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Pablo Gasco de la Rocha es uno de los colaboradores de ÑTV, con los que normalmente más de acuerdo estoy con sus artículos. De hecho en más de un correo que me he cruzado con él alguna vez se lo he dicho. Es más, alguna vez le he animado a que no deje nunca de escribir porque sus artículos creo que le dan mucho valor a ÑTV y antes a El Correo de España, pero me han sorprendido mucho sus dos últimos artículos, en los que y por la camaradería que me une a Pablo no me queda otra opción que dar mi réplica.
El primero fue el pasado día 13 al que titulaba: «¿Cómo se puede llamar fiesta a esta espantosa matanza? Por Pablo Gasco de la Rocha» con el que no puedo estar en mayor desacuerdo. Bien sabe Dios que ese artículo lo escribe algún otro articulista no se hubiera publicado, pero el respeto que le tenemos a Pablo no nos permitía coartarle su opinión y no lo hemos hecho pero quiero rectificarle (y estoy seguro que es un sentir de muchos lectores y por supuesto no es la línea de ÑTV) respecto a lo que dice:
-Está claro que solo puede haber un argumento en contra de las corridas de toros, y es la sensibilidad y te aseguro Pablo que esa sensibilidad nos afecta también a los taurinos y defensores de la Fiesta, pero la sensibilidad no es un argumento, es un sentimiento. ¿Por qué Pablo tú y los antitaurinos no criticáis la pesca con caña? El espectáculo de un pez atrapado en el sedal de un pescador es una cuestión de sensibilidad, pero no por ello hay que considerar al pescador como un insensible y un sádico que disfruta con la muerte de ese animal
-Cuando habláis de tortura os pediría a todos los antitaurinos que fuerais a la R.A.E: «Grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo». No creo que haya que explicar a los antitaurinos que el objetivo de la lidia no es hacer sufrir al toro. En eso imagino que estaremos todos de acuerdo, taurinos y antitaurinos. Si no es así, dificilmente podemos seguir dialogando, pero seguimos…
-Si el toro, realmente fuera torturado o se sintiera indefenso, o simplemente no estuviera predispuesto para la lucha, huiría. Y en ello, podemos ver casos prácticos de ganaderos que tientan en el campo abierto que cuando un becerro no desea luchar, huye, reniega y no acomete, es mansurrón, pues no se le fuerza. Se le respeta y no se le prepara para la lidia. De hecho, la devolución de los toros a los corrales se produce cuando esa combatividad no se produce. Por todo esto, es fundamental conocer la suerte de varas, en la que el picador cita al toro y el animal abandona sus terrenos y embiste contra el caballo. Aunque el picador le asestará un puyazo, el toro no saldrá corriendo sino que insistirá en sus embestidas y se lanzará de nuevo contra el animal. Algo parecido ocurrirá ante las banderillas: el Toro desplegará su naturaleza combativa, al contrario de lo que harían otros animales.
-La ganadería brava es una de las últimas formas de ganadería extensiva que siguen en pie en Europa. De media, cada ejemplar disfruta de entre una y tres hectáreas de terreno propio, nada que ver con los escasos centímetros que separan a la mayoría de animales reunidos en granjas y explotaciones similares, criados para otros fines como alimentación, ropa, etc… y querido Pablo al final mueren también. ¿Cual es el problema que esa muerte y sacrificio no la ves? Si es eso, eso se llama hipocresía.
-El toro pelea. El sentido de la lidia es la acometividad, la manera de embestir, atacar y defenderse, la combatividad, lo que le da la opción de salvar su vida con el indulto cuando muestra casta y bravura.
– Es evidente el inmenso riesgo del torero, que se juega la vida, y a los hechos me remito en últimas actuaciones de figuras del toreo.
-Doy fe de que hay aspectos de la corrida que no llegan al gran público salvo que cuando se conoce la Fiesta en primera persona. La televisión no capta la solemnidad, el silencio, las palmas, la música, los olés, los aplausos, las broncas, las discusiones, la arquitectura de la plaza, el desfile de las cuadrillas… En última instancia, el toreo es un arte que merece ser visto en persona para así poder apreciar la belleza y la dureza de un espectáculo que se diferencia de cualquier otro por su Verdad.
-No hablemos de la huella económica innegable, constituyendo la primera industria cultural española según nivel de ingresos aportados a Hacienda. Las grandes Ferias de nuestro país suponen grandes inyecciones económicas para ciudades como Madrid, Valencia, Bilbao, Sevilla, Málaga, Santander… A eso se une la riqueza que dejan en los pueblos los festejos taurinos.
-Hasta aquí la tortura y la economía, pero si quieres en otro artículo hablamos de historia, tradición, diversidad y cultura, valores estéticos, sociabilidad, arte, belleza, economía, ecosistema, y, ¡por supuesto!: tragedia y emoción, los cuales con tanta vehemencia y acierto defiende Pablo en otros aspectos de la vida y desde aquí le aplaudimos y por ello nos ha extrañado este artículo.
Carlos García Juliá
El caso de Carlos García Julia ha surgido en el artículo de hoy cuando mi admirado Pablo ha soltado esta frase: «Me sorprendió la noticia de la candidatura de García Juliá a las próximas elecciones municipales. Algo totalmente inaudito en una formación como Falange, o en cualquier otra con un mínimo de decencia… La muerte de las personas nunca se paga, porque jamás se restituye. Al asesino, con independencia de los motivos por los que haya matado, se le debe imponer decoro».
Aquí voy a ser más breve y no voy a meterme a comparar el acto de Carlos García Juliá con los etarras con los que los comparas, pero hay dos hechos claro que los diferencian estimado Pablo (además de los que te he dicho que no voy a meterme):
-El cumplimiento íntegro a «piñon» de la pena impuesta
-Carlos ha pedido perdón a las víctimas
Ninguna de estas dos cosas se cumplen en los otros hijos de puta, asi que comparación muy desafortunada.
Un abrazo querido Pablo
Autor
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Madrid 1968. Hasta 2013 se dedicó al mundo de la automoción. En Mayo de 2013 comienza su andadura en el mundo editorial con la publicación de diarios digitales. Sierra Norte Digital (de 2013 a 2018)y El Correo de Madrid desde Mayo del 2018 y el Correo de España hasta la actualidad.
En paralelo funda la editorial SND Editores (2014) y el Canal "Con Ñ de España" en Youtube donde emite todos los días.
Es columnista y tertuliano habitual en varios medios de comunicación, entre ellos Mediterráneo Digital, Radio Inter y Radio Ya, Decisión Radio e Informa Radio.
Muy buena y muy justa réplica, Álvaro, pero, por favor, intenta redactar mejor. Tu redacción, siento decirlo, deja bastante que desear. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
A mí no me gustan ni los toros ni el fútbol, pero no estoy en contra, pues ssse que dan de comer a cientos de miles de personas…
Y, en el caso de los toros, si no existieran las corridas de toros, EL TORO BRAVO, que es un valor patrimonial de España, desaparecería.
No entiendo como personas que dicen ser de derechas, le hacen el juego sucio a la izquierda, que siempre está en contra de todo lo que sea afirmación de la identidad nacional.
Sra. o Srta. Carmen, tener criterio propio sobre lo que sea, no es hacerle el juego a nadie. Siendo que eso mismo se podría decir si a alguien no le gustase la “paella” plato muy español, que hasta ese extremo puede que se llegue. ¡Por favor, un poco de seriedad! Claro que tenemos que defender la hostelería, las fiestas y los espectáculos, es de lo que vivimos, y cada vez más, en lugar de industrializarnos.
Y una última cosa, también a José Antonio, y al margen de comparaciones, le dijeron lo mismo que usted me achaca, que le hacía el juego a la izquierda. ¡Por favor, un poco de seriedad!
Con altiva testa se enfrenta
el bravo toro
al torero que le tienta
con vitil aplomo.
En esa lucha mítica
pone el toro las astas
afiladas y el torero la fina,
luciente espada.
Que no hay desequilibrio
pues son iguales
el riesgo y el peligro
en los dos rivales.
Ambos se reconocen en la tragedia
del todo inevitable
donde asombrosa arrecia
la gloria de tan misterioso, ancestral arte.
Y es el desenlace,
De una inevitable cornada
brota la sangre
o de una limpia estocada,
Al honor se obedece
en tan duro trance,
que honestidad merece
el rigor del lance.
No pasa nada,
ha elegido la muerte
a quien se llevaba,
que no ha sido la suerte.
Porque el azar no existe
entre valientes
que con empeño resisten
y nadie pierde,
Son un ejemplo,
el mejor magisterio,
Y un monumento
un combate tan serio.
Pero en otro combate
se torea a la vida
en un disparate
tristemente cautiva.
Porque no hay toros
ni tampoco toreros
en esos foros
tan lejos de los ruedos.,,
Las corridas de toros en España son la demostración de arte, en la lucha de un hombre con un toro, más brillante y emocionante que hay.
Llena de nobleza, grandiosidad y valores.
Si se mata de mala manera a un animal después de darle una miserable vida y se come uno después su solomillo con placer, eso no le
da pena a nadie, ni se muestra ninguna sensibilidad? Y por qué es de la Fiesta Nacional cuando se quejan porque atenta contra su delicada sensibilidad ?
Y por qué los más miserables separatistas y la caterva de antiespañoles de toda laya todos odian dicha Fiesta?
Que no se quede D. Pablo sólo con que el toro sufre y pueda sentir ese grandísimo arte tan español.
Yo soy muy español y por supuesto nada anti español Y No es lo mismo comerse un solomillo que regodearse con el sufrimiento de un animal en un espectáculo de masas y por mucho colorido música y puesta en escena es una aberración Mi solomillo lo como para alimentarme y también por placer y supongo que esa vaca o ternero sea sacrificado de la manera menos cruel posible La corridas son la puesta en escena de algo brutal y es un espectáculo deleznable Como español me avergüenzo
Señora Carmen las señoritas son las señoras muy bajitas Las mujeres son todas señoras y los hombres todos señores