22/11/2024 01:39
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Klaus Schwab, jefe supremo, Davos, FEM, antier no más: mi «poderosa comunidad» establece la «agenda mundial”. Literal rebuzno, ya ni se cortan. “The future is being built by us”, subidón. Hambre, inundaciones, plagas, sequías, pestes, guerras y rumores de guerra. Y proporcionando pistas: la celebérrima vidriera fabiana, sita en la funesta y muy elitista London School of Economics, representando a dos hombres que, en la parte superior de la ventana, sostienen martillos y golpean una esfera redonda de color anaranjado que acaba de salir de un horno caliente. La esfera simboliza la tierra. La tierra parece caliente porque acaban de diseñar una crisis y pueden volver a moldearla gracias a esa misma crisis. En la parte superior de la ventana se lee «remodelar lo más cerca al deseo del corazón.». Socialismo fabiano, pues, acompasados cambios durante un largo período de tiempo para transformar lentamente cualquier situación previa en lugar de utilizar violentas revoluciones. Y el transhumanismo, clave para estos psicópatas. Con o sin psicopandemias mediante. Y, mientras, Orban declarando otro estado de emergencia. Uno de los “disidente” del NOM. Juas.

El genocida Schwab

Todo pasa por el tito Klaus. Repito, TODO. Por supuesto, preparando el truño pangolínico. Evento 201, claro. O, ciberpoligonero él, ejerciendo ¡¡¡ Rusia!!! de anfitriona, diseñando el apagón digital con su consiguiente colapso económico. La farsa bélica ucraniana, ídem de paño. Las futuras pamemas del calentón güebal, creadas geoingeniería mediante, lo mismo. TODO.

Rememoremos su anteúltimo rebuznar en Davos. “Todavía no conocemos el alcance total de los cambios sistémicos y estructurales que se producirán, pero sí sabemos que los sistemas energéticos mundiales, los sistemas alimentarios y las cadenas de suministro se verán profundamente afectados”. Pero todo lo citado no son más que prefiguraciones, ensayos, previos, tanteos.

La joya de la corona, el sórdido puchero donde se cuece todo lo anterior (además de otros macabros rollos de reducción poblacional y sustitución étnica en occidente, como aborto, elegetebeí o inmigración masiva), nítido: transhumanismo (H+ o h+) pasando preliminarmente por un “nuevo hombre”: andrógino y mestizo. Mutación antropológica, pues. La muerte del ser humano como especie. Y vamos hacia otra cosa. Hacia invivible pavura.

Sociópata gentuza

Tomar el control (digital) de todos los seres humanos, suculento objetivo también.   Tiranía totalitaria FEM/Davos, pues. Gentuza de las psicópatas élites rebuznando continuamente acerca de hackear el cuerpo humano, de poner el cuerpo humano – por dentro y por fuera – bajo vigilancia permanente, de atacar a todo tipo de religiosidad despreciando al Dios bíblico (y a otras formas de legítima espiritualidad: palabrita de descreído), de presentarse como individuos mega inteligentes destinados a convertirse en dioses inmortales, de prometer que los humanos ya no poseerán nada…y serán felices.

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Lo dicho, sociópatas. Con sus respectivos títeres (políticos, mass mierda, médicos, togados, milikitos, maderos…) en todo el orbe terrestre. Cumpliendo alquímicas agendas que cristalizan en el transhumanismo…hacia la posthumanidad. Con sus popes, Yuval Noah Harari, el «maestro» intelectual de Klaus Schwab: devastando y mangoneando tu mente y legitimando «intelectualmente» el espanto transhumanista.

Timovacuna, alborear del horror

La timovacuna covidicia, rotundo y «explícito» de transhumanismo: timovacunado, mutante, pues. Junto al bozal: deshumanización. Nos rodean, pues, infrahumanos, subhumanos, contrahumanos, antihumanos…para desembocar en los transhumanos, presuntamente sobrehumanos.

Y más, desde luego: implantación de microchips (coincidiendo con la consumación del dinero físico), primero en la ropa, después en el cerebro para establecer “óptima comunicación directa entre nuestro cerebro y el mundo digital”. Sic. Inteligencia artificial mediante , para nuestras vidas, en la cuarta revolución industrial que el tito Klaus dio por comenzada en 2017.

Algunos locoides leímos calendas ha (jiji, César) su demencial libro sobre la citada  cuarta revolución (además de embaularnos, también, su otra «gema»: Covid-19,el gran reinicio).  Toda una sección entera del libro está dedicada al impresionante asunto de  «Alterar al ser humano». Aquí, al senil mierdecillas que dirige el FEM, se le cae literalmente la baba sobre «la capacidad de las nuevas tecnologías para convertirse literalmente en parte de nosotros» y habla de un futuro ciborg que implica «curiosas mezclas de vida digital y analógica que redefinirán nuestra propia naturaleza«.

Agregando, además, que «estas tecnologías operarán dentro de nuestra propia biología y cambiarán nuestra relación con el mundo. Son capaces de traspasar los límites del cuerpo y la mente, de potenciar nuestras capacidades físicas e incluso de tener un impacto duradero en la propia vida”. Lo dicho, eufemismo: “biomejoramiento”. Y, por supuesto, sin ningún límite moral. Húmedamente se sueña con «microchips implantables activos que atraviesen la barrera cutánea de nuestro cuerpo», «tatuajes inteligentes», «informática biológica» y «organismos diseñados a medida».

El menda lerenda se halla encantado de anunciar que «los sensores, los interruptores de memoria y los circuitos pueden codificarse en las bacterias intestinales humanas comunes», que el «Smart Dust ( polvo inteligente) y otras redes informáticas completas con antenas, cada una de ellas mucho más pequeña que un grano de arena, pueden ahora organizarse dentro del cuerpo» y que «los dispositivos implantados probablemente también ayudarán a comunicar pensamientos normalmente expresados verbalmente, todo ello a través de un teléfono inteligente incrustado, además de  transmitir pensamientos o estados de ánimo no expresados mediante la lectura de las ondas cerebrales y otras señales”. Y la «biología sintética» está en el horizonte de la cuarta revolución industrial del tito Klaus, dando a los mandarines capitalistas tecnocráticos del mundo «la capacidad de personalizar los organismos escribiendo el ADN«.

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Compendio y adenda: telequinesis y telepatía incluidas. A través de las timovacunas del culto covidiano. Recordemos el sumatorio. Antenas más tecnomatarratas transgénico equivale a enfermedad y muerte, mutación genética y neuromodulación.

¿Agenda Nefilim, Proyecto Sofía, Plan Oblivion?

Y el momento filoso, derrape puede. Agenda Nefilim (vinculada al proyecto Sophia junto al plan Oblivion). Los citados nefilim (Gen 6, 1-4), digamos, grosso modo, “ángeles” caídos o diablo intergalácticos, devienen acrisoladamente híbridos, a la vez humanos y espíritus.

En segundo lugar, los denominados anfitriones  nefilim (¿algunas de nuestras psicópatas élites?) son humanos que se unirían a las fuerzas espirituales de la oscuridad para llevar a cabo la agenda de los citados nefilim. Y lo tercio excluso: la gente demonizada es aquella que poseería “demonios” que residen en ellas, pero no están tratando intencionalmente de llevar a cabo explícitamente la Agenda Nefilim…

…Lo dicho en tantas ocasiones. ¿El secreto mejor guardado,  una puta locura sin pies ni cabeza o el truño más grande que los tiempos vieron, puro y oportuno alpiste y cortina de humo para los denominados “despiertos”? En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.