La respuesta es indudable: ¡Nadie! Sí hay españoles amantes de su Patria que lo hacen a título individual, perlo...
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
El gran objetivo, ¡el supremo objetivo!, de Satanás, perseguido por medio de su Sinagoga –ese super poder mundial que...
Les aseguro que felicitar es un placer que he practicado toda mi vida precisamente por serlo… No sé qué...
Me hubiera gusta estar hoy sábado y mañana domingo en Alfajarin –a diez minutos de Zaragoza—donde tienen lugar las...
La “bondad” es una de las cualidades que usamos para definir a Dios a quien vemos siempre como la...
Seis meses después de volver a España julio de 1959 y cuatro después de casado vi anunciada una tanda...
Vale la pena comentar lo que está ocurriendo en Francia donde –según leemos en una revista francesa– los católicos...
Supongo nos ocurre a todos –a ustedes y a mí– que, de repente, algo nos invita a profundizar en...
He acabado por convencerme de que tengo una serie de lectores leales por la correspondencia recibida. Unos me reclaman...
Oriana Fallaci profetizó con acierto que Europa, en el futuro, se llamaría EURABIA. Hubo quien dudó de tal posibilidad,...
La degeneración de las razas es algo evidente, con un poco de conocimiento de la Historia, simplemente: pueblos que...
No somos propensos los católicos españoles — ni como españoles ni como católicos–, a pasarnos de elogios para quienes,...