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El jamón serrano es uno de los productos o embutidos más consumidos en toda España. Es característico de la gastronomía ibérica. Por su parte, los huevos de codorniz han venido ganando muchos adeptos que los consumen por su estética en bocadillos y su contenido de proteínas, vitaminas y otros nutrientes.

Los jamones serranos se consumen solos, con guarniciones, como parte de variadas recetas, en sándwiches o bocadillos y nunca falta en ninguna mesa a lo largo y ancho de la nación.

Mientras que los huevos de codorniz se pueden cocinar como los de gallina y pueden sustituir a estos en cualquier receta. Se usan en mesas de bocadillos por el atractivo que confieren a cualquier evento o fiesta.

Ahora bien, para cocinar un huevo de gallina y que quede duro, se deben emplear unos 10-12 minutos. Pero con los de codorniz bastarán unos 4 o 5 minutos. ¿La diferencia? Los de gallina pesan unos 50 gramos y los de codorniz cerca de 9.

Las patatas rellenas de jamón serrano y huevo de codorniz es un plato ideal para servir como tapa o para picotear en cualquier reunión, fiesta e incluso, en un evento corporativo o empresarial

Por supuesto, en estos casos la patata pasa de ser una simple guarnición para transformarse en una brillante y magnífica protagonista.

En esta receta tan típica de la comida española las patatas se usan con la piel. En este sentido es importante tallarlas con una esponja para lavarlas bien antes de cocinarlas.

En esta receta las patatas se hornean envueltas en papel de aluminio y hasta que estén tiernas. Para saber el punto hay que ir pinchando con un tenedor para verificar que se ablanden.

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El jamón serrano se corta en tiras o julianas y se fríe con los huevos de codorniz en bastante aceite de oliva bien caliente.

Cuando se va a servir las patatas rellenas, se puede hacer una ensalada con una mezcla de rúcula, radicchio, lechuga francesa y lechuga romana, previamente aderezado con una vinagreta de aceite de oliva, miel mostaza de Dijon y un toque de pimienta. Además de aportar color al plato, le da frescura y ligereza, por lo que es una buena opción de presentación. Pero, hay que ir por partes…

Ingredientes para las patatas rellenas de jamón serrano

Lo ideal es elegir una patata grande para cada comensal.
Igualmente se cuenta un huevo de codorniz y una loncha grande de jamón serrano por cada patata.
Aceite de oliva extravirgen en cantidad necesaria para freír los huevos y el jamón serrano.
Pimienta.
Ensalada con aderezo de miel, mostaza y un toque de pimienta para acompañar.
Se recomienda que las patatas sean grandes, uniformes y lo más parecidas unas de otras para que, al servirlas a los comensales, no se vean unas más grandes y otras más chicas. Los huevos deben ser frescos y el jamón de alta calidad.

Elaboración de las patatas con jamón serrano

Se deben lavar y tallar muy bien las patatas con una esponja y bajo el agua corriente para que no quede rastro de tierra. Sin pelarlas, hay que envolverlas en papel de albal o aluminio
Hay que cocinarlas en un horno previamente calentado a unos 200 grados por media hora o 45 minutos. Va a depender de la potencia del horno para que estas estén suaves y tiernas.
Se corta el jamón serrano y se fríe junto con los huevos de codorniz.
Se toma cada patata y se le saca un poco de pulpa para poder rellenar con el jamón y cubrir con el huevito.
Se sirve la patata sobre la cama de lechugas o la ensalada o se pone una al lado de la otra.

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Qué jamón serrano utilizar para la receta

Para elaborar esta receta se puede usar el jamón serrano de preferencia. Todos, por igual, aportan sabor y textura al plato. Pero, son propicios los jamones de Trevélez, de Teruel y de Serón. El gusto de cada quien determina el que se usará en la preparación.

Autor

REDACCIÓN