Serrano
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No era una broma, no. Hasta yo, que tengo la misma fe en Vox que en el Dios de la Lluvia de los Aztecas, creí que se trataba de una broma la entronización de Ramón Tamames como candidato pistacho a la presidencia de un gobierno de transición hacia una nueva farsa electoral, tras la hipotética victoria de la nueva moción de censura de Vox. Mucho gin-tónic y algún canuto son menester para avizorar probable e incluso posible tan disparatada hipótesis. Aunque conociendo a algunos de los miembros del brillante conciliábulo en el que se gritó “Tierra a la vista” cuando se propuso el nombre de Ramón Tamames para vadear la charca de corrupción, demencia y mierda de Pedro Sánchez, lo del gin-tónic en botijo y los canutos a granel no es una hipótesis. Es una certeza.
No sé, ni me importa, si Ramón Tamames aceptará travestirse de Konrad Adenauer para Vox y cruzar el Rubicón con andador. No me extrañaría, pues en el armario de Tamames hay más chaquetas que en los almacenes de Inditex. Solo le falta la de Vox. Va a estar monísimo con la chaqueta verde pistacho que ya le están confeccionando Santiago Abascal, Kiko Méndez-Monasterio y Fernando Sánchez Dragó, los sastrecillos de la ideíca, que es tan buena que no parece obra de ninguno de los tres sino fusilada de algún guión inédito de Luis García Berlanga o de un libreto de Eugène Ionesco, padre del teatro del absurdo.
Es una pena que el geriátrico del comunismo sea ya una necrópolis en la que apenas queda tuétano para echarle al potaje de Vox, porque Marcelino Camacho, Santiago Carrillo o el Padre Llanos le hubieran dado más sustancia a la ideíca de los tres mosqueteros de las calzas verde pistacho. Una lástima, han tenido que echar mano del pobre Ramón Tamames, de irresistible magnetismo para los votantes de Vox, quien desde hace más lustros de los que soy capaz de contar se convirtió en Gregorio Samsa, el protagonista de La Metamorfosis de Kafka. El pobre Gregorio acabó convertido en un insecto monstruoso, el zascandíl ideológico de Tamames en el mascarón de proa del último disparate de Vox.
Autor
- Eduardo García Serrano es un periodista español de origen navarro, hijo del también periodista y escritor Rafael García Serrano. Fue director del programa Buenos días España en Radio Intereconomia, además de tertuliano habitual de El Gato al Agua en Intereconomia Televisión. Desde el 1 de Febrero del 2019 hasta el 20 de septiembre del 2023 fue Director de El Correo de España y de ÑTV España.
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La elección de Tamames tiene una profunda carga simbólica, que es decir que la España de antes era mejor en todo, incluyendo en esto desde los economistas hasta los comunistas de boquilla. Por eso se debe aún recurrir a los grandes ejemplos del pasado reciente. En la España actual, no hay pensadores, no hay alta cultura, es todo tan falso y superficial como el guiñol de Chánchez, dostorrado en coconomía cum fraude. Tamames, que yo recuerde nunca fue marxista y, por otra parte, los regímenes desarrollistas -fascistas o no- deben mucho al estatismo dirigista, con todos sus logros en las industrias básicas del sector secundario. España necesita un INI y lo más curioso es que incluso zoquetes prominentes de la siniestra lo han estado admitiendo.
Ya pero no se trata de juzgar la figura de Tamames sino de ver si puede ser útil a España o no. A mi, el sujeto nunca me cayó bien pero, llegado el momento, eso es lo de menos porque se trata de conocimientos e inteligencia.
Quizá a Fraga Iribarne y que decir de José María Aznar que fue a visitar a Rafael Alberti en vísperas de que el PP ganara las primeras elecciones.
Para que España sea soberana, lo primero que tienen que hacer es desterrar a los parásitos de la monarquía, luego votar para una república democrática y, mandar a la chirona a terroristas, separatistas, social comunistas, cobardes y traidores y demás ralea, entonces España será una potencia como en los tiempos de Franco, en fin, Abascal es un gran líder, pero sus asesores son unos incompetentes.
La historia demuestra que para que España avance, con orden y con cohesión interna, es imprescindible que esté dirigida por un Gobierno no partidista; por el contrario, cualquier sistema multipartidista, ya sea una monarquía constitucional o una república, da lugar a que aparezcan divisiones ideológicas entre los españoles y a que se ralentice el avance económico de España porque lo que hace un partido, durante su periodo de gobierno, lo deshace el partido que le sustituye. Con un sistema multipartidista España se convierte en un remedo del tapiz de Penélope que lo bordaba por el día y lo descosía por la noche para no terminarlo nunca.
Con todos mis respetos al Sr. Tamames, por sus méritos académicos, creo está para sopitas y buen vino.
Error de VOX.
Primero con la inoportuna y poco frutífera moción de censura; y segundo por el candidato, que se ha autodefinido comunista.
Es que no podemos tener una derecha coherente?
Hay que hacerse perdonar algo? .O es puro marketing electoral, presentar este candidato?
Con Vox voy de decepción en decepción.
Del centrista gallego, mejor ni hablamos.
Qué horror!
Lamento, por no ser muy habitual, estar disconforme, de principio a fin, sobre lo que manifiesta Serrano, como no podía ser menos dadas las características del autor, en este visceral artículo. Probablemente, la carga de gin-tonic a la que alude, la tenía el articulista. La presencia de Tamames en el congreso de los diputados, aparte,
Buenas tardes Sr. García Serrano:
Aunque tenga la misma fe en Vox que en el dios de la lluvia de los Aztecas, este partido político es a día de hoy el único partido político relevante que presenta cierta oposición a la ideología globalista y memorialista que comparten Psoe, PP, comunistas y nacionalistas.
Por lo que sus críticas a Vox deberían ser constructivas y no peyorativas.
El señor Tamames estuvo a las ordenes del genocida Carrillo y en sus brillantes discursos se aprecian de vez en cuando taras ideológicas marxistas de desprecio a la Iglesia Católica y a España. Pero, a pesar de ello, ante el acoso y la ocultación que sufre Vox por parte de el 99% de los medios de comunicación este tipo de actos efectistas puede tener cierta justificación.
Saludos
Difícilmente se puede tener fe en cualquier partido político, VOX (filial del PP y futuro pro abortista apoyando a aquel desde el futuro gobierno si se hacen lapsi muchos en las próximas llamadas al acto idolátrico electoral) incluido, si se cree en Dios, Jesucristo que es la única Verdad y que nada tuvo que ver con la política y sí fue víctima de ella.
Se puede ser un Marsilio de Padua, un Guillermo Ockam, un Wiclef, un Huss, un Lutero, un Calvino, un Zwinglio, etc. «moderno», defendiendo la política, es decir, la mentira, el engaño, la manipulación y la hipocresía (José Antonio Primo de Rivera NO lo hizo), y encima cometer la salvajada satánica hereje de invitar a los pocos católicos verdaderos que quedan, como don Eduardo, por ejemplo, a que participen en política, es decir, que se involucren en esa espiral de mentiras y engaños como cerdos retozando en su pocilga, incluso invocando con toda desvergüenza de herejes desorejados las cuatro virtudes ordinales y las teologales, a santo Tomás de Aquino (cuya mayor aportación fue recordarnos la transubstanciación para que hiciésemos lo que hacían los falangistas y los requetés con Franco, la Adoración Eucarística, en el frente y luego en el Valle de los Caídos) y poco menos que decirle a los católicos que o con VOX o con la perdición eterna. Pero no se puede engañar a los que realmente tienen fe, aunque lo intenten con todo tipo de ocurrencias de mercadotecnia.
Ya. Supongo que estás diciendo que como Vox es un futuro proabortista (visionario eres) estas en contra de que critique a los actuales abortistas. Si no tienes navaja, le dice el guardia, pero sí dinero es porque estás ahorrando para comprar una.
Pero si Tamames lo ha dicho, es ABORTISTA, entérate. Nada de visionario, si te lo están diciendo a tí y a toda España. Que no va a quitar ni aborto, ni eutanasia, ni ideología de género, ni ideología lgtbi+ ni ninguna otra cosa que no sea la «mejora» de la gestión económica. Que solo para eso se presenta como cabeza de la moción. ¿En qué idioma lo tiene que decir para tí, Eduardo? Y lo malo, es que VOX intenta atraer el voto de «católicos», que eso es lo grave entre todos los demás partidos, que son muchísimo peores. A VOX el aborto, la eutanasia, el divorcio (con líder divorciado) y todas las salvajadas satánicas (digo satánicas por oposición a lo cristiano, lo católico, no por cosas raras) les dan absolutamente igual, y no las van a eliminar porque la mayoría de votantes están a favor. A VOX solo le interesa la economía de los suyos, los ricos, porque es un partido conservador, como el de Churchill o el de Eisenhower, ¿comprendes o no quieres comprender?.
Al menos, el PP de Rajoy mintió poniendo un recurso contra el aborto en el TC. Tamames, líder autorizado de VOX, ya ni siquiera se plantea quitar el aborto. Es favorable a él incluso declarado. ¿Quién puede confiar en VOX, siendo católico verdadero, después de esto? Solo el que quiere justificar falsamente su voto. VOX ha demostrado que el aborto no le importa nada eligiendo a Tamames como cabeza de moción. Por desgracia, entre los demócratas votantes, el aborto se está convirtiendo en algo como el divorcio y las autonomías (por cierto, que ahora VOX ya no quiere eliminarlas), algo a lo que ya se ha acostumbrado la inmensa mayoría.
Tamames es un catedrático de Estructura y Política económica, no un economista académico serio y riguroso como los neoclásicos o los desgraciadamente tan influyentes neokeynesianos. Si acaso, su perfil es el de un keynesiano radical ya muy superado cuyas ideas, pura literatura sin modelos teóricos matemáticos y sin apoyo de evidencia econométrica, expuestas en sus libros, han conducido a la ruina económica de España desde los primeros tiempos de la democracia, pues son las que finalmente se aplicaron para desgracia de millones: creciente gasto público (rebasando el 50% del PIB), mucha intervención estatal, fuerte crecimiento de los impuestos y de la presión fiscal y creación de muchas figuras tributarias (IRPF, IS, sucesiones y donaciones, etc.), rigideces laborales extremas que cercenan totalmente la creación de empleo y empujan a un mercado dual, devaluación continua de la peseta, pérdida continua de competitividad nacional, diferencial de inflación desventajoso para España respecto a entorno europeo, nacionalización de sectores industriales (RUMASA fue un ejemplo de muchísmos más), política monetaria discrecional sometida a la arbitrariedad de los gobernantes y sus intereses electorales, emisión masiva de deuda pública a tipos de interés bastante altos respecto a otros países (muy regresiva), expropiaciones, carencia de inversión en infraestructuras vitales para el crecimiento económico, ampliación extrema con criterios puramente políticos populistas de la cobertura de la seguridad social, el per, las subvenciones a empresas de todo tipo afines a gobierno, regiones, ayuntamientos y diputaciones, subsidios, becas, etc., ineficiencia en la gestión de empresas públicas rehenes de los sindicatos, recalificaciones de suelo corruptas en extremo, mercado de vivienda totalmente constreñido por política corrupta del suelo de los ayuntamientos y por leyes de alquiler que no animaban los alquileres, judicialización de los desacuerdos laborales, etc .
Su modelo económico keynesiano radical, muy populista y muy de ganar votos, es muy socialista intervencionista, similar al que tuvo que desmantelar con dureza extrema Margaret Thatcher en UK en los ochenta o los que a la fuerza han tenido que desmantelar los países escandinavos, un modelo claramente fracasado en el largo plazo y que ha contribuido mucho a crear rémoras que van a ser casi imposible de eliminar sin sangre por medio.