03/05/2024 07:42

En absoluto. Ni en España, ni en ninguna otra nación europea. Más aún, están crecidos y creen que tiene derecho a todo, y más que le diéramos, porque todos ellos, sean de la latitud que sean, se sienten víctimas de la cultura que les dimos, de la que siguen viviendo, pues de lo contrario estarían en su edad media, que de ningún modo sería la nuestra. Y tal esa mentalidad victimista, que llegan al punto de acusarnos de “racistas” por cualquiera comentario por justificado y medido que sea, como consecuencia de una personalidad adquirida por la que se consideran víctimas de las acciones negativas que les infringimos los españoles, y en general los europeos, al margen de la verdad histórica y la evidencia más palpable.

Ahora bien, la culpa es de esa enorme cantidad de españoles que tarde, y no en toda su dimensión, comienzan a ver el problema de esta inmigración masiva y fuera de control que padecemos, que no para de llegarnos y de la que se han aprovechado y se siguen aprovechando, sea dicho en honor a la verdad, muchos españoles, acudiendo a sus servicios de economía sumergida, como si los españoles que ejercen esos servicios no merecieran un salario justo. Inmigración a la que se concede los mismos derechos, la misma proyección e idénticas oportunidades que a los españoles, lo que a todas luces supone un agravio comparativo.

Agravio comparativo de enorme desproporción, porque fueron los ancestros de los españoles de hoy quienes hicieron la nación española, comunidad humana definida por una lengua, unas raíces, una historia, unas tradiciones, una cultura, una geografía, una raza, un carácter y un espíritu. Nación a la que denominamos Patria con toda propiedad, frente a la concepción voluntarista de nación que no tiene mayor vigor que el utilitarismo sobre un pacto de conveniencia.

Repitamos lo que ya hemos dicho otras veces, a saber, que la inmigración en la forma y modo que nos ha llegado y nos sigue llegando, es el tercer GRAN problema de España después de la apostasía de la fe católica y del separatismo, hoy en su última fase de expansión. Y lo es, por una sencilla razón, porque el español, por más desagradecido y depravado que sea, puede volver. Ahí tenemos la ristra de socialistas, comunistas y separatistas reconvertidos… Sin embargo, ese volver jamás podrán hacerlo los inmigrantes, porque ellos vienen con una cultura diferente, muchos son de una raza distinta y portan otra fe. Y esto les hace extraños y en muchos aspectos antagónicos a nosotros.

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España está como está, y será muy difícil una reconversión, a menos que liquidemos este sistema y lo sustituyamos por otro. Y aunque entiendo a los optimistas irredentos, yo prefiero ser realista para que cuando llegue el final no me ocurra como a esos patricios romanos que cuando los bárbaros estaban a las puertas de Roma, seguían disfrutando en sus fabulosas villas… Todos los imperios y las civilizaciones que han existido a lo largo de la Historia han caído, y lo han hecho por idénticos motivos. Hoy estamos en ese momento de la civilización occidental-cristiana, y España abandera la quiebra por razones que están al alcance de quienes conozcan su historia.

Pese a todo, puede que nos llevemos una sorpresa, y cuando menos lo esperemos, todos ellos, juntos y en unión, sufraguen un monumento de agradecimiento a España con la siguiente leyenda: Gracias, España, por darnos lo que ni soñábamos que nos dieran nuestras patrias.

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Pablo Gasco de la Rocha
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No le de más vueltas D. Pablo. todo lo que gira alrededor de la inmigración ilegal (desde la propia inmigración, sus redes, la recepción y tratamiento que aquí reciben,, los problemas sociales adjuntados….) está diseñado estratégicamente, de forma consciente y queriéndolo, para destruir España, para destruirnos. Y los políticos del liberalismo están en ello porque cumplen las ordenes de otros y son bien pagados para hacer todo esto. Si pueden destruir España, pueden destruir el resto de países europeos y los países hispanoamericanos. No hay más.

José Luis Fernández

La permisividad con la inmigración ilegal, en muchos paises europeos, se debe a la influencia de los políticos de izquierda y liberal-progresistas por una parte, y de la Iglesia Católica por la otra. Los políticos que son partidarios de permitir la entrada de inmigrantes sin ninguna restricción lo hacen porque creen que defender las fronteras es cosa de fascistas y porque tienen un complejo de culpa debido al periodo colonial de los paises europeos; la Iglesia Católica abre los brazos a la inmigración de una forma ingenua y suicida porque considera que los católicos tenemos la «obligación» de acoger a los inmigrantes como si fueran nuestros hermanos, aunque sean de religión islámica y vengan a Europa con la intención de conquistar el Vaticano y de islamizar nuestro continente.

Hakenkreuz

A lo largo de los años sesenta del siglo pasado, la mayoría de naciones africanas obtuvieron la «independencia», es decir, fueron naciones soberanas como demandaba la progresía mundial en alza con una URSS y un bloque soviético imperialista en extensión por todo el globo. A partir de entonces, de aquellos años sesenta de hippies, Vaticano II, «sexo, drogas y rocanrol», «amor libre», «paz» y odio al capitalismo de señoritos y señoritas universitarias, muchos hoy en el poder, todo el mundo sabe lo que ocurrió de modo generalizado: guerras civiles e inciviles muy sangrientas, exterminio, invasiones, destrucción económica y natural, limpieza étnica, abusos de todo tipo, tiranías, dictaduras sanguinarias, empobrecimiento generalizado rampante, etc. El más salvaje racismo criminal sanguinario, solo superado (con creces) en Asia (China roja, sudeste asiático rojo, Japón, Mongolia, Corea Norte (sobre todo) y Sur, etc.), se apoderó de las naciones africanas nada más estrenada su «independencia» y soberanía. Lo que parecía que iba a ser la tan ansiada «libertad» de los «pueblos oprimidos bajo el colonialismo capitalista», acabó en un infierno de muerte, guerras, tiranías, odio, limpieza étnica y todo tipo de males apenas imaginables (solo los misioneros católicos vivos, lo mejor de África, saben bien, aunque callen o disimulen, lo que allí acaeció y acaece).

A partir de la «independencia» de los países de África comienza la absoluta y radical dependencia y subsidiariedad de Europa y Norteamérica, del mundo «rico» occidental, bajo el constante chantaje moral de que el que es pobre lo es porque otros son ricos (cualquiera podrá pensar si la mayor parte de la historia y de la prehistoria esto ha podido ser realmente así. Hace falta ser subnormal para creer tal falacia).
Se ha creado en algo más de seis décadas un continente entero multimillonariamente subsidiado y enteramente dependiente del dinero del empobrecido pagador de impuestos de occidente, esclavo de los engaños favorables a la «ayuda al tercer mundo» (pues las entidades financieras pronto retiraron sus préstamos a esos países): África, donde dos generaciones han sido de modo aplastantemente mayoritario, acostumbradas a vivir sin dar un palo al agua, sin trabajar absolutamente nada de nada, sin aprender ni un solo oficio salvo el de la prostitución, el proxenetismo, el tráfico de drogas, el robo y el asalto, el secuestro, el crimen organizado, el tráfico de personas secuestradas (especialmente niñas), la guerra y muchos tipos de ocupaciones propias de delincuentes. Se ha acostumbrado a dos generaciones de africanos a vivir exclusivamente del crimen y de la multitrillonaria «ayuda exterior» extremadamente corrupta en sus intermediarios y receptores mediatizada por ONU, FAO, OMS, FMI, BM, OCDE y todo tipo de bandas de delincuentes y criminales, pues no merecen otro calificativo en honor a la santa Verdad. Desde luego ningún otro al que reciben las mafias que trafican con personas por el Mediterráneo en pateras.

Habiéndose creado dos generaciones de vagos de profesión, indolentes y bárbaros salvajes como sus generaciones anteriores (sin paternidad responsable ni matrimonio cristiano como Dios manda, ni más unión carnal que la que une al perro y la perra en celo con hombres que se desentienden de sus hijos con muchas mujeres y mujeres que tienen hijos con varios hombres, no pocas veces violadas y con sida, mal que pese a muchos y cuya conducta también traen aquí a Europa), que ni han estudiado, que ni leen, ni tienen constancia en nada, que ni saben hablar su propio idioma, no digamos otro, que ni han trabajado ni pueden trabajar en nada (África está plagada de ciudades sin más calles que el barro, la tierra y el polvo del suelo, sin más edificios que los que se construyeron en época «colonial» o que han financiado las misiones (especialmente los católicos, los únicos que allí hacen el bien), sin más infraestructuras que las que han construido extranjeros allí, la mayoría echadas a perder y sin mantenimiento, sin más explotaciones agrícolas que las de misiones católicas, a pesar de tener un suelo fértil realmente envidiable, sin más negocios que los safaris, minas (de capital extranjero y protección militar, con un fuerte impuesto en favor del tirano local) y pocos más en ciudades urbanizadas por capital extranjero de la tan famosa «ayuda», donde una minoría de africanos tratan de vivir civilizadamente en medio de delincuencia, crimen y miseria vomitiva), con esas generaciones, ¿qué beneficio se espera de esta invasión europea?

Está claro que a los demoníacos gobiernos de izquierdas, los socialistas y progresistas, especialmente en España, les interesa mucho esta invasión y su regularización como españoles para que les voten en las elecciones (voto comprado al extranjero con nacionalidad española) y así conservar el poder siempre frente a la derecha. También es un modo de chantaje económico a la Unión Europea, mediante el cual, si no ofrecen ayudas multimillonarias a la quebrada España tiranizada y empobrecida cada vez más por rojos, para pagar pensiones, funcionarios, subvenciones a empresas grandes y del IBEX 35 y millones de votos para rojos y antiespañoles, se les amenaza con permitir a toda esta marabunta llegar al resto de Europa e inundarla de africanos que ni trabajan, ni son capaces de tener una disciplina laboral, ni respetan al prójimo ni su propiedad, que no entienden de respeto por la mujer (violan en manada, aunque se silencie), ni respetan las leyes y las autoridades (pobre del policía que les tenga que detener), ni respetan los bienes públicos (defecan y orinan en las calles, vomitan, guarrean todo, tiran basura en cualquier lado y no consienten que nadie les llame la atención, amenazándoles con denunciarles por «racismo») ni conocen el idioma, ni saben leer, ni saben ningún oficio y que vienen aquí con la esperanza de ser tratados como siempre por la «ayuda al tercer mundo», es decir, tratados de modo de que les den vivienda gratis, ropa gratis, comida gratis, transporte gratis, sanidad gratis (educación no, que ni la quieren ni son capaces de acudir a clases, salvo para tratar de violar alumnas, menos de aprender, sus taras se arrastran de generación en generación, pues son incapaces apenas de meditar) y todo tipo de privilegios gratuitamente y de modo indefinido y sin rechistar, de lo contrario, somos unos racistas hitlerianos exterminadores de africanos en cámaras de gas de Auschwitz como mínimo. El chantaje victimista es más implacable que la inquisición protestante en sus tiempos.

El victimismo es descomunal y afecta incluso al corrompido hasta la médula fútbol, antaño deporte y sana afición, hoy espectáculo de depravación y bufoneo para entretenimiento social en una sociedad enferma camino de la autodestrucción, con unos futbolistas convertidos en bufones, payasos de un circo, putas de un cabaret con balón. El caso del privilegiadísimo jugador del Real Madrid, Vinícius, que no parece muy interesado en darnos a todo el mundo una auténtica lección de convertirse en activista contra el racismo descomunal que hay en Brasil (con asesinatos, que no solo insultos, asesinatos masivos), su tierra, aunque acuse el que hay en la que le hace rico, el de España, es otro desgraciado ejemplo en España, la nación que tolera por todo estadio la bandera de Sabino Arana y de ETA, no la del III Reich. Eso sí, estos antirracistas multimillonarios llorones famosos porque les han insultado en el cole (estadios), no levantan ni un solo susurro contra el aborto de niños y niñas no nacidas de cualquier raza (negros como Vinicius, orientales, indios, americanos, eslavos, etc.). Para eso no tienen lo que hay que tener, amor a la Verdad y odio a la hipocresía farisea. ¿A que ningún bufón futbolista mega estrella privilegiada multimillonaria o presidente de club importante Champions o dirigente distinguido de la corrupta FIFA propone una campaña antirracial contra el aborto de no nacidos de cualquier raza? Efectivamente, NO. No, porque el racismo en realidad no les importa ni un solo pimiento, como a los judíos fariseos hipócritas no les importaba un pimiento Dios por mucho que vanamente lo invocasen en sus sinagogas, ni ante sus milagros se conmovieron, al revés, lo tratan de instigar todo lo que pueden por razones políticas y electorales, como el odio a Franco aquí en España (ya el Señor nos advirtió que el mundo nos odia como antes le odió a Él. Como Franco fue un católico ejemplar, el odio contra él de los que odian a Cristo es inextinguible mientras Dios no haga Justicia).

No hay racista mayor que el declarado antirracista, que no le quepa duda a nadie. Allí donde hay un antirracista (siempre sembrador de cizaña), hay un furibundo racista. Nunca se habla, además, de la raza blanca como la menos racista de la historia, según han demostrado los hechos. Y sí la más cristianizadora civilizadora.
Además, ¿a que a ningún antirracista de esos le parece mal determinado tipo de racismos frente a otros, por ejemplo, el más sanguinario de los negros en USA contra la población blanca (muchísimos más atentados racistas de negros contra blancos que viceversa)? Para el antirracista, hay racismos asesinos y sanguinarios que son «justos», ¡cómo no!. Por eso callan, como los judíos, el racismo genocida de Stalin contra los hebreos por millones (silencio fariseo vomitivo hasta el extremo), la manada de camellos, mientras que cantan a son de trompeta mundial, tragan, el mosquito de los judíos asesinados por otros, incluida la Europa medieval.

Hakenkreuz

Teniendo en cuenta esto, ¿para qué se «independizaron» las naciones africanas, si estaban mejor siendo territorios europeos? Si se obtiene la «independencia», se entiende que no se quiere, en absoluto, formar parte de la metropoli. Pero esto es justo lo contrario a lo que la inmigración incontrolada manifiesta. Nunca se debió abandonar África por parte de las naciones europeas. De hecho, deberían volver a retomar como territorios propios, con total derecho, los antiguos territorios que en el pasado fueron ingleses, franceses, belgas, holandeses, españoles, portugueses, italianos y alemanes. Para hacer lo que hoy hacen millones de inmigrantes, lo mejor es la anexión a Europa del continente entero. De este modo, cada una de esas naciones no serían sino regiones de las naciones europeas y se regirían por el mismo gobierno que ellas.
De este modo, España podría recuperar el Rif, Sahara, Sidi Ifni, Cabo Juby y Guinea Ecuatorial, Francia el resto de Marruecos y sus antiguos territorios, UK idem y las demás igual.
Lo que no puede ser es pretender ser «independiente» y luego querer vivir de la antigua metrópoli y sus esclavizados contribuyentes.

Y con respecta a la intolerable injusticia de que los africanos no tengan que ganar el pan con el sudor de su frente (pues solo sudan si hace calor), que quieran todo a cambio de nada salvo su voto para los anticristos políticos, que ni trabajen y quieran comer como el mejor, que sometan a un terror chantajista inquisitorial policial victimista a todo el mundo, contra todas estas injusticias tampoco vale lamentarse sin más y pedir el voto para la derecha, que también está involucrada en este tráfico por otras razones (quieren una «inmigración» controlada, es decir, que vengan los que pueden servir en domicilios en cuidado de ancianos, jardineros, recolección de cosechas, etc. Vamos, una invasión a conveniencia de los negocios y la «generación de empleo y riqueza» como dicen los liberal conservadores). Si la invasión africana es mala, lo es mala para todo, no solo para lo que a unos convenga y no a otros. ¿O acaso el jornalero temporal africano o el servidor de hogares negro no hace lo mismo que los de las pateras?.
Así que, ante este abuso, invasión e injusticia, INSUMISIÓN FISCAL, el único límite efectivo y real contra el poder opresivo de la IMPLACABLE DICTADURA DEL ENGAÑO, LA DEMOCRACIA. Sin impuestos no hay poder esclavizador que valga. Que decida cada cual en conciencia lo que debe aportar, en dinero, activos, trabajo u otra prestación. Hay que poner límites al poder o el poder destruirá la humanidad, y más un poder enemigo de Dios. Y no hay justificación alguna para seguir pagando el robo, inflando la ruina, inflando la deuda impagable, condenando a las generaciones venideras a la más abyecta pobreza por culpa de los excesos del pasado democrático (a los jóvenes no se les da trabajo, no se les permite emanciparse por lo prohibitivo de la vivienda donde hay trabajo, no se les paga lo adecuado, se les contrata solo temporalmente… eso sí, se les exige, bajo tiránico chantaje de la seguridad social, pagar las pensiones de sus abuelos y padres, cuando ellos mismos no las van a poder cobrar jamás. Y encima hay una legión de criminales embusteros sin alma por ahí que afirman que los jóvenes, y no los políticos y sus votantes, los verdaderos responsables de la ruina, son los que deben trabajar para pagar las pensiones de sus mayores, que han sido obligados bajo el régimen socialista a tener que pagar si querían tener un trabajo o negocio. Es decir, el chantaje intergeneracional es el colmo de la cizaña socialista, la «seguridad social» como dogma satánico del socialismo, el culpar al joven por no pagar la pensión del padre y el abuelo, cuando quien tiene que devolver lo que éstos han contribuido toda su vida laboral son los políticos y sus votantes, que son los recaudadores y los que deben devolver lo recaudado de ellos, que no de los jóvenes. Los políticos y sus votantes, verdaderos culpables ante Dios, ante la historia y ante ellos mismos si tienen alma y conciencia, han arruinado la nación y las economías y ahora culpan a los jóvenes de no pagar las pensiones o de ser «insolidarios». Esto ya no es para fusilar, es para quemar en los altos hornos infernales a los socialistas de uno y otro signo. Chantaje porque se somete al joven al terror de una hipotética quiebra en la que en absoluto tiene culpa alguna, se siembra el odio entre generaciones pues se les hace creer a los pensionistas imbéciles que los jóvenes son los culpables de que no les suban la pensión. Chantaje porque no solo no se respeta la libertad de elegir y el deber de ahorrar de todo ciudadano para su propio bien cuando vengan mal dadas, es decir, la santa virtud de la prudencia, sustituida por paternalismo socialista criminal y extremadamente irresponsable en su búsqueda insaciable de poder con compra de votos, sino que se ha fomentado una bomba nuclear que haga pagar a los no responsables en absoluto lo que han creado los irresponsables socialistas de la «seguridad social» y sus impunes hasta la fecha votantes).

La invasión financiada de África es una de las miles de razones más por las que no se debe tolerar el robo ya descarado y sin máscara de los impuestos, alimentando la corrupción sin límite de los anticristos políticos y sus prostituidos votantes subsidiados por un plato de lentejas y sin alma ni conciencia, sean del signo que sean y por muchos millones que sean. No hay excusa posible, hay que dejar de pagar impuestos y cotizaciones sociales y recurrir al ¡exprópiese! (su propia medicina) de todo activo físico y financiero y toda riqueza de políticos de todo signo, especialmente rojos y antiespañoles. No queda otra. De lo contrario, la quiebra traerá consecuencias muchísimo peores y seguro que sanguinarias (cuando se dejen de pagar pensiones, subvenciones y subsidios y sueldos de funcionarios, ¿que harán, enviarán al ejército a sueldo de la OTAN a ametrallar a los que asalten bancos, supermercados, mansiones, hoteles, etc.?). Mejor cortar a tiempo este mal con INSUMISIÓN FISCAL TOTAL. Ningún favor hacen los contribuyentes cuando pagan impuestos, pues éstos, aparte de ser un robo, un abuso, un expolio, una DICTADURA cada vez más opresiva, además de todo eso, son combustible para el infierno de corrupción. Quien paga impuestos, se mire como se mire, alimenta la corrupción impune, el vivir de la corrupción, la corrupción, cada vez más abyecta como modo de vida, la prostitución generalizada impía y ególatra, nada menos. A este grado de degradación hemos llegado y todo el mundo lo sabe. Es tal cual, aunque no nos guste reconocerlo ni ante un tribunal.

No es más que engañar y engañarse decir en esta vida que uno es católico apostólico, que ama a Cristo, que es una «buena persona», que «yo no he hecho mal a nadie ni hago mal»….. ¿Qué estarías dispuesto tu a dar por Jesucristo Nuestro Señor? ¿Qué relación guardas con Él si realmente la tienes?¿A qué renunciarías por Él? ¿A tu fortuna, tu patrimonio, tu riqueza, tu dinero, tu empresa, tu negocio, tu talento reconocido, tus títulos, tus condecoraciones, tu reputación profesional, tu reputación ciudadana, tu prestigio, tu familia, tus seres más amados, tu integridad física y moral, tu vida…?¿Estarías dispuesto a que todos te tomaran por loco o se burlasen de ti por causa de Cristo? ¿O tienes miedo y prefieres guardarte algunas de esas cosas para ti por amor a ti, por amor propio? ¿Todo, parte o nada? ¿Con Cristo o contra Él? ¿Condicionado o sin condiciones? Nadie nos enseñó que fuera fácil el camino estrecho, empinado y tortuoso de la salvación y nadie, salvo Dios mismo, acabará con la cizaña de la tierra y con las espinas y abrojos, que nadie se lleve a engaño. ¿Quién está dispuesto a seguir el Camino, la Verdad y la Vida pero de verdad?¿Quién se atreve a darlo todo por Dios y no por sí mismo?

Hakenkreuz

Por cierto, desde el Concilio Vaticano II y su todo vale ecuménico, está prohibido terminantemente llamar al pan pan y al vino vino en la Santa Iglesia Católica Apostólica, que es la de Jesucristo Nuestro Señor, que no de los papas, cardenales, obispos y teólogos en exclusiva con despotismo de fe total (Dios ama la humildad y revela la Verdad a los humildes, no a los soberbios y sabios según el mundo). NO. Que no engañen a nadie. Los DOGMAS no se tocan. Ni cismas ni naranjas en vinagre. De aquí no se mueve nadie salvo para arder en el infierno. Y los que estén fuera que vuelvan por su propio bien. Basta ya de paños calientes. Que al Señor le debemos adoración global.
Y el hereje es HEREJE y el cismático es CISMÁTICO. Si se cambian estos términos por otros, úsense los que el Espíritu Santo nos transmitió por medio del apóstol amado del Señor, San Juan bendito. Úsese el término ANTICRISTO para todo aquel no que ame al Hijo, pues el que no tiene al Hijo no tiene al Padre. Palabra de Dios.
Y fuera eso de llamar «hermanos que no creen» o «hermanos separados» en virtud de un ecumenismo diplomático de barra libre de pecados y de interpretaciones subjetivas y política en la Iglesia del que nunca jamás fue político ni predicó política alguna, sino que fue víctima de ella por todos, por amor verdadero.

Surreal

¿Son comandos durmientes estos jóvenes masculinos islámicos en edad militar a la espera de las órdenes de los genocidas amos de la ONU?

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