04/07/2024 07:48
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Esta ingeniosa, macabra y sangrienta frase feminazi española tiene una gran ventaja y un grave inconveniente;

         La gran ventaja es que da de comer a toda una panda de desgraciadas instaladas en el ministerio de Igual Da y en miles de oficinillas repartidas por todo el país, una jauría de atormentadas sin cura mental posible que viven a costa del dolor ajeno, de machacar varones y convertir la infancia en un calvario a cientos de miles de hijos.

         El grave inconveniente es que la frase feminazi en cuestión ya ha pasado a los códigos Civil y Penal que diferencian en las penas según sexo, una jurisprudencia sexualizada que no tiene rival en el mundo civilizado.

         Este disparate de slogan, tan lesivo a la paz social y destructivo de la familia natural, encierra dos claves que vamos a desnudar y contemplar:  

Una es mezclar lo bien o mal que le vaya a un hombre con la señora que le haya tocado en suerte, mezclar esto con la relación que un padre pueda mantener con sus hijos, no teniendo nada que ver una cosa con la otra, siendo en esencia una malintencionada argucia del ministerio de Igual Da y sus teóricas del odio al varón por torpedear en su línea de flotación una posible custodia compartida, que es un derecho de los hijos y del padre de esos hijos.

Si es un maltratador no puede ver a sus hijos, nada de custodia compartida, aquí el único derecho que hay y vale es el de la mujer.

Otra es quién decide si un hombre es un maltratador o no. Lo último en jurisprudencia feminazi española es que lo decide quien lo acusa, es decir, su mujer, cuando la condición de maltratador debiera ser determinada en sentencia a raíz de un juicio justo y por un juez, que es quien tiene autoridad y capacidad para emitir ese veredicto, la condición de maltratador.

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En todo esto cabe señalar por derecho al ministerio de Igual Da y en especial a su menestra de Igual Da como presunta responsable de cuantos asesinatos de niños y niñas estén relacionados con su slogan ministerial: “Todo maltratador no puede ser un buen padre”, porque puede ocurrir que alguna madre, confundida por tanta basura feminazi y envalentonada porque no le va a ocurrir nada de nada, tras días y días escuchando frase tan motivadora e impulsora, asesine a sus hijos antes de dejarlos en manos de un maltratador, el que ella y sólo ella acusa.