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La Historia no se repetirá, pero a veces se ríe de sí misma y da lugar a hechos o sucesos repetidos en la lejanía del tiempo. Como puede ser el caso de Lenin y Franco. 1920 y 1939. Veamos.
         Se cuenta. 1920. Lo cuenta el propio protagonista,  el socialista Fernando de los Ríos, en su obra «Mi viaje a la Rusia soviética»,  que en el transcurso de la entrevista-audiencia que tuvo con el líder comunista, y tras escuchar durante un par de horas lo que se había hecho en Rusia desde el triunfo de la Revolución, al sacarle el tema de las libertades Lenin le respondió con la frase que quedó para la Historia:»¿Libertad para qué?»

                     «Antes que libertad el pueblo ruso necesita pan, necesita tierra, necesita vivienda, trabajo, cultura, salud…Rusia necesita hospitales, fábricas, escuelas, universidades, carreteras, trenes, barcos…»
                 Y ahora vayamos al encuentro con Franco y a 1939.
                 Contaba Don Ramón Serrano Súñer (al menos así se lo oí decir un día que hablaba con Dionisio Ridruejo, el otro protagonista de la anécdota) que al finalizar la Guerra, y sin pedir audiencia, Dionisio se plantó ante Franco y un tanto chuleta, como era en aquellos tiempos  (recuerdo que ambos se echaron unas risitas de complicidad latente), le soltó de sopetón:
                   —  Mi general, sí, yo celebro la Victoria, y hasta me atrevo a decirle que más que los muchos «franquistas» que ya están surgiendo por todas partes,  pero ¿no cree que con la PAZ ha llegado la hora de hablar de libertades, de la libertad de expresión, de la libertad de reunión, de cátedra, de pensamiento…Mi general, España necesita libertad.
                  Y Franco  — decía Serrano- se quedó un momento callado… y luego,muy bajito, como hablaba él casi siempre, le respondió:
                — Querido Dioniso Ridruejo, estoy de acuerdo con usted,la libertad es fundamental para los pueblos… pero   –y otra vez se quedó callado— pero… ¿no cree usted que antes habrá que darle de comer y una vivienda, un trabajo, medicinas, agua, carreteras, hospitales, fábricas?…amigo Ridruejo, no se preocupe mucho por la libertad y ayúdeme usted con sus jóvenes a darle a los españoles antes lo que más necesitan…Le aseguro que luego tendrán sus libertades.
              Bueno, ya lo ven. La Historia tiene estas cosas.
              «Eso sí, cuando se marchó Dionisio y me quedé a solas con Franco -contó Don Ramón–  le dije: Paco, le has dicho a Dionisio lo mismo que Lenin le dijo al socialista De los Rios…¿Libertad para qué?/  Ya lo sabía. Es que Lenin era un tio listo, fíjate si era listo que siendo un Dictador total tiene embobados a todos los intelectuales europeos…»

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Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.