22/11/2024 01:40
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Muchas especies no humanas tienen un sistema ordenado de vida social. Gran número de especies de «pájaros» se juntan durante toda la vida en partidos políticos, en contraste con los humanos, y son fieles absolutamente a sus parejas políticas. Varias especies de «insectos», como las «cucarachas», poseen una elaborada pauta de vida social, complementada con una elaborada ocupación especializada en remover la mierda, líneas de autoridad como las ratas y detallada distribución de deberes y privilegios.

La organización de los partidos políticos en la vida social en los animales superiores a los insectos también manifiesta mucha similitud con la sociedad de gobierno actual. Uno de los casos mejor conocido es la ley del más fuerte entre «las gallinas» (Guhl, 1953). El establecimiento del predominio es una preocupación tanto entre las gallinas como entre los seres políticos inhumanos. El gallinero es una zona sumamente estratificada en la que algunas gallinas picotean a otras sin ser picoteadas a su vez. El predominio no se otorga automáticamente, sino que se gana mediante la lucha, o gracias a una demostración convincente de fuerza que, entre los gobernantes inhumanos, suele ser la falacia y la mentira. Una vez que se establece el predominio, tiende a durar por algún tiempo, y una gallina que ha sido dominante en un grupo tiene una ventaja cuando es trasladada a otro corral vecino como, por ejemplo, de España a Venezuela. Todo esto suena un poco parecido a la forma en que se determina el liderazgo en las pandillas de gobernantes que tenemos en estos momentos al igual que en las pandillas juveniles.

Las pautas de predominio y las de defensa de los intereses particulares y partidistas aparecen entre muchas especies (Ardrey, 1966). En sus esfuerzos por satisfacer sus impulsos y mediante el método de ensayo y error, estos gallináceos construyen incultura, con sus tremendas variantes en su forma de gobernar. Incapaces de depender de la razón y del instinto humano para sobrevivir, la incultura es un tipo de sustituto del instinto de supervivencia para ellos y para los que les rodean y a los que gobiernan, puesto que dan orientación a los humanos y los engañan abocándolos a un perpetuo tanteo de desinformación.

He aquí una parodia, símil de lo que está ocurriendo con los gobernantes progres inhumanos e incultos residentes en España en palacios, palacetes y casas en urbanizaciones privilegiadas de las capitales y fincas en las que tienen aquellas: en sus gallineros.

Autor

REDACCIÓN