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(El título de este ensayo es idéntico al libro publicado por el periodista e investigador croata, Ivica Mlivončić. El libro cuenta con extensa bibliografía y documentación histórica y de archivos judiciales y policiales.)

Durante la visita de la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarović a Israel el verano pasado, ha ocurrido un incidente que ha tenido gran repercusión en los Balcanes. En el resto ha sido más bien silenciado. La periodista que estaba presente en el encuentro bilateral entre Kolinda Grabar y Reuven Rivlin, ha informado al día siguiente que la presidenta de Croacia había afirmado1 que en Bosnia-Herzegovina existen importantes focos de extremismo islamista. La noticia ha sido corregida, y la presidente Kolinda ha negado tal afirmación. Sin embargo, este comentario – que seguramente no pronunció, por lo que no vamos a valorar la filtración de una noticia no cierta – le ha traído una cantidad increíble de insultos de periodistas del país vecino (Bosnia-Herzegovina), incluidos desprecios sonados de la correspondiente clase política. Al margen de la motivación de publicar un comentario que se va a denegar al día siguiente, queda el siguiente hecho irrefutable, y es el siguiente: la parte musulmana de Bosnia-Herzegovina ha sido muy influenciada por la componente islámica radical mucho antes incluso de la fundación de Bosnia-Herzegovina como estado; algo que sigue siendo un hecho en la actualidad. Para ello es necesario echar un breve vistazo a la historia de este país.

Antes de la invasión turca en el siglo XV, el país era un reino cristiano, con aprobación del papado y correspondiente relación diplomática, cultural y religiosa fluida. Después de la conquista otomana (1463), una parte menor de la población formada por la secta de bogomilos – aunque recordaban la figura histórica de Jesús, negaban su divinidad, la jerarquía de la Iglesia, etc. – se pasa muy pronto al Islam. Con el tiempo, animados por los privilegios que daban los turcos a los conversos, también se registran conversiones al Islam por una parte de croatas y serbios. De modo que los musulmanes de Bosnia-Herzegovina, especialmente antes de la guerra, son de procedencia eslava. Esta población musulmana local tenía grandes privilegios durante todo el tiempo del Imperio otomano, prácticamente hasta los comienzos del s. XX. Su poder e influencia se ven reducidos después de la primera guerra mundial, con la formación de primera Yugoslavia, y posteriormente en la Yugoslavia comunista después de 1945 (Croacia y Bosnia-Herzegovina eran dos de las seis repúblicas de la Yugoslavia de entonces).

Pero una parte de los musulmanes no estaba dispuesta a aceptar una situación de subordinación o de “segunda división”. Surge ya antes de la segunda guerra mundial la agrupación “Jóvenes Musulmanes” que no se conformaba con ninguna clase de segundos puestos. Uno de los pensadores principales de esta corriente de pensamiento islámico fue Alija Izetbegović, que luego llegará a ser el primer presidente de Bosnia-Herzegovina después de su reconocimiento como estado en el proceso de la disolución de Yugoslavia. Izetbegović fue miembro activo de los Jóvenes Musulmanes, y por ello condenado a la cárcel por el régimen comunista en 1946, donde permanece durante tres años. Los comunistas veían que su islamismo pudo desestabilizar seriamente la nueva Yugoslavia comunista. La cárcel no hace cambiar de opinión a Izetbegović, que va viendo en el Islam la única forma de pensar, el único credo capaz de aglutinar a todos los musulmanes. En 1970 escribe su “Declaración Islámica2, un documento – proyecto de teoría y acción islámica en el mundo moderno – de los más inquietantes posibles, en el que aboga por planteamientos como “todo programa no islámico puede parecer cercano y al alcance de la meta, pero para el mundo islámico supone una utopía porque yace en el terreno de lo imposible”; “cuando Turquía era un país islámico, gobernaba el mundo, mientras que ahora como un plagiado del occidente se ha convertido en un país tercermundista”; un musulmán según él no existe como un individuo, sino que tiene que cambiar el mundo, o el mundo lo cambiará a él; “La mejor definición del orden islámico lo define como unidad entre la fe y la ley, educación y fuerza, ideal e interés, comunidad espiritual y el estado, liberalidad y coacción”. Esta definición contempla la sociedad islámica como contenido, y el poder como forma del orden islámico. Por lo que la sociedad islámica sin el poder islámico es inacabada e impotente, y al revés sería utopía o tiranía. Estas ideas trazaban un claro proyecto integrista para las sociedades musulmanas. Por lo que las siguientes afirmaciones de la Declaración eran una consecuencia lógica de lo anterior: “No hay paz ni coexistencia entre la fe islámica y las sociedades e instituciones políticas no islámicas… Exhibiendo su derecho de ordenar el mundo por sí mismo solamente, el Islam claramente excluye el derecho y la posibilidad de acción de cualquier ideología extraña en su espacio. No existe, pues, el principio laico, y el estado debe ser la expresión y el apoyo moral de los conceptos religiosos – (observación: islámicos, claro está)”. Ivica Mlivončić subraya que „el ideal del estado islámico en tiempo de la redacción de la Declaración Islámica ha sido la República de Pakistán. El rol natural del orden islámico es la tendencia de reunir a todos los musulmanes y todas las comunidades islámicas. En esos momentos eso pedía la lucha por la creación de la gran federación islámica desde Marruecos hasta Indonesia, desde la África tropical hasta la Asia central. Esa federación recibe el sentido del eslógan coránico „los musulmanes son hermanos“. En tal ambiente no hay lugar para ningún nacionalismo, mientras que del panislamismo emerge de forma natural el patriotismo. La Patria es, según se ve, en la concepción del orden islámico, la gran federación islámica“.

Es importante observar que, siendo la Declaración escrita en 1970, no llama la atención a las autoridades hasta diez años después. ¿Cómo se explica tal proceder en un régimen comunista como el de Yugoslavia? En primer lugar, los musulmanes de esa época fueron muy secularizados; su práctica religiosa fue reducida a un mínimo, como mucho de pura costumbre para la gran mayoría de musulmanes. Por otra parte, generación joven de musulmanes estaba expuesta a un plan de estudios ateo que ridiculizaba la religión en general, presentándola como algo anclado en el pasado. Realmente, esa visión penetró ampliamente entre la población musulmana, especialmente joven. También, Yugoslavia fue uno de los países propulsores del movimiento de países no alineados entre los dos bloques político-militares antagónicos, y procuraba llevarse bien con muchos gobiernos de países islámicos que seguían la misma corriente por aquel entonces. Esto le proporcionaba a Yugoslavia a su vez una situación privilegiada en cuanto al abastecimiento de petróleo, y por todo ello el gobierno optó por tolerar a un “grupo radicalizado, pero pequeño e insignificante”, como seguramente pensaban.

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Pero la cosa cambió de 180º con la Revolución Islámica en Irán, en 1979. Evidentemente, y tal y como los hechos lo confirmaban, la propaganda islámica radical no era asunto de un pequeño grupo de soñadores anclados nostálgicamente en el pasado; definitivamente no. Esos grupos y planteamientos eran capaces de provocar toda una caída de un régimen tan secularizado como lo fue bajo el gobierno de Reza Pahlavi. Por algún lado, los planteamientos islámicos excluyentes y totalitarios consiguieron penetrar en el tejido de la sociedad iraní; estos se originaron en las mezquitas y escuelas islámicas, pero cuajaron en amplios sectores del país. ¿No podría ocurrir algo parecido en Yugoslavia, especialmente entre sus repúblicas y regiones con mayor presencia islámica? ¿Y de esa forma al menos iniciarse el proceso de desestabilización y desestructuración del país? No era necesario ni siquiera preguntarse: la realidad empezaba a responder a estas cuestiones, incluso no formuladas todavía en la mente de tantos, políticos incluidos. Kosovo, una región autónoma de Serbia, con una población en más de 80% musulmana, empezaba presenciar el proceso de desestabilización e independentismo en la primera década de los 1980, que culminó en 1999 con ataque abierto de la OTAN contra Serbia, y el posterior reconocimiento de Kosovo como un estado independiente por parte de EE.UU. y otros países occidentales (aunque no todos), así como Turquía, Arabia Saudí, Egipto, Afganistán, Pakistán, etc.

Por lo tanto, la Declaración Islámica de Izetbegović no era ninguna broma ni un sueño nostálgico de glorias pasadas. Era una invitación a realizar el proyecto islamista a gran escala y en tiempos modernos. Un proyecto que pasaba por encima de otros credos o naciones, ya que en Bosnia-Herzegovina vivían también serbios (ortodoxos) y croatas (católicos), pero a tenor de lo escrito por Izetbegović, como si no existieran. En una especie de estado islámico que abarcaría desde Marruecos hasta Indonesia, lo que importa por encima de todo es el Islam como fundamento último de esa organización política. Se trataba pues de un proyecto de visión totalitaria, y por ende contrario a la estructura del estado de Yugoslavia. Por ello, Izetbegović fue condenado a tres años de prisión en los 1980. Pero sus ideas penetraron en la parte musulmana más radical del país. Al permitirse elecciones libres en Yugoslavia, Izetbegović forma el Partido de Acción Democrática (SDA), un partido de corte netamente islamista en el que tuvo el mando decisivo, además contando con apoyo de países islámicos. En los años 1980, consigue apoyos importantes en la universidad El Azhar de Egipto y en Teherán. Es interesante y muy importante observar que SDA promueve colaboración y diálogo entre dos facciones islamistas tradicionalmente enfrentadas: suníes y chiitas3. Sus principales ideólogos se van formando en Egipto, Turquía e Irán. El partido consigue ya antes de la guerra en Bosnia-Herzegovina control sobre la comunidad de los imanes, poniendo al frente personas allegadas.

Este revuelta Izetbegović no pudo realizar él solo. Tenía que contar un apoyo ideológico y material importante. Y así fue, lo cual se puede constatar al menos en la misma década de la aparición de la Declaración Islámica. Con el despertar del islam político – documenta Mlivnočić – en Yugoslavia, hay cada vez más representantes de los Hermanos Musulmanes que durante la década de los 1970 establecen contactos más fuertes con los Jóvenes Musulmanes, entonces puestos fuera de la legalidad en Yugoslavia. En el nombre de los Hermanos Musulmanes el nexo lo mantiene Abdul Patah, que fue detenido por posesión ilegal de armas y distribución de panfletos que invitaban a la “revolución islámica en el mundo”. Esa relación entre dos organizaciones mantiene también Fatih El Hassanein, amigo cercano de Alija Izetbegović. El Hassanein funda en Viena, en 1987 la organización TWRA – Agencia para la ayuda para los países del tercer mundo, recogiendo dinero para las actividades de Hermanos Musulmanes en su Sudán natal. En su juventud fue colaborador y amigo de Dr. Hasan Abdulah Turabi, secretario general de los Hermanos Musulmanes y mentor espiritual de Osama Bin Laden. Por la limitación de espacio, no podemos mencionar todos los colaboradores, tanto individuales como institucionales, del proyecto islamista de Izetbegović.

Con el inicio de la guerra en el país en 1992, entre los musulmanes de todo el mundo se presentó esta como un intento de genocidio de sus hermanos de Bosnia-Herzegovina. Rápidamente empiezan a llegar4 islamistas radicales de todas partes en apoyo a los musulmanes de Bosnia-Herzegovina. Esa situación era completamente nueva para Croacia, que al principio, ya que ese mismo recién reconocido país estaba en guerra con serbios independentistas – apoyados por Serbia – que no querían un estado croata independiente, veía en esos combatientes unos soldados que les podrán ser útiles ya que combatían al mismo enemigo. Sin embargo, como en Bosnia-Herzegovina también había croatas autóctonos5, estos enseguida se dieron cuenta del peligro real que suponía el paso de estos combatientes, de los que buena parte se integrará en la unidad militar “El Muyahidín”, conocida tristemente por las atrocidades cometidas en la guerra.

En concreto, llegan a Bosnia-Herzegovina, recibiendo instrucción militar en sus campamentos, los pilotos de los aviones estrellados el 11-S: Nawaf Al Hazmi, uno de los secuestradores del avión estrellado contra Pentágono. Era un veterano de Al Qaeda y de las guerras en Afganistán y Bosnia-Herzegovina; Muhamed Al Khalid, miembro de Al Qaeda, llegó a Bosnia-Herzegovina utilizando la organización egipcia “La Ayuda de Egipto”. En el país se formó militarmente en un campo de entrenamiento. Participó en el secuestro de uno de los aviones en 11-S; Khalid Al Mihdar, otro de los secuestradores el 11-S del avión caído sobre Pentágono. Era un veterano de Al Qaeda. En Bosnia-Herzegovina desde 1995, donde recibe formación para realizar actos terroristas. Recibió la nacionalidad6 de Bosnia-Herzegovina. También combatió en Chechenia; Mohamed Atta, uno de los secuestradores del avión estrellado contra Pentágono, además de pilotarlo. Recibió formación terrorista en el campamento Bocinja (BH).

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No obstante, mucho más peligrosos que los mencionados, y con mucho mayor alcance, eran (por ejemplo, porque no tenemos espacio suficiente): Dr. Ayman Zawahiri, según el semanario egipcio Al Destur del principio del 1996, llegó en Bosnia-Herzegovina en 1993, encontrándose con el presidente Izetbegović en la ciudad de Zenica. Nacido en 1951 en Cairo, de la familia de intelectuales. Con 15 años se hace miembro activo de los Hermanos Musulmanes, exigiendo el cese de todas las influencias occidentales en Egipto. Se licenció en medicina en 1974 y llegó a ser un cirujano de prestigio. Pasó tres años en la cárcel por el asesinato del presidente Anwar El Sadat. Llegó a ser el jefe del grupo islámico radical “El Džihad” (Yijad). Después de la condena va a Arabia Saudí y luego a Pakistán y en Peshawar se encuentra por primera vez con Bin Laden, con el que colabora como médico personal y un consejero político e ideológico. Bajo sospecha de por la masacre de 63 turistas en Luxor en 1997. Pronto llegó a ser la mano derecha de Bin Laden.

¿Estuvo Bin Laden en Bosnia-Herzegovina?

Existen testimonios de dos periodistas que supuestamente lo vieron en Sarajevo. Una de ellas ha dado su testimonio en el proceso de defensa de Slobodan Milošević en el juicio de la Haya.

Una corresponsal de Der Spiegel para los Balcanes, Renate Flottau, publicó en su medio que se encontró con Bin Laden en Sarajevo en 1993. Este le habría dicho que disponía del pasaporte de Bosnia-Herzegovina, concedido en la Embajada de BH en Viena. Periodista británica Eve Ann Prentice ha testimoniado bajo juramento en febrero de 2006 delante del Tribunal de Haya, que en 1994 vio a Osama Bin Laden en Sarajevo, en su visita al presidente Izetbegović, en el edificio de la Presidencia de Bosnia-Herzegovina. Al cominezo de 1999 en el semanario The Sunday Times ella ha descrito como en el edificio de la Presidencia de Bosnia y Herzegovina, mientras esperaba para entrevistar al presidente para su periódico. Entonces pasó sin esperar cola un importante hombre árabe. Ese fue Osama Bin Laden, a quien entonces no conocía pero posteriormente se convenció de que se trataba precisamente de él. Ivica Mlivončić en su libro cita otros testimonios sobre la permanencia de Bin Laden en BH. Al margen de estos testimonios, es razonable esperar que Bin Laden visitara Bosnia-Herzegovina teniendo en cuenta el interés islamista en este país, que veían en el mismo una especie de trampolín para preparar y luego lanzar futuros combatientes islámicos hacia el Occidente. Además de conseguir una importante base de operaciones en el corazón de Europa.

Conclusión y una pregunta inevitable

Este país balcánico, que antes de la guerra tenía aprox. 4,5 millones de habitantes (extensión 51.200 km2), debido a su población musulmana local no podía no suponer un fuerte atractivo para la mentalidad islámica expansionista. Situado en el corazón de Europa, con musulmanes de aspecto europeo y no asiático, árabe o africano, tenía que ser visto por los islamistas radicales como una gran oportunidad para entrenar a sus células en el interior del mismo, y como una base natural para la sucesiva penetración en el continente europeo.

EE.UU., Gran Bretaña y Francia tenían sus tropas desde el comienzo de la guerra en Yugoslavia muy cerca de la zona en conflicto, y también dentro. Sabían perfectamente todo lo que se gestaba en ese país. ¿Por qué entonces no se abordó esta cuestión con la seriedad necesaria? ¿Por qué permitió que este problema eche aun más sus raíces, siendo tan letal incluso para los EE.UU. (ataques del 11S, realizados por los islamistas entrenados en Bosnia-Herzegovina)?

1 Grabar supuestamente dijo: “…Bosnia-Herzegovina, which Grabar-Kitarović said was very unstable, and had in some respects been taken over by people who have connections with Iran and terrorist organizations.”

2 “La Declaración Islámica” de Izetbegović fue traducida muy pronto en árabe, turco, inglés y alemán, con lo que el autor mostraba que contaba con el apoyo del mundo islámico, tolerancia de la autoridades de los años setenta, y sobre todo el documento mostraba la verdadera ambición y pretensiones del conglomerado ideológico del cual es el resultado.

3 En el proceso judicial a Alija Izetbegović y sus colaboradores, en Sarajevo en 1983, fue acusada también la República de Irán (¡?) y sus representantes. Al comienzo de ese año una parte de los acusados ha viajado a Irán para asistir al congreso sobre la unidad de suníes y chiitas. Izetbegović irá otra vez a Teherán a dar una conferencia en el Congreso de la Organización de países islámico en 1997. A su vez, altos mandatarios musulmanes de BH visitaron Teherán durante la guerra.

4 Recientemente, el presidente de la parte serbia de Bosnia-Herzegovina, Vladimir Dodik, recordó que Croacia había permitido el paso de unos 4500 muyahidines a través de su territorio hacia las zonas de conflicto.

5 Bosnia-Herzegovina en su origen era cristiano católico poblado sobre todo por croatas. Los serbios expulsados de Kosovo y otras zonas de Serbia llegan en los siglos sucesivos a la derrota de Kosovo en 1389. Por lo tanto, los croatas de Bosnia-Herzegovina no son el resultado de la “agresión de Croacia contra Bosnia-Herzegovina” – ídem vale para los serbios de Bosnia-Herzegovina -, sino son descendientes multiseculares de sus pobladores originales.

6 Una clara indicación de la orientación ideológica de la componente musulmana del gobierno del país. Se justificaba esa concesión con argumentos tipo: “¿Cómo no dar nacionalidad a aquellos que vinieron aquí para entregar su vida por el país?” En realidad no vinieron solamente para eso; algo con lo que estaba de acuerdo el partido musulmán SDA y el presidente Izetbegović.

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