26/04/2024 15:32
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Europa, aunque lo disimule, nos tiene una envidia irrefrenable pues no me cabe la menor duda que conoce bien el nivel de vida de nuestros trabajadores –sobre todo,  de lo bien que se alimentan en un mundo que  se pasa tanta hambre—y, sin duda han sacado la consecuencia  lógica de que  si quienes se ganan el pan «con el sudor de su frente», así comen y beben, ¿cómo lo harán los ricos españoles?

Es la reflexión que se me ha venido espontáneamente viendo la copia recibida de una factura de una cena  habida hace ya tiempo en un restaurante de Madrid  sito en la calle de Trujillos. En ella se detalla lo servido a los comensales– ocho proletarios ugetistas y socialistas, —miembros de la crema ejemplar del obrerismo de nuestra querida España, me imagino. O sea, gente de la izquierda que «vive para mejorar la calidad de vida» del humilde trabajador, explotado por el capitalismo.

Los europeos, habrán sacado otras conclusiones no menos  sabrosas y llamativas, admiradas…,  verbigracia: el refinado gusto y excelente paladar que tenemos los pobladores de la península ibérica..

No menos digno de aplauso y admiración es el demostrado indudable compañerismo y amistad entre  la clase trabajadora,  que sostiene la economía nacional a base de pico y pala, de martillo y llave inglesa, llana, concreto y hormigonera…,  instrumentos que dignifican al ser humano pues  doblar el espinazo es una de las mejores formas de corresponder a los designios del Creador y a la sentencia del Paraíso terrenal.

Podríamos ponderar  esas comidas como una  excelente manera de fomentar la alegría y, al mismo tiempo,  la gratitud a la Divinidad, «por lo bella que es la vida».

No sigo  enumerando  las lecciones que nos han dado esos dignos «ugetistas y socialistas»; espero y confío haber sabido interpretar la reacción de los trabajadores sindicalistas que me lean.  

Sobre todo cuando vean a continuación  los números de esa factura del mes de junio del año 2018  pues,  aunque haya llegado a mi conocimiento  con tanto retraso es un «documento ilustrativo y aleccionador» para la buena «Memoria Histórica».   Su antigüedad está reñida con  su actualidad  ni con su trascendencia,  a la hora de mostrarnos,  con deslumbrante claridad, la esencia del sindicalismo de «clases» (¡esto si es «clase»!…)

Empecemos:

Pan a 1.5 € por ración (12 €) (¡»hasta comieron pan»!),  4 (Cuatro) Kg. de percebes… 600 €;  4 (Cuatro) Kg. de cigalas anilla roja… 6.000 €;  8 lubinas a la sal… 240 €;  3 (Tres) Kg. de solomillo de buey.,…  600 €;  4 (Cuatro) botellas  Flor de Pingus Colección…  8.000 € –ocho mil--;  Un suflé especial…  120 €;  16 cafés…  48 €;   5 Romeo y Julieta…  120 €; 2 (Dos) Champagne Roederer…      30.000 €;   (15.000 € cada botella…);  Una botella de Johnny Walker… 400 €;  2 marlboro…  16 € ; 2 Winston… 16 €; 8 Gintonic Hendrick,… 120 € 

(Total:  44. 810 €   +  IVA: 4.810 €).

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Gran TOTAL: 49.282 €  (CUARENTA Y NUEVE MIL DOS CIENTOS OCHENTA Y DOS «EURAZOS»...) en «una comida» de trabajo para «ocho sindicalistas»… democráticos y socialistas.

Traducido el importe de esta factura al jornal del obrero español equivale a lo que cobran en un día mil cuatrocientos setenta  obreros  O séase, que estos ocho representantes de los trabajadores (que, probablemente no saben lo que es una herramienta de trabajo) y defienden los intereses de los obreros,  se zamparon y bebieron en  una tarde, los jornales de  ese día,  de ¡mil quinientos representados! 

Eso sí, luego,  con cara de granito –o mejor aún de grafeno— . se ufanarán de ser «obreros esclavos del capitalismo» que defienden al pobre empleado que  vive en una sociedad de «clases» oprimido por  las injusticias de nuestra Sociedad.

Realidades como ésta, se conocen,  pero no porque los periodistas informen  sino porque  hay «guerrilleros» de la información que tratan de suplir la traición del llamado «cuarto poder», absolutamente vendido a  los políticos y al Gobierno.

Debería ser labor igualmente de los partidos que de verdad defiende a los trabajadores, abriéndoles los ojos a esa gente buena sobre cómo son sus «líderes sindicales» y sus forma de vida. Y de paso les podrían explicar que los Sindicatos del franquismo con todos su defectos,  sabían defender a los trabajadores con mucha más lealtad y acierto. Sin enriquecerse,  ni disfrutar de los banquetes pantagruélicos  de sus actuales representantes.

Es una pena que,  quienes se benefician de todo lo que nos dejó el franquismo,  no defiendan su obra, y menos aun al  propio Caudillo –el mejor estadista que ha tenido España desde Felipe II– 

No pasa un día sin que me den lastima los periodistas que leo. Me resulta  incomprensible que hayan asimilado mentiras y manipulaciones mastodónticas como verdades indiscutibles. ¿Cómo es posible que desconozcan la Historia de modo tan dinosáurico? Quienes de entre ellos, vivieron y conocieron a Franco,  saben  que mienten descaradamente, y los jóvenes   –lo son todos los que tienen menos de sesenta años–, o bien han sufrido un lavado el cerebro en las escuelas de periodismo, en la Universidades y en los colegios de enseñanza media, o no tienen la menor inquietud intelectual para leer libros de autores serios e independientes que les permitirían formarse una idea seria sobre el militar que era general a los 34 años, Jefe de Estado a los cuarenta y cuatro,  y levantó la nación de la ruina –hasta convertirla en la  octava potencia industrial del mundo–, a pesar de haber estado bloqueada por los Vencedores de la II Guerra Mundial, y de ser atacado por todas las fuerzas del mal enemigas de Dios y de España. El mariscal Petain lo presentó  como la «espada más limpia de Europa» y S. S.  Pío XII lo bendijo  como el Libertador de la Iglesia y de España. ¡Qué pena de «intelectuales» produce España, cobardes o necios!, sin talla para ser «independientes» con criterio propio.  Lamento tener que rectificar y empezar a sentir vergüenza de ser español.

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Autor

Gil De la Pisa
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
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