Agresión a Josué Cárdenas: El más miserable PSOE muestra su elemental y violenta cara en un mitin de Vigo

*Imágenes pertenecientes a la grabación pública de Periodista Digital

Primer plano donde se reconocen hasta los lunares del cobarde agresor que huyó

Les encantaría que nadie fuese testigo de las innúmeras corruptelas que provocan. Envalentonados los delincuentes del PSOE que llevan mamando sin control cinco años gracias al mafioso pestilente que lidera el partido criminal de los 140 años, chulesca y mafiosamente ocultan sus podridas esencias en los mítines donde acuden desalmados para hocicar en la complacencia del latrocinio, manchar la memoria de las víctimas del terrorismo en alianza con sus asesinos; la alta traición, la hipocresía descarnada, la mamandurria, el crimen con firma de Estado desde que Pedro Sánchez, el mayor traidor de la Historia de España, no se apea del Falcon. Basuras variadas tras siglas políticas, violentos si tercia, dispuestos a no soltar la presa de los recursos del Estado entre los dientes. En realidad mejor no entrar donde se reúnen sus ácidos sudores para no contagiarse de indignidad. Algunos quedarán reunidos en el averno cuando se revuelvan los cuerpos en las tumbas y algún ente se los lleve cuando les toque, liberados los espíritus para que retornen al origen sulfúrico. Algunos llevan malignidad universal en la cara.

El de la izquierda es el cobarde agresor que intentó precipitar escaleras abajo a Josué Cárdenas. El de la derecha, ¿un abonado a la mamandurria en defensa coercitiva de la sopa boba?

Pestilencias. Es lo que inspira la carroña que vende el alma al Diablo por vivir de la sopa boba. Vagos y maleantes. ¿Y luego todos los demás son ultraderecha? Sinvergüenzas. En el vídeo se percibe la alevosía del cobarde agresor que espera a que Josué esté frente a las escaleras con el fin de empujarle y precipitarlo hacia abajo. Afortunadamente, nuestro autor, presentador de La Burbuja en Periodista Digital, cayó en el suelo al final del primer tramo. Podría interpretarse como intento de homicidio dada la longitud de la escalera por la que pudo caer.

LEER MÁS: ¡Felicidades Papá!. Por José Ramón Rivera Guitián

El agresor cobarde captado en el momento de intentar precipitar a Josué Cárdenas escaleras abajo

Desde el principio del vídeo, mención especial al careto de los matones que impiden realizar su trabajo a Josué y al cámara; chulos que huelen a intolerancia; traspasa el hedor la pantalla, ese tipo de agresores con apariencia homínida que no dudan en atacar a Josué Cárdenas. Si lo hacen en público los corruptos, qué no harán en privado algunos… aparte de irse de putas y ponerse hasta las narices de coca con el dinero de los sufridos ciudadanos. Un hijo de Satanás intentó tirar por las escaleras a Josué, en lo que-repetimos- puede ser interpretado como un intento de homicidio y no un simple empujón. El muy cobarde salió corriendo. Suerte tuvo Josué de no precipitarse donde el potencial asesino quiso mandarlo.

Miserables del psoe agradecidos y en acción, coaccionando a Josué Cárdenas y al cámara de Periodista Digital

Levantan el brazo para tapar la cámara… Mejor sin testigos. Queda muy mal en un socialista levantar el brazo, ¿»va a cantar Zorra o el Cara al sol»? Genial ironía de Josué frente a la chulesca manada que vigilaba la porqueriza de Vigo.

Esas caras no son de gente como Dios manda.

El cobarde agresor en primer plano exigiendo que no se grabe antes de perpetrar el ataque contra Josué. De perfil , el otro matón de verbena

Posible delito de coacciones: en el Código Penal español, concretamente en su artículo 172, se establece que las coacciones son “actos que, mediante violencia, intimidación o amenaza, buscan coartar la libertad de la persona para obligarla a realizar o no realizar un acto no querido por su voluntad”.

LEER MÁS: PEGASO, la Joya de la Corona regalada. Décimotercera Parte. Los superdeportivos Pegaso. Por Miguel Sánchez

Posible delito de detención ilegal: el delito de detención ilegal se encuentra regulado entre los artículos 163 y 168 del Código Penal. Su tipo básico está contemplado en el artículo 163.1, y consiste en encerrar o detener a otra persona, privándole de su libertad. La detención ilegal está castigada con pena de prisión de 4 a 6 años.