cómo se ven uniformados si están desnudos por dentro, con esa desnudez del alma que provoca pornográfica vergüenza personal? ¿El salvaje asesinato facilitado por un desgobierno de malhechores no es suficiente revulsivo para golpear la conciencia?

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¿De cuánto más desprecio han de ser testigos los Agentes de la Ley disconformes con nuestra España comandada por delincuentes, para tomar conciencia de que importan un bledo sus propias vidas expuestas a la criminalidad, indefensos y coartados ante el Mal que impera en las calles y los hogares de los ciudadanos de bien expuestos a la criminalidad defendida desde un gobierno de desalmados, carentes de moral y malintencionados? ¿Qué decir de los que desfilan con el silencio sepulcral acerca del deber jurado, en fechas festivas, menos cuando se les necesita? ¿Y qué de la ausencia de quien más se espera y parece que se esconde?

Estas Fuerzas de Seguridad del Estado con la conciencia más allá de la obediencia debida con una España tomada por sus enemigos, incluso ocupada por él la presidencia del gobierno, podrían ser los decisivos héroes de la Historia de España que unieran sus voluntades a la protesta del sector primario. Han observado las múltiples iniquidades de una minoría política con cambalaches criminales contra la ciudadanía y la propia esencia de ser del Estado español. Su apoyo pacífico y reivindicativo marcaría un punto de inflexión para parar estas inercias de criminalidad y delincuencia de alto nivel mediante el engaño y la manipulación de los derechos y deberes inherentes a una democracia.

La oportunidad histórica de enmendar los retorcidos destinos de España a los que están obligando unos politicastros que usan la ley para retorcerla y estrujarla a favor del sectarismo, sería decisiva en estos momentos en que ha quedado en evidencia el cariz corrupto que pretende destruir España y a sus ciudadanos inocentes. Pero de nada sirve el coraje del Pueblo sin el apoyo de sus puntales guardianes que vigilan con sana reflexión el cumplimiento de los preceptos de la Libertad y la Justicia que este gobierno ha violado repetidamente. La conciencia y la dignidad deberían vestir los espíritus de los Policías y Guardias Civiles antes que el propio uniforme si es usado para arremeter contra los derechos inalienables que juraron proteger.

¿Algo está cambiando?

Ante las órdenes políticas y  deleznables que partieron del Estado Mayor de la Guardia Civil, un excepcional inspector de la Policía Nacional se trasladó con su no menos excepcional efectivo a la Comandancia de la Benemérita sita en la calle San Vicente  número 52 de Alicante, para presentar los respetos por David y Miguel Ángel, con un minuto de silencio en solidaridad con sus compañeros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

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QUE CUNDA EL EJEMPLO

Todos a una: La conciencia es algo personal e intransferible, pero une las fuerzas del Bien

La última ha sido el asesinato de David y Miguel Ángel y la indiferencia por brutal dolor causado de quienes los enviaron a la muerte segura, obligados a cumplir una misión suicida sabedores de que carecían de medios. Ridiculizados antes y después de morir. Y si hay tragaderas para soportar tanta iniquidad, es una cobarde y cómoda complacencia para no cambiar lo que nuestro país pide con gritos de auxilio cada día.  Son muchas las señales que indican el permanente atentado contra el Estado de Derecho, contra las Fuerzas de Seguridad del Estado, la imposición de indefensiones para facilitar a todo tipo criminales el abuso contra los agentes de la ley coartados en el ejercicio de su trabajo, expuestos ruinmente a la fragilidad de sus vidas sin poder defenderse, atropellados y burlados constantemente por un desgobierno que desactiva la Seguridad Nacional y facilita el asesinato de sus garantes que juraron por su Honor defender lo que hoy es denigrado y destruido a diario.

Muchos Agentes están en desacuerdo con lo que los dirigentes dizque políticos imponen con marrullerías y lineal corrupción, desprotegiendo los intereses vitales de millones de ciudadanos a los que se les impuso sendos confinamientos ilegales que convirtieron en cómplices a la propia Policía y Guardia Civil. Y no obstante demostrada la acción delictiva de un grupúsculo de delincuentes comunes que aprovechan las siglas políticas para hacer lo que les viene en gana contra toda dignidad y moral elementales, es el Pueblo quien toma la iniciativa de Justicia histórica frente a la pasividad de quienes poseen para sí la insigne decisión de parar este frenético viaje hacia la traición que amenaza exterminar la propia nación Española.

Únanse en conciencia las Fuerzas de Seguridad del Estado a la protesta pacífica del Pueblo que reivindica Justicia histórica. Allá cada cuál son sus siembras personales que tarde o temprano se recogen. Sólo estamos de paso; mejor marchar con los deberes hechos siendo esta ineludible conciencia una referencia maestra de las responsabilidades adquiridas por nuestros actos.

No maltraten al Pueblo inocente, antes bien comprendan las legítimas causas antes de levantar la mano contra ciudadanos de bien.

 

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Observador

Conozco a policías que, individualmente, son excelentes personas y patriotas. Pero como cuerpo, el policial (policía nacional y demás policías) han caído en la mayor de las desgracias y felonías. Al menos para mí. ¿Es que ya nos hemos olvidado de que gracias a ellos fue posible la violacion de todos los derechos constitucionales? Derecho de circulación, libertad de expresión… Gracias a su actuación fuimos detenidos domiciliaria mente sin ningún tipo de acusación sin que ningún juez decretará nuestra detención (ni habrás corpus ni nada). Eras todo órdenes políticas ilegales que las policias aplicaron sin rechistar a sabiendas de que iban contra la co situación. Y tuvo que ser el tribunal supremo y el tribunal constitucional, a»toro pasado» que firmase condena de esas leyes reconociendo que eran ilegales, anticonstitucionales. ¿Han pedido perdón? Pero si es que entraban en las casas sin orden judicial porque ¡Había una reunión familiar! Colaboraron activamente con el Mal. Hicieron posible el Mal. Cuánto sufrimiento hubo porque cumplieron con esas órdenes ilegales. Tengo amigos policías que se plantaron ante sus mandos y les dijeron «no pienso poner ni una multa COVID, y si quieres algo me lo das por escrito». Y efectivamente: esos amigos policías veían a personas por la calle sin máscarilla y no decían nada, veían circular a personas a pue o en coche y no decían nada y así con todo. Y los tribunales les han dado la razón. Todo era ilegal. Pero estás actitudes fueron muy minoritarias. Bien picos tuvieron los cojones y el amor a España y a los españoles y a la LEY para plantarse así ante sus mandos. El conjunto… merdé
¿Y ahora? Se dedican cumplir ordenes politicas de reprimir las manifestaciones en ferraz por ejemplo. Y cada vez están más chulos y menos respetuosos con los ciudadanos. Por mi parte ni un solo apoyo, ni agua. Y si alguna vez tienen que volver a Cataluña contra los indepes, esta vez ni una mínima muestra de apoyo. Se lo han ganado a pulso.

Observador

Y leo que han recibido órdenes, todas orales y nada por escrito, de que no se haga ni un homenaje a los dos guardias civiles y que ninguna bandera esté a media asta. Y todos obedeciendo. Nadie tiene las narices de decir «pues aquí a media asta, aunque me expedienten». Y es que hay veces que hay que decir «hasta aquí» pero no están dispuestos a ello ni asumir las consecuencias. Es mejor vivir siempre agachando la cabeza y llegar a casa poner «la isla en pelotas» o er furbo olvidarse.

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