21/11/2024 16:07
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«A veces nos resulta difícil de entender

aquello que va en contra de todo lo que nos hicieron creer».

 

Hoy comienza mi andadura en el Digital, éste que me ha brindado  la oportunidad de expresarme libremente. «Libertad de Expresión», algo  que viene recogido en el Art. 20 de nuestra Carta Magna como un Derecho Fundamental y que en los tiempos que corren está siendo secuestrada, maniatada y  hasta denostada por los poderes que nos gobiernan.

Un dolor desgarrador es el causante de que surgiese, nuevamente, la necesidad imperiosa de romper mi silencio y volver a situarme en primera fila de batalla en esta guerra que se está perpetrando contra España, los españoles y la Humanidad en general.

Los españoles llevamos más años de los que pensamos perdiendo nuestra dignidad. Mientras vivíamos bajo la sensación de FALSA LIBERTAD provocada por poderes fácticos, algunos empezamos a ser conscientes en Marzo de 2020 de que algo no encajaba y fue en el confinamiento y bajo un decretado Estado de Alarma, a todas luces  inconstitucional, cuando nos dimos cuenta de la verdad que nos acechaba y nos acercaba cada vez más hacia un  precipicio muy escarpado a la par que peligroso, hacia un camino de «no retorno» si no conseguíamos hacer ver al resto de nuestros congéneres la realidad que se cernía sobre nosotros, sobre todos nosotros, y de la que ninguno saldría bien parado. Seres humanos conscientes, éstos, que a pesar de la diversidad existente entre ellos (ideología política, creencias religiosas, situaciones económicas e incluso sociales,  además de intelectuales) y que, aunque gravemente vilipendiados, denostados, marginados y enviados al más profundo ostracismo, fueron capaces de descubrir la finalidad del plan maquiavélico que se pretendía ejecutar contra lo más profundo del ser humano: su ESENCIA. Estos seres conservamos algo en nuestro interior que jamás han podido arrebatarnos, algo que nos hace increíblemente invencibles.

No considero ser extremadamente dura al reconocer que en ese momento quedó plenamente constatada la IGNORANCIA de un pueblo, de mi pueblo y de todos los pueblos del mundo. Las sociedades bajo el control de gobiernos ineptos, corruptos y serviles a poderes supranacionales, no sólo dejaron a sus gentes perdidas a su suerte, sino algo aún más  grave: nos vendieron por intereses personales y no tan personales.

Con el corazón y el alma desgarrada escribo estas líneas.

Nada ha sido  casual. La FARSA perfectamente planeada desde hace muchos años, llegó a su culmen en Marzo de 2020. Hasta ese momento, se utilizaron muchos métodos psicológicos muy sutiles todos ellos, que fueron allanando el camino para la consecución de un fin previamente preestablecido. Mecanismos como la Programación Predictiva, la Disonancia Cognitiva o el Primado Negativo  unidos al arma más poderosa del mundo: «El MIEDO», dieron paso al resultado final: «El Control de la  Población». Un miedo perfectamente acompasado de una campaña mediática brutal que no permitiría ni el menor atisbo de duda, de cuestionamiento, utilizando  como cómplices necesarios para la consecución y  ejecución  del mismo a mercenarios periodísticos que no informan, a médicos sin escrúpulos que no  curan, educadores insensatos que no educan, jueces sin justicia e incluso aquellos que juraron la salvaguarda de España como patria y de los españoles, nuestras Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado que no protegen al Estado sino al Gobierno (todo esto con escasas excepciones), persiguiendo y  machacando las débiles y aterradas mentes de la mayoría de los españoles. La andadura hacia la IMPOSICIÓN de la MALIGNA y SATÁNICA AGENDA 2030 se había puesto en marcha, cual perfecta maquinaria de reloj suizo  y a priori sin  aparentes fisuras. Un Plan cuasi-perfecto, dirigido al pensamiento único del endiosamiento y por ende, adoración de un virus letal del que aún ni constancia de su existencia se tiene a día de hoy.

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Bajo este escenario y la más que demostrada indigencia mental de los españoles, han podido perpetrar esta absoluta ignominia a la que se han entregado.

El problema principal de esta sociedad, y lo digo con absoluta tristeza, es su ignorancia. Somos un pueblo mayoritariamente de ANALFABETOS FUNCIONALES y COBARDES. Un pueblo cuya historia está repleta de actos heroicos, de lucha y coraje que se han demostrado ante el devenir de los acontecimientos, y que ahora han perdido todo ápice de dignidad que pudiese quedarnos de tiempos más que lejanos.

Esta infamia  jamás habría sido posible con una básica educación jurídica de los ciudadanos españoles, con el simple conocimiento de nuestros Derechos Fundamentales expresamente recogidos en nuestra más que denostada Carta Magna. La premisa de «El desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento» parece ir en una sola dirección, la que interesa a nuestros corruptos gobernantes para un pisoteo constante de los mismos.  De aquellos barros estos lodos. Jamás les ha interesado que haya una asignatura básica donde la ciudadanía conociese lo más básico de nuestro ordenamiento jurídico. Pocos conocían la implicación de la imposición de un Estado de Alarma y lo que en él estaba permitido y lo que no, su duración e incluso tras la declaración del mismo de Inconstitucionalidad, la gente continuó sin cuestionárselo. Con todo  «POR NUESTRA SEGURIDAD», hemos ido perdiendo Derechos y Libertades en este arduo camino en el que sólo unos pocos, privilegiados, íbamos viendo la dirección de la masa borreguil.

El uso de un instrumento mal llamado «mascarilla», puesto que jamás fue probada su utilidad y eficacia, más bien un «bozal», fue el primer acto de sumisión atentando incluso  contra nuestra propia salud. Siendo el segundo un confinamiento «voluntario» de la población privándose ella misma de abrazos, charlas, miradas, caricias…en definitiva, de ese contacto social que tanta falta nos hace y que nos diferencia del resto de los seres del mundo animal.

La brutal coacción hacia la inoculación de esa mal llamada «vacuna», en realidad un experimento génico, fue el siguiente paso ante el que la mayoría sucumbió.

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Mientras esta DISTOPÍA (a todas luces absurda) fue discurriendo, los españoles fueron dejando que se les robase el alma. Fuimos dejando que se nos despojase de toda dignidad y, lo que es mucho peor, de nuestra HUMANIDAD. Consentimos barbaries como permitir el ultraje a nuestros ancianos, y sin ni siquiera pestañear, les dejamos vendidos a su suerte en Residencias y Hospitales iniciándose nuestra decadencia más absoluta cuando finalmente consentimos, repito,  consentimos  «no velar a nuestros propios muertos».

 Y así permitimos morir a la «Generación de Acero», esa que con todo el sufrimiento, sacrificio y coraje sacó adelante a la generación que posteriormente dio paso a la actual, la «Generación de Cristal».

Ahora, cuando la ignominia parecía  imposible que pudiese ser mayor, y tanto muertes como  Efectos Adversos de ese «EXPERIMENTO GÉNICO» están resultando  más que evidentes y trasgrediendo todo cánon moral y ético admisible, todo lo que mi mente es incapaz de llegar a alcanzar a entender, estamos enterrando a nuestros hijos desde la más absoluta RESIGNACIÓN, ACEPTACIÓN y SUMISIÓN. Aquello que en tiempos no demasiado lejanos era considerado como el mayor de los dolores y sufrimiento, está siendo «normalizado», sin interrogantes ni explicaciones, sin cuestionamientos, «SIN ALMA».

Hemos traspasado límites desconocidos, inaceptables e inadmisibles con total y absoluto servilismo, resignación y apatía.

IMPOTENCIA.

Como persona consciente de cuanto está aconteciendo a nuestro alrededor, mi mayor inquietud y preocupación es alertar y «despertar» a toda persona «dormida» y manipulada por esta cultura del terror, enarbolando la bandera de que la unión hace la fuerza. En este empeño de unión deseo aportar mi grano de arena para motivar el despertar decisivo que tanto necesita España. 

Mi más enorme gratitud a ti, mi inseparable ante la adversidad, mi otro extremo del hilo rojo, a  El Correo de España, especialmente a Ignacio Fernández Candela y a Álvaro Romero que me ha permitido expresar la inquietud , que como yo, millones de personas sufren cada día por la situación de nuestro país y del mundo entero.

Autor

Álvaro Romero Ferreiro
Álvaro Romero Ferreiro
Madrid 1968. Hasta 2013 se dedicó al mundo de la automoción. En Mayo de 2013 comienza su andadura en el mundo editorial con la publicación de diarios digitales. Sierra Norte Digital (de 2013 a 2018)y El Correo de Madrid desde Mayo del 2018 y el Correo de España hasta la actualidad.
En paralelo funda la editorial SND Editores (2014) y el Canal "Con Ñ de España" en Youtube donde emite todos los días.
Es columnista y tertuliano habitual en varios medios de comunicación, entre ellos Mediterráneo Digital, Radio Inter y Radio Ya, Decisión Radio e Informa Radio.