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¿Quién fue José de Acosta?

La inmensa mayoría de los españoles desconoce la figura del padre José de Acosta. Sin embargo, sus teorías y estudios fueron pioneros en el campo de la antropología y las ciencias naturales, amén de ser un personaje clave en la evangelización de los territorios del Nuevo Mundo.

Infancia y juventud

José de Acosta nace el 1 de octubre de 1539 en la localidad vallisoletana de Medina del Campo, en el seno de una familia de comerciantes de probable origen portugués y posiblemente judíos conversos. Con tan solo 12 años ingresa en el colegio de la Compañía de Jesús de Salamanca, siguiendo la tradición familiar, pues de sus cinco hermanos, cuatro eran jesuitas y dos de sus tres hermanas también religiosas. Apenas un mes después de su estancia en Salamanca, es trasladado al Colegio Jesuita de su localidad natal, en el que permanecerá hasta 1557. Desde muy pronto, sus superiores destacan su gran inteligencia e ingenio. Su dominio del latín le llevó con apenas 15 años a escribir las cartas de oficio que se mandaban al fundador de la Compañía, San Ignacio de Loyola.

En 1557, siguiendo el proceder de los jesuitas, inicia un periplo por varios colegios de España y Portugal, impartiendo clases de humanidades y gramática latina, que le llevan a las ciudades de Lisboa y Coímbra (1557), Valladolid (1558-1559), Segovia (1559), Alcalá de Henares (1559-1567), Plasencia y Ocaña (1567-1569), así como Sevilla (marzo y abril de 1571).

Finaliza su periplo en Sanlúcar de Barrameda (abril-junio de 1571), desde donde se embarca con los jesuitas rumbo a tierras americanas.

Salto a las Américas

Acosta llega a Lima el 28 de abril de 1572, permaneciendo en la ciudad hasta junio de 1573. En Lima se dedica a la prédica y a impartir clases de teología en el Colegio Jesuita, que suscitan gran interés. Pocos meses después de su llegada, el Padre Zúñiga, rector del Colegio Jesuita de Lima, afirma “aunque predicase tres veces al día, no se cansarían de oírle… Él los confiesa a todos y hace oficio de maestro de novicios”.

En mayo de 1573 es enviado al interior del país, en la región meridional de los Andes, a visitar los colegios y comunidades de Cuzco, Arequipa, La Paz, Potosí y Chuquisaca, una misión que se prolongará hasta octubre de 1574. Durante el viaje conoce al entonces Virrey del Perú Francisco Álvarez de Toledo y Figueroa, que se encuentra visitando estos vastos territorios y que le acoge en la región de Chuquisaca. Como Acosta dominaba perfectamente el quechua y el aimara, se le encarga la dirección y elaboración del primer catecismo trilingüe (escrito en español, quechua y aimara), convirtiéndose en el primer libro impreso en el Perú.

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Poco antes de volver a España, funda en 1583 el Colegio Real de San Martín para “naturales” y “criollos” nacidos en América del Sur, para el que pronto conseguirá tanto en Madrid como en Roma, todo tipo de ayudas. Reafirma así su apoyo a la educación sacerdotal de los hijos de caciques, colaborando para la revocación en Madrid (1588) de la Cédula Real de 1578 contra su ordenación.

Regreso a España

En 1580 el padre Acosta solicita su regreso España, «por enfermedades y tristezas», según su propia declaración. Entre los motivos de su vuelta  a España estaría la ruptura de los jesuitas con el virrey Álvarez de Toledo y las rencillas internas dentro de la orden, como resultado de un proceso inquisitorial en el que fueron encausados y condenados tres jesuitas, siendo el padre Acosta uno de los miembros del tribunal que los juzgó y condenó. No es hasta septiembre de 1587 cuando desembarca en Sanlúcar de Barrameda, después de pasar por Lima y residir un año en Méjico. Se entrevista con el rey Felipe II, a quien le presenta para su aprobación el III Concilio Limense.

En 1588 realiza su primer viaje a Roma. De 1588 a 1592 reside en la Península (Madrid, en la corte, y Valladolid, como rector de la casa). También es nombrado visitador de las provincias de Andalucía y Aragón, cursando sendas visitas en 1589 y 1591).

Felipe II lo envía a Roma como agente secreto para que gestione ante el papa la convocatoria de la congregación general jesuita, a la que se oponía el general de la orden, Claudio Acquaviva. Permanece allí desde 1592 hasta 1594

Regresa a España en 1594, estableciéndose en Madrid. Vuelve de nuevo a Valladolid con el cargo anterior de rector de la Companía y en 1597 se traslada a Salamanca como rector del colegio que la Compañía poseía en la ciudad, donde muere el 15 de febrero de 1600, a los 60 años.

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Obra

En 1588 publica su primera obra en Salamanca De Natura Novi Orbis, junto con De Procuranda Indorum Salute. En De procuranda indorum salute (1588) el padre Acosta analiza los problemas de la obra misional entre los indígenas americanos. La publicación de esta obra tuvo una gran influencia en los misioneros católicos en el Nuevo Mundo.

No obstante, la obra más importante del Padre Acosta, por la que es más conocido y de mayor resonancia es su Historia Natural y Moral de las Indias (1590), el primer estudio del Nuevo Mundo y su relación con el Viejo Mundo. Al volver de América, el Padre Acosta recopiló una gran cantidad de material escrito, resultado de su observaciones.

El trabajo de Acosta es especialmente valioso como un relato de primera mano del oeste de Sudamérica en ese momento, basado en sus 16 años en la región. Son varios los capítulos que el Padre Acosta dedica en su Historia a la descripción de animales y plantas americanos. En su obra se esbozan sus ideas sobre la evolución 250 años antes de Darwin. También fue uno de los primeros escritores en plantear desde una forma racional que la migración y poblamiento humano del continente americano se realizó a través de un puente terrestre desde Asia. Dos siglos más tarde, Alexander von Humboldt basándose o mejor dicho plagiando sus obras, fundamentó muchos de sus estudios.

En 1590 también se publican en Roma dos volúmenes de sermones (De Christo Revelato y De Temporibus Novissimi: libri quator) y en Madrid el Concilio Provincial Limense de 1583.

Como se ha comentado anteriormente, el padre Acosta dominaba a la perfección las lenguas quechua y aimara, por lo que se le encargó la dirección y elaboración del primer Catecismo trilingüe (escrito en castellano, quechua y aimara).

 

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