De la Paz a la Guerra. Por Luis Alberto Calderón

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El partido Podemos ha criticado a Felipe VI con motivo de su discurso en la última Pascua Militar, cuando este ha hecho referencia a la necesidad de dotar a las Fuerzas Armadas de mayores capacidades, o lo que es lo mismo, de mayor dotación económica. Si critican a Felipe VI deberían haber criticado, de igual manera, a la Ministra de Defensa que, momentos antes, había avanzado lo mismo en su discurso del mismo acto.

Si consideramos que el discurso de Felipe VI sigue el guion trazado por el Gobierno, Margarita Robles, como representante de dicho Gobierno en la Pascua Militar, nos ha dejado claro el propósito del gobierno socialista de invertir en las Fuerzas Armadas para hacer frente a los retos y amenazas que tenemos, según el tenor literal del discurso colgado en la página web del Ministerio de Defensa.

Nos quiere convencer Margarita que invertir en Defensa es invertir en paz, seguridad y en los valores democráticos que comparten los países de la Unión Europa y de la OTAN. Que el gobierno actual ha dotado de mayores recursos económicos al Ministerio de Defensa para 2023, queda plasmado en los Presupuestos Generales del Estado para este año, creciendo un 26,3%, que pasa de 10.152 millones de euros de 2022 a 12.825 millones en 2023.

Para convencer a los afiliados y simpatizantes pacifistas, Margarita nos viene a reconocer que estamos ante una guerra, que es la de Rusia contra Ucrania, y que esta guerra no es una guerra entre dos estados, sino que es una guerra contra Europa. Guerra en la que se ha posicionado España contra Rusia en defensa y apoyo de Ucrania.

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Pero, en esta distopía orwelliana de que la guerra es la paz, resulta que el aumento del presupuesto del Ministerio de Defensa no lo es para afrontar las amenazas que se ciernen directamente contra España, que no son otras que la que nos viene de nuestro vecino Marruecos y de las internas por la búsqueda de la separación y división patria, sino para financiar una guerra que mantiene los Estados Unidos de América frente a Rusia, de la que es brazo armado Ucrania.

Sorprende que sea el PSOE, a su cabeza Pedro Sánchez y Margarita su boca, que ahora indiquen que el reto es conseguir la paz, siendo que sus palabras nos dicen que esta solo se consigue apoyando a los ucranianos, trabajando conjuntamente con los socios europeos y la OTAN, asegurando que las Fuerzas Armadas españolas estarán en primera línea. Si han de estar en primera línea ya no estamos hablando de cesión gratuita de armamento y otros medios logísticos para hacer la guerra, sino de la presencia de personal militar en el frente, ¿o es que estamos ya?

Esta posición actual choca con la adoptada por Zapatero ante la guerra de Iraq, que retiró a 1.300 soldados españoles bajo la excusa de que la represión militar era una forma de generar más radicalismo, recogiendo el diario The International Herald Tribune, su manifestación de que su preferencia era por la paz, contra la guerra, no más muertes a cambio de petróleo. Pues esto mismo es lo que se ventila ahora en Ucrania, el petróleo, y ahora sí, ahora al PSOE le interesa la paz por la guerra, pero descuidando los verdaderos intereses españoles, como es la fortaleza de la unidad territorial a través de la vuelta al Servicio Militar Obligatorio; así como la seguridad de nuestras fronteras mediante un ejército nacional en constante profesionalización de todos los hombres y mujeres sin distingo, con inversión en armamento de todo tipo, pero no para terceros sino para uso propio, con independencia de los compromisos internacionales.

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Pero no hay que preocuparse porque esta guerra es la de la paz y a ella nos lleva el PSOE y sus amigos, sin protesta alguna. Estos nuevos vencedores harán un Nuremberg a Putin, que en su candidez pensó que tenía amigos y era libre para dirigir su economía. Ya no le vale volver atrás o el arrepentimiento. Lo ha dicho Margarita: Putin es el .. responsable.