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La mentira tiene las patas muy cortas, quizá por eso se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Cuando alguien es capaz de mentir y provocar con esa mentira compartida más de cien mil muertos y encima se pone estupenda y canta en una emisora cutre y podemita una historia de expiación y de yo lo avisé, sin recordar que lo que cuenta se vuelve contra ella en otra declaración pocas fechas después de la mencionada en primera instancia, estamos ante una criminal que además certifica con su declaración lo burra e indigente moral que es la individua.

         Dice y cuenta la tal Yolanda Díaz hace unos días, en pleno ataque de «joder cuanto me gusto», que ella ya el 15 de febrero se dio cuenta de la gravedad de lo que se nos venía encima y mandó a «su equipo de expertos» que elaborara una guía con medidas, que presentó en el Gobierno y que fue muy polémica. Vamos, que, a la pobre, aparte de no hacerla ni caso y tacharla por todas partes de alarmista, se llevó hostias de colores. Y ¿cuándo fue la fecha de tal hecho? Según la bruja el 4 de marzo, o sea 4 días antes del «infestodromo»… Ese del 8M en el que podría haber valido como eslogan aquello que dijo Carmen Calvo como respuesta en la televisión a la pregunta de ¿cómo animaría a las gentes a asistir a la manifestación? «Es que nos va la vida en ello…» Clarividencia total que incluso le cuesta a ella lo que les iba a todos los y las demás.

         Ella avisó. La bruja se bajó de la escoba y avisó, pero en la explicación del otro día se le trastabillaron las fechas y no recordó que, con cámaras y micrófonos esta vez sí está comprobado, el día 4 de marzo dijo textualmente: «Quiero mandar un mensaje de absoluta tranquilidad. El gobierno de España con el ministro de Sanidad a la cabeza está actuando correctamente y, por lo tanto, no aceleremos riesgos que a día de hoy parece que no existen». Repito. Esto lo dijo y está grabado el día 4 de marzo, y aquí no pasa nada. 

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         Estamos en manos de semejantes canallas que ni mentir saben y la sociedad sin decir ni pío. HAN MUERTO ALREDEDOR DE 160.000 COMPATRIOTAS Y MUCHA CULPA LA TIENEN ESTOS CUATREROS Y NADIE, NI SIQUIERA LOS FAMILIARES DE LOS FINADOS DICEN NI HACEN NADA. ¿Es que ya no tenemos ni dignidad, ni sangre en las venas? Es descorazonador ser parte de una sociedad tan mansa y podrida como esta. Si no fuera por la parte que nos toca y repercute en nuestras vidas es para decir aquello de «Es que se merecen todo lo que les pase».

Autor

Alejandro Descalzo
Alejandro Descalzo
Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.