10/05/2024 07:13
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Mi amigo Bermejo es lo que se dice de toda la vida un «enterao». El muy vivales se me acerca y de modo entusiasta me comunica que la Olona se presenta a las Generales del 23 J con un partido que aglutina el voto de todas las señoritas de compañía en España.

-Venga ya, enterao.

-Que sí, mira el logotipo del partido » esperemos en la esquina».
-Que no enterao, es «Caminemos juntos».
-Qué chorrada de nombre para un partido.
-Como lo de «esperemos en la esquina».
-Coño, es que vi los zapatos de tacón y me pareció…Vale, me equivoqué, pero el logotipo sugiere la cartelería en neón de un lupanar de carretera.

Los zapatos de tacón en azul y rojo bien podrían resultar un excelente reclamo para un bar de carretera, estoy de acuerdo pero, seamos serios, la intención tras la burda y mediocre ocurrencia del caminemos juntos con zapatos de tacón azul y rojo pretende dar a entender que por abarcar, lo abarca todo. En el súmmum de la singularidad, la otrora azote de rojos desde los púlpitos de VOX, ahora de corazón rojo y sin rubor de vergüenza, registra un partido para aglutinar el voto de los bipolares. Si hay que trincar que sea a derechas e izquierdas con ese posicionamiento ridículo entre extremos nazis y estalinistas.

-No tan extremistas-, me dice el «enterao».
– Pues bipolar entre la izquierda y la derecha.
-Esa es la idea.
-¿Lo bipolar?
-No hombre, La izquierda y la derecha.
-Pues más que una ideología propia parece un trastorno mental no tratado.

A Bermejo hay que darle la razón aunque no la tenga,  por algo es el enterao. Si dice que la Macarena Olona trastabillea por una dolencia mental no tratada, habrá que hacerle caso, sobre todo porque cuanto hace es propio de una demente ajena del ridículo público que provoca. Ese evidente divorcio con la coherencia y la sensatez es suficiente síntoma de que la ex de Vox cuya ambición enfermiza quedó en la nada, está tarada o, como menos, padece un trastorno temporal que, a decir verdad,  dura demasiado. La sobreactuación desde el peregrinaje a Santiago de Compostela sólo fue la antesala de un espectáculo patético de ansias protagónicas y, per se, agónicas.

-Qué agonía de mujer, ahora defiende un plebiscito para elegir entre monarquía y república.
-Venga ya.
-Que sí, loca de atar.
-Solo a una traidora, oportunista y malhechora se le puede ocurrir caminar juntos con zapatos de aguja bicolor y pretendiendo sembrar cizaña sobre las bases constitucionales. No aglutina a las escort, sino a los rojos y azules antimonárquicos y lo que tercie. Todo sea por la pasta.
-Vaya pájara, no me extraña que fuera a piar a la tucana del desempleo. Tal para cual.

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La idea de los zapatos de tacón parece surgida del momento culminante de una resaca. Fútil, mediocre y facilona ocurrencia, el problema no es la monumental patochada del Caminemos juntos con zapatos de tacón de aguja y bicolores, sino la aceptación desde la sobriedad de que la idea es estupenda como para convertirla en imagen de marca política.

Últimamente se le nota en la cara un rictus delirante aparte de muy pronunciada falsedad en la sonrisa. Es una Macarena Olona extasiada de protagonismo e irrelevancia, pero auspiciada por los circos televisivos que la contentan con cámaras si se balancea en los platós como atracción de feria. El fullero Sánchez manda y la Olona iŕa como un saltimbanqui a cubrirse de gloria. A cuánta gente habrá usado la manipuladora para trepar a la cima de la irrelevancia.

-Que se columpie la mona, digo la Olona-, sentencia Bermejo.

Veremos cuantos trastornados, trastornadas, «transtornades», apuestan por su indefinido proyecto presentado para intentar seguir viviendo del cuento de la política. El trastazo será monumental, quizá entonces pueda tratarse el desequilibrio mental que provoca calzarse una vanidad de tacones altos para caminar con la decencia tan baja.

-Quizá.

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
https://www.linkedin.com/in/ignacio-fern%C3%A1ndez-candela-59110419/
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Aliena

Oooh, cómo ha caído en el aprecio del voxero histérica la antaño «molona» Olona, la que era necesaria para salvar España, la que se pasaba las mañanas, tardes, noches y sobremesas «arrasando, fulminando, destrozando y dando zascas», la que abrazaba inmigrantes y hablaba con los padres de no-sé-quienes, la que se iba a quedar en la oposición en el Parlamento Andaluz ( «y como digas lo contrario es que eres una antipatriota» ). A ver cuándo se destapa el/la/le siguiente…

Geppetto

Esta dama ha perdido el norte
Y poco mas

Ramiro

Si es que alguna vez lo tuvo.

Geppeto

Y bastante más

Ramiro

Cuando se comete un delito, siempre se pregunta: ¿a quién beneficia…?
Por supuesto que esta señora no ha cometido delito alguno, pero parece obvio que su actuación trasnochada beneficia a la izquierda, ergo…, ya sabemos a quien no debemos votar.

NiEsteNiElOtro

Para Olona, lo de ‘Caminando juntos’ consiste, por ejemplo, en ponerse pulseritas con el emblema de la Guardia Civil y concederle entrevistas al tipo que se hace selfies con Arnaldo Otegui.

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