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Tal día como hoy, el 6 de septiembre de 1522, de hace 500 años, arribaban a Sanlúcar de Barrameda los restos de la expedición que, capitaneada por el insigne marino Juan Sebastián Elcano, había iniciado, en unión de Fernando de Magallanes, en 1519, la primera circunnavegación de la Tierra.

Habían sido casi tres años de penalidades que, al final, merced al tesón y arrojo de nuestro gran marino vasco, se habían coronado con éxito tras lograr dar la primera vuelta al mundo, toda una hazaña que, tal vez, por ser español su protagonista, no se haya dimensionado en su justa medida y mucho menos en España donde los que nos gobiernan son poco amigos de poner en valor las más gloriosas páginas de nuestra historia.

La expedición, a cuyo frente figuraba el marino portugués Fernando de Magallanes, al servicio del Rey de España, D. Carlos I, había partido del mismo lugar al que regresó -Sanlúcar de Barrameda- el 20 de septiembre de 1519, estando compuesta por las Naos “Trinidad”, de 110 tn., al mando de Magallanes; “San Antonio”, de 120, capitaneada por Juan de Cartagena; “Concepción”, de 90, llevando de capitán a Gaspar de Quesada; “Santiago”, de 75, mandada por Juan Serrano, y la “Victoria”, de 85 tn., con el glorioso Juan Sebastián de Elcano a su frente, tras haber relevado a su capitán, Luis de Mendoza, muerto en la travesía. La dotación de todas las naves la flota la integraban un total de 239 hombres.

Las penalidades que pasó la expedición, con las reservas de agua corrompidas, atacados por el escorbuto, prácticamente sin alimentos ni tierra firme que tocar, especialmente tras bordear el Estrecho de “Todos los Santos”, hoy de “Magallanes”, y adentrarse en el Océano Pacífico rumbo a las Islas Marianas, lo describe Antonio Pigafetta en su “relación del primer viaje alrededor del mundo”, señalando:

“La galleta que comíamos ya no era más pan sino un polvo lleno de gusanos que habían devorado toda su sustancia. Además, tenía un olor fétido insoportable porque estaba impregnada de orina de ratas. El agua que bebíamos era pútrida y hedionda. Por no morir de hambre, nos hemos visto obligados a comer los trozos de piel de vaca que cubrían el mástil mayor a fin de que las cuerdas no se estropeen contra la madera… Muy a menudo, estábamos reducidos a alimentarnos de aserrín; y las ratas, tan repugnantes para el hombre, se habían vuelto un alimento tan buscado, que se pagaba hasta medio ducado por cada una de ellas… Y no era todo. Nuestra más grande desgracia llegó cuando nos vimos atacados por una especie de enfermedad que nos inflaba las mandíbulas hasta que nuestros dientes quedaban escondidos…”

La Nao “Victoria”

Una vez la expedición llegó a Sámar, en marzo de 1921, siendo los primeros españoles en avistar las Filipinas a las que bautizaron como “Islas de San Lázaro”, Fernando de Magallanes trató de negociar con un rey local para que se sometiera a la Corona española a lo que se negó, provocando que Magallanes desembarcase con cincuenta hombres que se enfrentaron valientemente contra más de mil indígenas, resultando muerto el Capitán de la flota.

Tras abandonar el mar de Filipinas, la “Trinidad” y la “Victoria”, únicas naos supervivientes de la flota, se dirigieron a las Molucas donde, tras negociar con su rey, pudieron llenar ambos barcos de clavo con el fin de dirigirse a España.

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Debido a las averías de la “Trinidad”, el viaje de regreso a nuestra Patria lo realizó únicamente la “Victoria”, al mando de Juan Sebastián Elcano, que, tras atravesar el Indico y doblar Africa, evitando los puertos controlados por los portugueses, arribó a costas españolas el 6 de septiembre de 1522, junto a otros diecisiete hombres, completando así la primera circunnavegación de la Tierra.

Lamentablemente, algunas veces, el nombre de Fernando Magallanes, a quien nadie le quita sus méritos, difuminó el del auténtico héroe de esta gesta, Juan Sebastián Elcano, único Capitán que inició y concluyó, con éxito, la primera vuelta al mundo.

Incluso, este gobierno antiespañol que tenemos pretendió, en otro afán de bajada de pantalones a las que tan acostumbrados nos tiene, compartir el éxito de la expedición con los portugueses, cuando, no solo la inmensa mayoría de los tripulantes eran españoles, sino también el dinero con que se financió la expedición y Fernando de Magallanes no era más que un marino al servicio de la Corona española fuese cual fuese su nacionalidad.

La primera circunnavegación de la Tierra es, por tanto, un honor que tan solo le cupo a España y a los españoles y del que nos debemos sentir especialmente orgullosos.

El nombre del heroico marino Juan Sebastián Elcano está íntimamente ligado a la ciudad de La Coruña ya que, fue, precisamente desde aquí, cuando el 24 de julio de 1525, al mando de la nave “Sancti Spiritus”, integrante de la expedición dirigida por García Jofre de Loaysa, puso rumbo a las Molucas, entregando en aquel penoso viaje su vida al servicio de la grandeza de España.

Sin embargo, suponemos que ni la alcaldesa -que ahora trata de vendernos el “gran trabajo” que ha realizado durante estos cuatro años-, ni sus adláteres en el gobierno municipal de La Coruña organizarán acto alguno relacionado con la gesta de este heroico marino, que ahora se conmemora, quien paseó aquellas calles coruñesas del siglo XVI y de su bahía partió en el que sería su postrer viaje y que merece el reconocimiento de todos los coruñeses.

La expedición de García Jofre de Loaysa, saliendo de La Coruña en 1525

Ocasión tuvo cuando, el pasado mes de julio, recaló en nuestro puerto el Buque Escuela de la Armada “Juan Sebastián Elcano”, motivo por el que se celebró una Jura de Bandera civil en el puerto coruñés, a la que la alcaldesa, al igual que había sucedido en la celebrada en mayo anterior con motivo del 150º aniversario del Regimiento de Infantería “Isabel la Católica” nº 29, se negó, de forma vergonzosa, a asistir, incumpliendo las más elementales normas del saber estar y, sobre todo, no asumiendo las obligaciones inherentes a su cargo muy bien pagado por todos los coruñeses. Así son estos que nos gobiernan.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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