¡Malditos, malditos, malditos!¡Cobardes, cobardes, cobardes! Por Julio Merino

El Régimen de Franco NO era una dictadura.

En 1977 hubo muchisimos españoles que alertaron que introducir regiones autonomas donde habia provincias y crear nacionalidades donde habia pequeños focos de secesionismo era buscarse complicaciones que llevarian a España a la ruina, inmediaamente las fuerzas vivas de la nacion junto una buena cantidad de periodistas se pusieron histericamente a insultar a esos patriotas que descubrian el pastel, buscando cerrarles la boca utilizando las palabras «libertad y democracia» como ariete .
Los españoles sensatos fueron apartados a manotazos y su voz ahogada en medio de una algarabía de insultos, resultado, Transicion y Constitucion.
Desde el primer momento Suarez, el Rey y el resto buscaron destruir la potencia nacional troceandola y privando a los españoles de su nocion de patria y aunque los españoles patriotas intentaron contrarrestar aquel frenesi»liberal-democratico» nada hubo que hacer, las voces mas autorizadas fueron acalladas y en algunos casos silenciadas a tiros y la destruccion de España comenzó con paso firme.
Actualmente estamos al final de esa etapa, la constitucion ya hacumplido y ya no sirve, España esta desvencijada y los españoles entontecidos, hora es de darle el golpe de gracia y romperla para siempre en pedazos.
Y a la vista de lo que sucede esa claro que los conseguiran

Un gran y justo comentario, Aliena, para
un representante de aquel Periodismo (que tanto ocultó y calló, y que ahora nos insulte a todos de cobardes… Inaudito.

No. España no va a ser destruida por mucho que se empeñen enemigos y falsos amigos como el Iscariote. Y no va a ser destruida porque su unidad está garantizada por Dios mismo, que no olvida lo que España ha hecho por la evangelización no solo de Europa y América, sino del mundo entero. Descuide usted y pierda toda esperanza el enemigo de España, que es el enemigo de Dios. El beato Bernardo de Hoyos, san Antonio María Claret y santa Maravillas de Jesús no mienten, los políticos mienten sin excepción. Por tanto, tranquilidad a ese respecto. Dios puede detener para siempre los corazones de los que le odian, así que nada de miedo al respecto. Además, si desde 1976 se mantiene la imposible de todo punto unidad de España, ¿qué otra cosa puede seccionarla? Si Dios quiere la unidad de España, ni la totalidad de españoles lograrán desunirla. Nadie puede desafiar a Dios. Y Dios ama a España más que a ninguna otra nación del mundo, se crea o no.

Por otra parte, efectivamente, los españoles sensatos, ya en 1976 no querían divisiones territoriales o autonomías, porque preveían con gran perspicacia los problemas que acarrearían. ¿Por qué se dividió España en autonomías o comunidades autónomas?

1º Por un intento suicida, ingenuo, progresista y vanamente «pacifista» de atraer a la nueva España democrática a los que la odian y odian a todos los españoles, especialmente en Vascongadas y Cataluña. Con la primera no solo NO funcionó, sino que la autonomía vasca potenció sobremanera a ETA y al partido del odio a España y los españoles de la que surgió esa banda terrorista asesina, el PNV de los hermanos del odio Arana. Hoy, a 2023, el odio a España y a los españoles no ha remitido en Vascongadas ni un ápice. Con la segunda, Cataluña, el proyecto funcionó horriblemente mal mientras duró la corrupción de Pujol y su clan, aunque el antiespañol Tarradellas, ya escarmentado por la historia, desaconsejó con toda claridad incluso la autonomía allá por 1977.

2º La segunda razón de la división territorial obedece al deseo de los demócratas de evitar la concentración de poder en manos de una facción (marxista o liberal conservadora, esto es, izquierda o derecha), es decir, compensar el poder central con el territorial, de modo que si hay un gobierno nacional derechista, al menos, algunas autonomías gocen de poder izquierdista «compensador» y viceversa. De hecho, ese es el argumento favorable a las autonomías que exhiben líderes como la madrileña liberal conservador Isabel D. Ayuso, por ejemplo, afirmando que de no existir autonomías, Madrid estaría tan mal como Cataluña o Extremadura. Mal argumento considerando que tan español es el madrileño, como el catalán, como el extremeño, y que Madrid es tan del gerundense o el pacense como del madrileño, faltaría más. De hecho, lo deseable sería que toda España sin excepción (pero sin estar bajo poder de antiespañoles) estuviera tan «bien», en lo económico, como Madrid.

3º Como consecuencia de las exigencias de antiespañoles y vascos para sus regiones, la igualdad exigía que las demás regiones también pudiesen, y así lo hicieron, constituirse en comunidades autónomas, el «café para todos». En definitiva, por culpa de los que odian a España y a los españoles más que Hammas a los israelís, quedó dividida España en comunidades autónomas, pero no disuelta o rota, gracias a los milagros de Dios, que no a política de partido alguno.

La desgracia que para España ha supuesto su división territorial en CCAA es evidente. En la medida que los caciques regionales han asumido el poder, no han dejado de exhibir una especie de «victimismo» interesado exigiendo agravios históricos que se han traducido en un disparatado derroche de recursos públicos extraídos por medio del robo impositivo a todos los ciudadanos y, empleado, como casi todo el gasto público, en comprar votos, pues así funciona la democracia en todo el mundo, aunque lo oculten bajo partidas presupuestarias supuestamente necesarias (si se destina el gasto público a sanidad, por ejemplo, se ponen trabas a los españoles en Vascongadas y Cataluña, además de otras regiones, por no saber la lengua regional, vascuence y catalán, y así comprar los votos de los que son de aquellas regiones. Una vulneración flagrante de la tan citada y violada constitución, pues los españoles, en todo el territorio de España, solo tenemos el deber de conocer el castellano, y el derecho a usarlo, pero no otras lenguas regionales que se imponen dictatorialmente. En ninguna parte de España es obligatorio saber otro idioma que el español, el castellano. Imponer otro es dictatorial e inconstitucional, aunque los jueces, cómplices del delito lingüístico lo nieguen en sus sectarias y corruptas sentencias).

Además del disparatado gasto público autonómico, que ha llevado la deuda pública autonómica a niveles suicidas, hay que afirmar que Cataluña incluso lleva una política presupuestaria de gasto decididamente antieconómica y despilfarradora a propósito, lastrando a todas las demás regiones, excepto la privilegiada Vascongadas, en la que sus contribuyentes son tratados con privilegio legal sobre todos los demás de España por su privilegio fiscal intolerable en cualquier otra nación y que debe ser derogado. Cataluña boicotea a todo el resto de España por odio a ésta y a todos los españoles, gastando cada vez más a modo de incendio provocado para que le den la «independencia», es decir, el ilegal estatus de nación separada, cuando su población fue la que más apoyó la constitución en 1978. El deliberado y creciente despilfarro catalán, privilegiador de antiespañoles corruptos sin tope, lleva a muchos otros gobiernos autonómicos a imitar la conducta catalana, vulnerando todo límite presupuestario al exigir para su región el mismo privilegio impune que para Cataluña. Y ahí viene el odio intrarregional creciente y la desestabilización económica imparable. Se tiende a disparar el gasto público del modo más despilfarrador para ganar elecciones del modo más extremadamente corrupto e inmoral, con una población prostituida al poder público que acepta subvenciones, paguitas, puestos a dedo, «mordidas», asignaciones, adjudicaciones de contratos corruptas, recalificación de suelo, etc. y que es responsable de la ruina y la catástrofe como sus políticos ante Dios y ante el juicio de todo hombre justo. Y los que pagan impuestos, los esclavos fiscales, no reaccionan o no pueden hacerlo o no se atreven a hacerlo con insumisión fiscal aunque les están robando a manos llenas en su misma cara. Todo un imperio de corrupción sin freno por no haber una hacienda única y financiada no con impuestos, sino con tasas, precios públicos, donaciones y beneficios de empresas públicas (hoy privatizadas en su inmensa mayoría, cuyos beneficios bien pudieran cubrir todas las partidas presupuestarias de España absolutamente necesarias: sanidad, educación, infraestructuras, equipamiento público, justicia, fuerzas armadas, policía, defensa del medio natural, patrimonio histórico, cultural, artístico y religioso, y poco más).

Y qué decir de la política lingüística y de odio a España y los españoles en Vascongadas y Cataluña, a la que debería habérsele puesto freno hace décadas y que hoy está pletórica ante la ausencia total de oposición, celebrando el triunfo ETA ante la expulsión de la guardia civil incluso de Navarra. Ahora bien, si ETA ha logrado esto matando, que se atenga a las consecuencias Vascongadas y Cataluña entera si algún día los españoles se vuelven unidos contra los que odian a España y los españoles allí y les hacen pagar todos los platos rotos desde 1976, con cargo a toda la riqueza que dispongan en esas regiones españolas. Ninguna nación del mundo querrá su secesión, así que no busquen apoyos en el exterior.

Ante todo esto no queda otra que disolver las comunidades autónomas, todas sin excepción. Eliminar el concierto vasco. Y a los que opongan resistencia, penalizarles donde más les duele, en las multas requisatorias de todo el patrimonio real o financiero. Al fin y al cabo, puede que muchos españoles sin una casa puedan vivir bien en un casería vasco o en una masía catalana mientras encuentran empleo, ¿verdad?. Los vascos y catalanes antiespañoles, esos que odian a España y a los españoles, buen patrimonio tienen para pagar la deuda pública y la escasez en la que viven muchos españoles. Cuando les toquen el bolsillo, veremos cuánto dura el secesionismo. Hace falta, eso sí, actuar con dureza, contundencia y determinación, como cuando se les derrotó en Villareal (Álava), o en el cinturón de Hierro de Bilbao, en Santoña (Santander) o en la batalla de Cataluña (que duró mes y medio desde 23 de dic. de 1938). Esta vez no hace falta verles el color de su «sangre» de «rassa vasca superior» o de su «seny» o sus culers corriendo camino del Pirineo, no. Esta vez hay que ir a las finanzas y a los inmuebles. Reducirles a la indigencia puede ser muchísimo más adecuado para todo el resto de españoles.

Simplemente. Tómese la constitución actual de 1978 y evalúese objetivamente los derechos y libertades que en ella están expuestos y que no se respeta casi ni uno solo, y cómo sí se respetaban, paradójicamente, en tiempos de Franco:

Art. 15: No se respeta el derecho a la vida. Es «constitucional» según el terror democrático, el aborto, la eutanasia, la manipulación de embriones, etc. Nunca hubo tanta delincuencia, crimen y terrorismo en España que mientras ha durado la democracia.
No se respeta la integridad física, ni moral, ni de ningún tipo. Aquí hay terror democrático. Nunca se denigró tanto la integridad de toda criatura de Dios que bajo el terror democrático imperante.
Las torturas son diarias en la España democrática y su crecimiento, incluso en centros de acogida de menores de algunas autonomías, es aterrador. Todo bajo terror democrático.
El trato inhumano y degradante es especialidad del terror democrático desde 1976, lo reconozcan o no. Los torturadores más sanguinarios desde los socialistas, anarquistas, republicanos y comunistas con sus chekas soviéticas durante la Cruzada, han sido los torturadores de ETA, escisión del PNV en tiempos de Franco.
La pena de muerte ha sido ejercida por ETA, Grapo, Frap, terrorismo sindical rojo, islamistas y delincuentes y criminales, narcotraficantes o traficantes de inmigrantes, a placer y del modo más impune.
Precisamente las leyes penales militares no han penalizado el golpe de estado catalán de 2017 como una agresión a España en toda regla. Alta traición doble.

Art. 16: No hay libertad ideológica ninguna, sino persecución a todo el que no sea demócrata marxista en todo ámbito, como en la URSS se persiguió a todo no comunista. No se admite disidencia alguna. Incluso se quiere prohibir al partido conservador VOX. Se criminaliza con leyes el régimen de Franco, con lo cual, también a todos los católicos y patriotas españoles.
No hay libertad religiosa en absoluto. Se prohibió el culto en 2020, justo cuando más necesitábamos recurrir a Dios, como hacían generaciones enteras de españoles en el pasado. No hay obispos libres y fieles a Dios, bien sea por su voluntad, por ignorancia o por terror. El terrorismo democrático se ha ensañado especialmente con la Santa Iglesia Católica Apostólica y sus miembros. No se ha permitido, ni siquiera, impartir religión en los colegios (Sagradas Escrituras y revelaciones de santos y santas).
Sí ha habido plena permisividad (nunca hay «libertad» plena para hacer el mal, eso es imposible, pues la libertad exige el conocimiento de la Verdad, que es Dios, y, nuestro conocimiento es siempre parcial, como enseñó Dios por medio de san Pablo) con todo tipo de ultrajes a Dios, a Jesucristo Nuestro Señor, a la santísima Virgen María, al papa Benedicto XVI cuando vino a Madrid en 2011 y a incontables hermanos y hermanas de fe ultrajados en pleno terror democrático.
Se ha obligado a declarar sobre ideología, religión y creencias en innumerables contextos durante el presente terror democrático.
El marxismo es la confesión estatal, tolerado incluso por los liberal conservadores a cambio de hacer buenos negocios. Los poderes públicos persiguen, ponen trabas, «hacen la vida imposible», discriminan, ultrajan y hacen todo lo posible para exterminar a los católicos. No hay cooperación con la Iglesia Católica, salvo con los que quieren destruirla desde su interior como humo de satanás. Sí hay mucha permisividad con el islam y los cultos heréticos y blasfemos en el actual terror democrático.

Art. 17: La libertad ha sido asesinada en la España bajo terror democrático ya desde 1976. Sin Dios no hay libertad, pues la libertad solo es posible conociendo la Verdad, que es Dios mismo: Camino, Verdad y Vida. La España bajo terror democrático odia a Dios en su constitución atea, en sus leyes, en sus preceptos de hombres sin Dios. No hay libertad en España. Y no la hay desde 1976, por mucha guitarra y melena al viento con florecitas cantando «libertad, libertad, chiquilla libertad». Que se lo digan a las víctimas de ETA, a los que aman a España en Vascongadas y Cataluña, que se lo digan a los que pagan impuestos (¿libertad con imposición? Vete a tomar por…) para que se financie la compra de votos rojos y antiespañoles en especial. No hay libertad para hablar, estudiar y trabajar en español. No hay libertad de movimiento de españoles por España, ni libertad de expresión ni de ningún tipo. Decir que en España hay libertad es mentir como el demonio.
No hay seguridad, ni jurídica, ni económica, ni ciudadana. La inseguridad es marca de la democracia en toda nación sometida al terror democrático. Hoy ni los niños y niñas pueden jugar en la calle, como hicieron generaciones en el pasado, sin supervisión estrecha de sus padres. No hay seguridad en España, eso murió con Franco. Hoy hay imperio de la maldad, impune y dueña de calles e instituciones.
La detención preventiva depende del sujeto detenido. Si es católico y patriota durará días y días. Si es golpista e incitador a la guerra civil en Cataluña, durará horas y en régimen hotelero de reclusión. Los jueces han perdido toda su autoridad, tengan o no relaciones con menores e información vaginal. La sentencia sobre el aborto del TC invalida todo el sistema judicial y condena a todos sus miembros ante el Tribunal de Dios, lo crean o no.
Las personas detenidas tendrán derechos y privilegios según la razón de su detención. Es la más abyecta arbitrariedad del terror democrático, encarcelar al que reza a las puertas de una carnicería abortista y liberar al violador.
Los tribunales son auténticas casas de prostitución en el régimen de terror democrático. Una «justicia» hecha a medida de criminales.

Art. 18: Nadie tiene garantizado honor, ni intimidad personal y familiar (los móviles son elementos reconocidos de espionaje incluso internacional), ni mamarrachadas de «propia imagen». Se enaltece al delincuente y criminal, y se odia al justo, todo propio del terror democrático.
El domicilio es okupado, que no solo violado. No hay solo registros, sino apropiación de todo lo que contiene por okupas con la más radical e implacable e inmisericorde (ni los ancianitos y ancianitas se libran de esa lepra ladrona de casas) impunidad del terror democrático, excepto cuando okupan casas de diputados y políticos. ¿A que no se okupa la mansión de Galapagar? Bolchevismo inmobiliario narco mafioso. La okupación no es «flagrante delito» para esa «justicia» con menores e información vaginal de las elementas que beben en la copa del juez bolchevique.
No hay secreto ninguno de comunicaciones. Eso ya no existe. Se roba la correspondencia hasta en papel de los buzones con total impunidad. Y que se olvide un rico de meter sus claves en la banca por internet si no quiere ver vaciadas sus cuentas. Los móviles están todos pinchados que ya quisiera Stalin haber tenido esta tecnología ya.
La ley no limita el abuso informático ni su pornografía, incluso corruptora de menores, ni por asomo. Lo del honor y la intimidad personal y familiar es un insulto extremo contra toda la ciudadanía. Vivimos en un estado de terror democrático policial, con venta de datos íntimos a China, incluso los sanitarios para financiar la sanidad arruinada pública.

Art. 19: Los españoles no tienen derecho alguno a elegir residencia alguna. De hecho, se les ha expulsado de Vascongadas y Cataluña con amenazas de muerte y agresiones de todo tipo. El terror democrático ha sido inmisericorde. La entrada libre en España ha sido clara con la invasión africana que continua sin parar del modo más completamente pasivo. Canarias van camino de ser totalmente invadidas.

Art. 20:No hay derecho alguno a expresar o difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones, salvo que se sea rojo o demócrata liberal conservador. La persecución a los nazis, fascistas y franquistas es inmisericorde. Que luego no se pida misericordia si se es de los primeros. No hay libertad de expresión ni de difusión. Hay censura implacable, como en la Unión Soviética. Marxismo y democracia, cada vez son más iguales.
No hay derecho alguno a la producción literaria, artística, científica o técnica si no es conforme a la internacional comunista, socialista o conforme a los negocios de desalmados liberal conservadores. No se puede negar el cambio climático con ciencia verdadera. La «ciencia» está totalmente politizada bajo terror democrático. Y el arte y la literatura roja y democrática es decadente, soez, corrupta, degenerada y pervertida. Pura basura, la buena se censura y se persigue.
No hay libertad de cátedra, salvo a la cátedra de bolcheviques, comunistas y socialistas en institutos y universidades públicas, y de complementarios liberal conservadores en las privadas.
No hay libertad a comunicar ni a recibir libremente información veraz. Hoy no existe la información, ha sido sustituida por mentiras interesadas y ocultaciones flagrantes y peligrosísimas. Los periodistas no son más que sicarios de los políticos, expertos en marketing embustero y cómplices de sus crímenes.
La censura es implacable y creciente, incluso en internet.
Los medios de comunicación están bajo pleno control político, incluso los que se denominan a sí mismo «independientes». No hay un solo medio de comunicación veraz, salvo acaso Radio María.
No hay pluralismo político alguno. Hay intento de imponer el pensamiento único climático, de género, lgtbi+, anticristiano, agenda 2030 y demás productos del infierno democrático.
No se respeta el idioma de todos los españoles, el mal llamado castellano, más acertadamente el español, porque es de toda España por historia.
A la juventud se la «proteje» de ser casta, corrompiéndola hasta en la guardería. A la juventud se la enseña a «explorarse a sí mismo» y a «tener sexo con quien quieran y a ser quien quieran», además de incitarles a drogarse, así desde el comienzo del terror democrático. Recuérdese el socialista «el que no esté colocado (drogado), que se coloque».
Solo se secuestran publicaciones anticomunistas calificadas de «ultra extrema derecha», nunca de las comunistas y socialistas, genocidas siempre y en todo lugar.

Art. 21: No hay derecho de reunión pacífica para defender la fe católica y a España. La violencia anticristiana y antiespañola tiene bula para operar en toda concentración católica y patriota española. Incluso los políticos rojos llaman «ultra extrema derecha» al hecho de defender la patria como nos enseñaron en la mili. A los rojos les permiten llevar armas blancas a sus escraches, a los de Falange no.
Los rojos y antiespañoles cortan carreteras, calles muy transitadas, y todo tipo de actividad económica con total impunidad. Y no son penados por destruir bienes ajenos o agredir a otras personas. Tienen impunidad total en el terror democrático.

Art. 22: No hay derecho a crear un ejército como el de Hitler por asociación libre de los de ultra extrema derecha, pero sí a crear un ejército rojo con aval OTAN.
Las asociaciones rojas y antiespañolas pueden hacer lo que les plazca en cuanto a delitos y asesinatos.
Los registros son solo para el control de asociaciones que no sean del marxismo asesino.
Las asociaciones anticomunistas son cerradas y perseguidas.
Se prohíben asociaciones secretas y los rojos y antiespañoles llenan las logias masónicas con sus miembros. Y sus afiliados jóvenes tienen permiso total para formar asociaciones paramilitares con total impunidad y armas.

Art. 23: Los ciudadanos no tienen ni voz, ni participación alguna, ni capacidad de elección, ni se les consulta absolutamente para nada, salvo para que den estúpidamente su voto a un candidato del régimen de terror democrático sin más. Incluso imponen penas de cárcel al que no acuda a las mesas electorales, en una ley de régimen electoral dictatorial que no admite disidencia y que invalida la ley contra el Régimen de Franco, la de memoria socialista que no digiere su derrota total en 1939.
A los españoles que no se sienten niños bajo tutela de un papá político no se les tiene en consideración en el régimen actual de terror democrático.
Y un cuerno se accede en «igualdad» de condiciones a funciones y cargos públicos (privados mucho menos).Puro y duro nepotismo arbitrario y sectario. El estado y las administraciones públicas es el coto privado del político y sus enchufados, más putas que la de Babilonia, que han vendido su alma por un plato de lentejas. No hay oposiciones, hay enchufismo, favoritismo, designación corrupta y arbitraria de funcionarios, conversión en funcionarios de los que no han aprobado oposición, favoritismos con miembros de partidos políticos, sindicatos, logias, patronales y demás privilegiados. Y todo financiado con robo masivo de los impuestos.

Art. 24: Los jueces y tribunales solo tutelan a ricos, mercaderes, sindicatos y políticos. La indefensión de los católicos y patriotas españoles es total. Vivimos en una dictadura judicial, fiscal y abogacista. No hay derecho a juez justo alguno. Las sentencias son arbitrarias y políticas, sean los jueces con menores e información vaginal o no.
Para el católico y el patriota español no hay presunción de inocencia alguna, como no la hubo para el Señor en el sanedrín. Los tribunales son casas de prostitución.

Art. 25: Las personalidades del régimen de Franco han sido perseguidas por jueces al servicio de políticos con décadas de retraso. La irretroactividad de las disposiciones sancionadoras solo operan para rojos y antiespañoles, no para los católicos y patriotas, como Franco y los suyos.
La cárcel es un medio de degradación mayor que los tan cacareados campos de trabajo para prisioneros y presos políticos del III Reich. De éstos no salían drogatas y pervertidos, de las cárceles del régimen del terror democrático, no sale reformado nadie, corrompido casi todos. Eso sí, los terroristas asesinos de ETA, tienen comida, bebida, techo, permisos, estudios universitarios, etc., a diferencia de los parados sin ni una sola prestación. Que Dios no deje impune todo esto caiga una generación entera si es preciso.

Art. 27: La educación no existe hoy en España, al menos a nivel público. Las guarderías, colegios, institutos, escuelas y universidades públicas son centros de lavado de cerebro y de degradación de borregos, no de educación. Su adoctrinamiento es espantoso, pero lo peor es la instrucción en el odio a todo lo bueno y santo que en ellos se inocula a los niños y jóvenes con sutileza admirable. Por supuesto que no hay libertad de enseñanza. Dios ha sido proscrito de todo centro de enseñanza, algo inédito en siglos.
El adoctrinamiento tiene por objeto el lavar el cerebro como una secta a los niños y jóvenes, para que sean profundamente necios y ajenos a toda sabiduría y capacidad de discernimiento. Persigue un alumno estúpido, que no piense y le de pereza hasta de escribir o leer. Persigue tener borregos bolcheviques ateos y degenerados, para que no descubran el terror democrático en el que nos han sumido y los ajusticien en el futuro próximo. El «desarrollo» de la «personalidad» es un engaño. Lo que hacen es degradar a niños y niñas desde la más tierna infancia, alejándolos de Dios, que es Infinita Bondad, pues así los dominarán con mayor facilidad al ser mucho más propensos a caer en la mentira continua. Por eso les enseñan principios democráticos y de convivencia, es decir, odio a Dios y su santísima Voluntad, sustituida por el de una mayoría degenerada. Lo de la convivencia es de escándalo. Nunca hubo más odio entre gentes que hoy.
Los padres no pueden elegir una enseñanza católica para sus hijos e hijas. De hecho, la enseñanza católica concertada, la de los católicos pobres, la mayoría, está siendo acosada con un terror democrático indescriptible. La presión y el chantaje contra esos centros solo lo conocen sus directores y directoras y plantillas.
La enseñanza del marxismo es obligatoria y carísima en cuanto a robo de impuestos para financiarla. Los profesores, mayoría rojos comunistas y socialistas, y lo negarán con toda su jeta, cobran mucho y no valen ni para agitadores marxistas.
El estado cercena la posibilidad de ser verdaderamente educados, es decir, de criar a una generación fiel a Jesucristo Nuestro Señor, sana física, mental y espiritualmente, y se compromete cada vez más en destruir la humanidad desde la más tierna niñez. Con razón dijo el Señor camino del calvario a las mujeres que rezasen por ellas y sus hijos, pues si aquello hacían con el leño seco,…
Hoy, lo que se mal llama «educación» no es más que corrupción moral, mental y física de menores, tal cual.
Y, por supuesto, no hay ni la más mínima libertad para crear centros docentes verdaderamente católicos que enseñen de verdad y contribuyan a crear una generación de hombres y mujeres de bien en el sentido cristiano católico del término.
El control y gestión de los centros es puramente política.
Los poderes públicos premian la ensañanza roja y liberal conservadora (ésta menos), y castigan inmisericordemente a la católica.
Las universidades jamás fueron tan esclavas del poder político como lo son hoy. No hay profesores y catedráticos universitarios en el sentido estricto del término, sino políticos y diputados lavando el cerebro de los alumnos que tienen la desgracia de tener que padecerlos sin derecho a réplica alguna, como borregos bajo amenaza de expulsión de la universidad. Está claro que la universidad era «represora» con aquellos rojos niños de papá y mamá bien acaudalados y privilegiados del régimen de Franco, hoy en el poder, escapando delante de los grises. Hoy no toleran ni la milésima parte de lo que Franco les toleró a ellos. Era como para incinerarlos vivos a todos en Auschwitz sin gasearlos ni fusilarlos ni nada de nada, al infierno a palo seco. Que esta gentuza vaya a morir de viejos sin comparecer en una Causa General….

Art. 28: Todos los sindicatos tienen pleno derecho a ejercer el terror sindical democrático contra todo trabajador que se niegue a secundar sus huelgas, protestas, peticiones de afiliación o de voto en sus elecciones sindicales. Lo dicho, Auschwitz, centro de trabajo para rojos de todo jaez, cada vez parece más un acto de justicia que otra cosa.
Libertad de terror sindical plena y chulesca a más no poder. Mandan las mafias bolcheviques de la unión general de terroristas y con creciente odio al obrero. Y los empresarios uña de esa carne.
Eso sí, derecho a la huelga hasta porque ha ganado un partido de derechas las elecciones, sin más. Sin ninguna consideración a los parados que aceptarían encantados sus trabajos tal cual están, sin consideración alguna a los ciudadanos que han de padecer el terror sindical, sin ninguna consideración a los «esquiroles», un egoísmo que no tiene límites, unos corruptos más grandes que no pagarán ni de la forma antes descrita en Auschwitz. Clama al Cielo venganza divina contra esos sujetos que no han creado ni un céntimo de riqueza en su putrefacta vida de terror y sangre.

En fin, de nada sirven los argumentos. Como ciegos desorejados volverán una y otra y otra y otra vez a votarles, hasta que Dios les de lo que piden, el infierno que se lo han ganado a pulso.