¿A qué tiene miedo la Iglesia Católica en España? Por Ignacio Fernández Candela

1) Respecto a las profanaciones del Valle de los Caídos (Franco, José Antonio y otros caídos enterrados en la cripta), sí hubo recursos legales desatendidos corrupta y arbitrariamente por una «justicia» criminal y vengativa con los vencedores a más no poder. El prior del Valle, Santiago Cantera, dejó en evidencia la dictadura criminal que vivimos. El poder está en las armas (ejército, guardia civil y policía), no en obispos, curas y monjes benedictinos, que nada pueden oponer, como en 1936, a esas armas, salvo sus oraciones. Y las armas obedecen al gobierno rojo, no se olvide esto, tanto que se acusa. A todos nos hiere hasta reventar esas profanaciones (incluso la de Queipó de Llano y su esposa, todo un atentado satánico), pero mandan las armas, como en 1936, repito. Entonces, en 1936, hicieron algo más que profanar unas pocas tumbas, como todo el mundo sabe. Pero a nadie en 1936 se le ocurrió la satánica cobardía de acusar a los obispos.

2) La criminal reclusión carcelaria en domicilio que perpetró el gobierno rojo genocida actual, homónimo del ultragenocida comunista Xijinping de la China roja y asesina, lo hizo con apoyo de las armas, no lo olviden nunca. Fue el ejército, la policía y la guardia civil (cuyo cometido era mantener la dictadura del gobierno rojo, incluso ante críticas al presidente del gobierno, como reconoció cierto general de la benemérita ante toda la nación), la que obligó a toda la población a estar encarcelada en sus hogares, como en 1936, en Madrid, Barcelona, Valencia y otras ciudades, obligó a esconderse a los pocos religiosos y muchos católicos que quedaron bajo dominio rojo. ¿Se protestó entonces contra los obispos por no hacer valer su derecho a que no nos quemasen las iglesias, no prohibiesen el culto, no nos diesen el paseo por ir a misa o por nuestras procesiones, no nos torturasen en chekas, etc.?. Nos prohibieron incluso la misa diaria, algo satánico a más no poder, como hicieron en 1936. Pero los curas y los obispos no tienen armas con las que nos abastezcan para defendernos, el ejército, la guardia civil, la policía y las fábricas de armas sí. En 1936 estos mismos que hoy gobiernan, mataron a más de 7000 consagrados y a más de 50000 católicos, denunciados incluso por sus vecinos por ir a misa. Y nadie acusó a los obispos de inactividad (excepto al enemigo de los católicos españoles, F. Vidal y Barraquer, obispo de Companys, que no de Dios).

3) El genocidio de ancianos abandonados en las residencias por sus parientes previamente al covid en no poco número, y por el gobierno rojo genocida durante la pandemia consentida (con el ébola no se hizo esto, pero nadie se pregunta porqué tanta diferencia. ¿No habrá mucha hipocresía encerrada en esto?), lo perpetró éste gobierno con apoyo de las armas. Incluso los militares acudieron a esas residencias, no dejando acercarse ni a los parientes. Tampoco dejaron militares, policía y guardia civil, celebrar funerales a los parientes de los fallecidos y darles el último adiós. Como en 1936, tampoco tuvieron un entierro digno muchos de los paseados por los rojos en las afueras de Madrid, Barcelona, Valencia, etc. Piénsese en Paracuellos del Jarama, Torrejón de Ardoz y muchos otros lugares con fosas nunca encontradas (y si las encuentran los de la venganza histórica, rápidamente las cubrirán de nuevo, al ser víctimas del genocidio perpetrado por rojos y antiespañoles).

4) Luís Arguello, por ejemplo, sí afirmó valientemente que estaba dispuesto a investigar los contados casos de abuso de menores dentro de la Iglesia (porque a la Iglesia es a la que más le conviene esclarecer la verdad, al predominar por más de 1000 a uno las falsas acusaciones como todo el mundo sabe, pues acusar sale gratis en España, y, además, constatar que los casos de abusos involucraron a homosexuales admitidos en la Iglesia de modo erróneo pero piadoso, por «buenismo» vamos. Esclarecer esto ha detenido muchas acusaciones, pues perjudica fuertemente a los colectivos lgtbi+, de ahí que ahora estén muy callados al respecto y sea precisamente la Iglesia la que sí quiere seguir adelante, claro está, investigando también a los partidos políticos y logias masónicas, cosa que el poder no quiere ni en pintura), pero afirmó que lo propio debía hacerse con los partidos políticos de todo jaez y con sus cargos, afiliados y simpatizantes, investigar sus fiestas de pornografía con menores estilo tito pedofiloberni, fiestas con violación de menores (como en la comunidad mallorquina y valenciana, p. ej., o el escándalo ese de USA con los Clinton, algún que otro miembro de la familia real británica, actores de Hollywood, famosos, etc.), y demás salvajadas asquerosas, a lo que el gobierno rojo genocida actual, apoyado en las armas, no lo olvidemos, no dio consentimiento alguno. Parece ser que la pedofilia, tan extendida entre políticos, masones y ateos anticristos de todo el mundo, se oculta con un celo dictatorial. Se cuela el mosquito (infiltrado en la Iglesia por «buenismo» político, que no cristiano verdadero si se da el caso) y se tragan los camellos políticos por manadas.

5) Ahora bien, lo fácil siempre es acusar a toda la Iglesia por la actitud de los obispos, en este caso de uno en concreto, que parece que habiéndose hecho viejo, son otros los que le ciñen y le llevan a donde no quiere ir, ¿verdad?. Que Dios os lo haga ver, ya que tan poco cariño tenéis al Cuerpo Místico de Dios, a la bimilenaria, imperecedera e indestructible Santa Iglesia Católica Apostólica, de la que vosotros NO sois miembros.