24/11/2024 03:31
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De casi todos es conocido que la izquierda es un castigo para la humanidad en todas sus manifestaciones. Aquí, en este país, antes España, la ruina, el desastre social y el crimen sistemático fueron y son factores constitutivos de su esencia. De su ser. La izquierda española fue allá por mediados del siglo pasado y lo sigue siendo ahora un cáncer que corrompe y aniquila a esta nuestra pobre y sufriente patria.
No voy a volver a contar hoy lo criminal y ladrón que fue el PSOE desde su fundación hasta nuestros días. Tampoco quiero hablar de sus ideólogos de antaño y su empeño de llevarnos a una guerra civil que gracias a Dios se convirtió en Cruzada salvadora. Hoy no. 

Quiero escribir sobre ese triunfo, después de 40 años de paz y progreso. Del triunfo de un partido socialista, votado masivamente aquel aciago 28 de octubre de 1982, por un pueblo ciego y tan responsable de sus tropelías como ellos mismos. Llegaron al poder otra vez, nadie escarmentó, con mayoría absoluta y dejaron España como un solar. El señor X, ahora tan venerado por unos y por otros, respaldado por un rey perjuro y putero, se convirtió, repito, con el aplauso de una parte del pueblo, en la corrupción y el crimen institucionalizado. Porque, queramos o no, el socialismo es eso. El sistema se sirve de los contribuyentes para a través de impuestos y controles económicos, se enriquezcan unos pocos, ellos, con el esfuerzo del sufrido pueblo. Felipe González, hoy nacionalizado dominicano, debe ser por amor a España, debería estar con todo su gobierno de sátrapas en la puta cárcel. El campeón de Filesa Malesa y Time Sport, es respetado incluso por la putrefacta derecha. El jefe de los GAL, da lecciones políticas como oráculo al que acuden los cretinos. 

Esto es el socialismo. Este es el PSOE. El partido que sufre nuestro pueblo actualmente, por el voto de unos analfabetos domesticados. El partido de los chanchullos y ocurrencias. Es el socialismo del cabrón de Zapatero, que nos llevó de cabeza a la «Champions» del desastre. Es la ideología de su continuador, este individuo que es mucho peor, y ya era difícil, que todos sus predecesores en la presidencia del gobierno y que nos está pulverizando. 

Como no conocen la vergüenza y saben que, aunque estemos casi igual que en Venezuela, aquí no pasa nada, pues tienen el detalle de subirse el sueldo un 4% y para más poca vergüenza a sus amiguetes del congreso un 3,5%. Pero tranquilos que todo seguirá igual. Los problemas energéticos, la subida de los alimentos y el coste general de todo, las hipotecas, etc., no tendrá respuesta alguna. Todo seguirá igual mientras las colas del hambre crecen exponencialmente y la inseguridad ciudadana, por ejemplo, con bandas campando como quieren toman nuestros pueblos y ciudades. Todo seguirá igual tendiendo a empeorar porque ya apenas queda vivo el concepto pueblo. Porque estamos en el ojo de un huracán que a nadie le interesa parar. Porque están acabando con todo fundamento esencial de la patria y nadie dice basta ya. No hay solución ante esta situación de caos y latrocinio. Ellos, los del 4% lo saben. Mientras el rey felpudo VI pasa revista como en un teatro grotesco a unos actores disfrazados de militares que desfilan como señoritas animadoras con cascos de cartón en el sagrado día de la raza. 

Autor

Alejandro Descalzo
Alejandro Descalzo
Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.