La Policía de Ferraz y la conciencia muy sombría. En una verdadera democracia, la Policía es afecta al Pueblo que protege. En teoría. Los ciudadanos perciben en la verdadera Policía un aliado de la Justicia y el Orden…una visión romántica desmentida por la actitud. Cuando sus agentes eran abatidos por terroristas, significaban un bastión de la democracia enfrentándose a verdaderos enemigos; asesinos y no ancianas, niños y chavales pacíficos con los que se mezclan algunos radicales e infiltrados de Marlasca. Entonces recibían los aprecios de los ciudadanos; y a este paso será distinto. Porque hay que ser un desalmado para atacar a personas indefensas e inocentes. La ponzoña de Sánchez lo pudre todo. Mateo, presidente de Policías por la Libertad, hace tiempo que incomoda la conciencia de los agentes que no aceptan con el deber la tenencia de una moral equilibrada. Lo ideal sería que el Pueblo honrado no temiera a la Policía. Sería lo normal, pero no lo es. Por mucho lavado de cara que se pretenda, la empatía es inexistente estos días de golpismo sanchista; la percepción de la gente honrada es distinta. La Policía se ha convertido en aliada de los enemigos más acerbos, de esta España prostituida desde el lupanar de La Moncloa.
Josué Cárdenas fue golpeado después de arrancarle sus credenciales de prensa y denunció cómo había infiltrados de la policía disfrazados con estética ultra que iniciaban los alborotos para que se justificasen las cargas policiales contra la gente pacífica. Y si esto es así no son la policía del pueblo, sino sicarios de Satanás. Dos periodistas de El Español y El Mundo son detenidos con presuntas acusaciones falsas. Y creo a las víctimas, porque bien sé que algunos de la Policía mienten hasta delante de un juez para encubrir un error o un abuso, y dejan en indefensión a los inocentes si no tiene honra ni dignidad cuando portan la placa.
El 6 de noviembre cargaron contra niños, mujeres y ancianos y los rociaron con gases lacrimógenos. Estaba acordado y según las fotos de ese día, ninguno llevaba identificación. Y eso se llama policía. Chulos con porras, mastodontes de cerebro enano, morales pútridas debajo del uniforme, protecciones de cobardes prestos a golpear a los inocentes. Envalentonados por la falta de escrúpulos y valientes cuando afortunadamente ya no se grita ETA mátalos-ahora complacen con las sucias alianzas políticas, las estrategias de sus otrora enemigos-, algunos obedientes matones de la policía siglo XXI siembran el terror del abuso y desmerecen la bandera que les cuelga del uniforme. Porque se entiende la función protectora de los Antidisturbios, pero no lo que se ve estos días. El exceso de celo en el trabajo parece un extra cuando los manifestantes no hostiles se manifiestan. Esa es la percepción de este Pueblo abandonado que clama Justicia y Libertad, arrebatadas por un sembrador de cizañas para apalancarse en el poder.
Algunos llevan la indignidad como abanderados de la trifulca, bien seguros tras los escudos, los chalecos no los atraviesan las balas pero la vergüenza la llevan permeable, les cala el cuerpo y les intoxica con ponzoña el alma. Para algunos, la vocación policial se ha convertido en psicopatía sectaria, el Satanás de la injusticia empobrece sus espíritus endemoniados, cuando se entregan a la golpiza contra seres indefensos que claman democracia pensando con ingenuidad que tienen en frente una conciencia debajo de un casco. Tras sus cráneos protegidos, la debilidad del pobre de solemnidad, eso sí armado de porra y blandiendo algunos la miserable condición del traidor a su propia patria, que de todo hay en la viña del Señor. Policías sin mente sana a imagen y semejanza de los gregarios de corazón rojo, rojo sangre, sanguinolento, comunista y socialista, ¿en breve esperan blandir como arma la enseña de la república que ansían? ¿es por ello que golpean con saña a chavales que ondean la bandera de España? Si hubiese Ejército de Luz por las calles, estos violentos del averno se escondían tras las esquinas para no levantar cabeza, pero llevar armas los inspira nuevas bajezas. No estuvieron en Barcelona cuando verdaderamente los querían asesinar el 1 de octubre. No estuvieron y si no, maldita la memoria.
Atentos al circo de la demolición democrática en Ferraz. Cumplen órdenes los muy obedientes. El alma se les contagia del azufre de Marlasca. Pobres diablos, cuánta siembra acumulan con injusticia y la conciencia acomodada. Pobres sumisos y perjuros arremetiendo contra España misma, hay que ser muy valiente para ser como Dios manda. Qué triste vergüenza confrontar contra gente pacífica que muestra una pancarta sobre el art. 21: Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España. Qué triste llegar a casa y mirarse en el espejo… aunque siempre cabe la reflexión y la enmienda si se merecen.
Todo sucede desde que un hijo de Satanás llegó hace cinco años, y con continuadas trampas a la nueva presidencia bastarda. El mismo que mató protocolariamente a nuestros padres y ocultó las cifras del genocidio con una eutanasia impuesta. El mismo que acumula crímenes, esta vez ya sin máscara. Ese es el cáncer que hay que extirpar…
Con la presencia del diputado Ortega Smith, esta noche no ha habido carga policial. Sintomático.
Estremecedoras imágenes del TERRORISMO POLICIAL que aplica Sánchez Castejón a la población de Madrid en la Calle FERRAZ Han sido emitidas por una Agencia Internacional de Noticias y están produciendo un gran escándalo. Compártelo con todos tus contactos. pic.twitter.com/CjzReey5hl
— Jose🇪🇦✝️ (@Jose48301894) November 16, 2023
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Cuando los guardias aporrean a la gente que lleva la bandera nacional, algo se ha roto en la sociedad.
Los maderos son simples zombis. Por cuatro migajas serían capaces de ametrallar a quien el poder les señale. Y luego, la doctrina Eichmann: «sólo cumplía órdenes».
Son tan enemigos como el que más.