24/11/2024 03:22
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Murió Hebe de Bonafini el pasado 20 de noviembre de 2022, fecha en que los católicos celebramos la Soberanía de Cristo Rey del Universo según el presente calendario litúrgico.

La propaganda estatal de la República Argentina, junto con las cancerosas usinas derechohumanistas de todo Occidente y hasta el propio Vaticano, siguen propagando una imagen absolutamente distorsionada de esta mujer. El resultado es el engaño tanto de argentinos como de extranjeros que no tienen por qué conocerla. Atento a eso, y para contrarrestar tanta manipulación, ayúdenos a difundir este modesto artículo escrito por un argentino sobre una argentina.

Presentemos aquí una síntesis no exhaustiva de Hebe de Bonafini: 

Sin respeto por nadie, ni siquiera por los niños 

Respecto a los Veteranos de Guerra de Malvinas que combatieron contra Inglaterra en 1982, Bonafini sostuvo: no tendría que haber vuelto ninguno”[1].

En el 2019, cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires evaluaba la posibilidad de utilizar pistolas Taser para enfrentar la delincuencia, Bonafini sostuvo públicamente con la impunidad desde la que hablaba: “Ustedes vieron esta cosa de las pistolas que van a usar, que no matan. Yo, como no matan, quiero que las prueben con la hija de Macri, los hijos de la Vidal y los hijos, nietos y parientes de la Bullrich. Que los pongan ahí y que les tiren, a ver si no matan. Es la única manera que les voy a creer”[2]. La hija de Macri tenía en ese momento 8 años.

  

Mentirosa consuetudinari 

Como pieza del comunismo internacional, Bonafini llevó adelante la estrategia de enlodar al gobierno militar argentino que derrotó al terrorismo marxista, difundiendo durante años –y en todo el globo– la mentira de los 30 mil desaparecidos, bajo la máscara preferida de las izquierdas: los derechos humanos.

La falsedad de esta cifra es ampliamente conocida. Como hemos desarrollado en otra ocasión[3], hasta un periodista argentino como Jorge Lanata –de relevancia internacional y con abultada cobertura en los medios afines al Nuevo Orden Mundial– ha admitido: “A ver, yo he dicho toda la vida que hubo acá treinta mil desaparecidos sabiendo que no hubo treinta mil. ¿Por qué? Porque era una consigna. Y como consigna soy libre de decir lo que tenga ganas”[4]. No es menor este reconocimiento, puesto que Lanata militó muchos años junto a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, tal como él mismo lo ha relatado.

También Graciela Fernández Meijide –madre de un hijo desaparecido– sostuvo en uno de sus libros que, en rigor de verdad, no hubo tal cantidad de desaparecidos. Así se puede leer en una de sus entrevistas, donde se reproduce esta frase suya: el número de 30.000 desaparecidos fue una convención utilizada para comunicar y movilizar a la opinión pública internacional sobre la tragedia que se vivía en Argentina”[5]. 

Apologista del terrorismo 

Mientras las FFAA de la Nación Argentina luchaban contra la subversión, la izquierda internacional relanzó una nueva propaganda de guerra psicológica. En 1977, Bonafini se presentó en sociedad aduciendo ser madre de dos hijos desaparecidos y desplegó una campaña en pro de “los derechos humanos” de quienes –real o presuntamente– habían sufrido el mismo destino en manos del Estado. La idea era conmover a la opinión pública pero sin reivindicar, todavía, la ideología de los guerrilleros que asolaron la Argentina en aquellos años.

Sin embargo, a medida que fue ganando espacio e influencias, Bonafini comenzó a animarse más, y gradualmente empezó a mostrar su simpatía por organizaciones que emplean el terror como método. En 1994, Hebe todavía estaba templada[6] y podía escuchar en silencio una descripción del conflicto armado entre guerrilleros y FFAA que era contraria a su militancia política. Pero años después, se descontroló completamente ante una mayoría de medios de comunicación que callaban ante sus exabruptos o los calificaban de manera muy benévola. Fue mostrando sus fauces poco a poco.

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Así, durante el gobierno del extinto Presidente Néstor Kirchner (2003-2007), Bonafini ya estaba desatada y no trepidó en avalar el terrorismo: “Qué pena que no estén los FAL: las armas con las que nuestros hijos quisieron hacer la Revolución. Si el museo no va a mostrar cómo fue esa organización revolucionaria, las luchas que se libraron, los hechos que se realizaron, no sirve”[7].

Esos “hijos” de Bonafini a los que ella glorificó abiertamente son los grupos que, en el país, asesinaron durante la década del 70’ a unos 1094 argentinos[8], secuestraron a 756 personas, hirieron a 2368 y detonaron 4380 bombas.

  

Bonafini festejó en 2001 la caída de la Torres Gemelas en Nueva York, aquel fatídico 11 de septiembre: “Por primera vez le pasaron la boleta a Estados Unidos. Yo estaba con mi hija en Cuba y me alegré mucho cuando escuché la noticia. No voy a ser hipócrita con este tema: no me dolió para nada el atentado”.

También realizaba declaraciones sobre los grupos terroristas en otros países: Estamos con los compañeros de las FARC, estamos con Chávez, estamos con nuestro presidente Néstor”[9].

Sobre los terroristas etarras, condenados en España, parece que Bonafini llegó a afirmar: “Son para el mundo un ejemplo de dignidad y de resistencia”. El precitado Lanata comentó –luego de su fallecimiento– que ella aplaudía a estos terroristas de la ETA, los mismos “que ponían bombas en supermercados”[10]. El apoyo de Bonafini a los etarras estaría prácticamente confirmado si tenemos en cuenta que la Universidad de Madres de Plaza de Mayo –a cargo de esta mujer– invitó como docente a Walter Wendelin[11], quien –conocido como “el apóstol del separatismo”– es considerado un integrante de Askapena, una banda afiliada al grupo terrorista ETA. Más sobre Wendelin, aquí[12]. 

Promotora de figuras y tiranías comunistas 

A través de numerosas acciones públicas, Bonafini siempre apoyó la tiranía de Fidel Castro. Algunas de sus frases: “Mis hijos me hablaron mucho de Fidel. Pienso que ellos también soñaron alguna vez con verlo frente a frente y abrazarlo”. Como hemos visto, también ha apoyado el gobierno de Nicolás Maduro: “Podrán destruir todo lo que quieran pero nunca podrán con un pueblo que supo conocer a Hugo Chávez, que sabe de dónde viene y dónde está”[13]. Más aún: Maduro envió sus condolencias por su muerte[14]. En otra ocasión, también expresó su admiración por Hugo Chávez[15], Evo Morales[16] y por el asesino Ernesto “Che” Guevara[17], a quien le dedicó una plegaria blasfema, parodiando el Padre Nuestro, al cumplirse 30 años de su muerte, en 1997: 

Padre Nuestro que estás en el tiempo, sangre que corre por los ríos de América, guerrillero intacto que invoca los Andes, sueños y esperanzas que inunda el corazón de los indios y corre por sus venas. Santificado sea tu nombre que comparte su luz con el sol y esparce su oscuridad de infierno sobre la serpiente del siglo XX (…) Cárganos pues en tus brazos, querido Che, esos brazos de acero y haz que venga a nos tu reino…”.

  

Aliada de gobiernos corruptos y anticristianos 

Desde el minuto cero, Bonafini sostuvo al gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015). Se trata de la misma conducción política que saqueó el país durante esos años, generó una estructura populista y promovió especialmente el aborto, la ideología de género, el feminismo, así como también la violación de las garantías procesales para los militares que derrotaron en el terreno de las armas a la subversión marxista en los años 70’[18]. Además, este gobierno legalizó el pseudo matrimonio igualitario en el 2010.

La relación de esta mujer con el poder político de la Argentina, en aquella época, era muy estrecha. Néstor Kirchner la recibió en Casa Rosada a los pocos días de asumir la Presidencia y se mostraron juntos en innumerables actos y declaraciones públicas. Además, la organización Madres de Plaza de Mayo –con Bonafini a la cabeza– recibió más dinero por parte del gobierno en estos períodos. Así, llegaron a obtener una radio, un diario y una universidad. Sobre Kirchner, Bonafini sostuvo que “nos devolvió la Patria”[19].

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Hace pocos meses, en torno a los procesos judiciales que tienen por imputada a Cristina Kirchner, esta mujer afirmó: “No podemos permitir que Cristina sea condenada ni llevada presa, hay que hacer una pueblada (…) Hay que defenderla con todo”[20]. El comunicado de su grupo va en la misma línea[21]

 

Sacrílega 

En una manifestación en la que participó en 2008, Bonafini tomó por asalto la Catedral de la Ciudad y, posteriormente, reconoció ante los medios que con toda impunidad los integrantes de su grupo de delincuentes improvisaron un baño detrás del altar[22]

Propulsora del odio anticristiano 

            En los últimos días de Juan Pablo II, 2005, y conociéndose por las noticias el estado de salud del pontífice, vomitó su odio: “Nosotras deseamos que se queme vivo en el infierno. Es un cerdo. Aunque un sacerdote me dijo que el cerdo se come, y este Papa es incomible”.

  

Conclusiones 

La Argentina contabiliza –con Bonafini– tres personas muy significativas que han muerto la misma fecha de Cristo Rey. Las otras dos son diametralmente opuestas. Son argentinos y se llamaban Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri.

Genta y Sacheri fueron asesinados por el terrorismo marxista –el mismo que Hebe aplaudía y alentaba– en la Fiesta de Cristo Rey, ultimados ambos en 1974, según el antiguo y el presente calendario litúrgico.

La historia tiene sus paradojas y símbolos: este pasado 20 de noviembre, Nuestro Señor Dios se llevó el alma de esta despreciable mujer. Ojalá se haya arrepentido de sus innumerables pecados. Como dejó escrito un sacerdote, sin lugar a dudas, ahora Hebe de Bonafini está glorificando a Cristo: “quedará eternamente sometida: sea haciendo brillar su misericordia, sea haciendo brillar su justicia”. A nosotros nos queda el camino de seguir peleando por decir la verdad, oportuna e inoportunamente.

 

[1] Cfr. https://twitter.com/indignadoxd/status/1579879742719025153

[2] Cfr. https://bit.ly/3gpi5cg

[3] Cfr. https://bit.ly/3V3AuKF

[4] Cfr. Jorge Lanata. PPT, 28-08-2016. Link: https://www.youtube.com/watch?v=nMeBEFfr7HA (minuto 17).

[5] Cfr. https://bit.ly/3AF2A6y

[6] Cfr. https://bit.ly/3UaG3G0

[7] Cfr. https://bit.ly/3VhoTaq

[8] Los datos fueron extraídos del sitio CELTYV. Cfr https://bit.ly/3u1sD4l

[9] Cfr. https://bit.ly/3GGnPsw

[10] Cfr. https://bit.ly/3V4s85x. La investigación realizada a través de las redes no deja claro si las frases en cuestión fueron pronunciadas, y existe una declaración atribuida a Bonafini y reproducida por Página/12 (diario izquierdista) donde ella niega haber apoyado a la ETA. Cfr. https://www.pagina12.com.ar/2000/00-10/00-10-28/pag13b.htm. Sin embargo, puesto que el resto de los actores políticos reaccionó a esas versiones dándolas por válidas, las hemos incluido en el artículo. Por ejemplo, https://bit.ly/3TWncyh

[11] Cfr. https://bit.ly/3gyuwSX

[12] Cfr. https://bit.ly/3EXtlGc

[13] Cfr. https://bit.ly/3ia0rK1

[14] Cfr. https://bit.ly/3VnkAdL

[15] Cfr. https://bit.ly/3VH3YxZ

[16] Cfr. https://bit.ly/3OxOo56

[17] Cfr. https://bit.ly/3V6MGtV

[18] Para quien desee profundizar en torno a la historia argentina de los años 70’, remito a este artículo: “Sobre el 24 de marzo de 1976: ¿qué es lo más verdadero y menos sesgado que podemos decir?”. Cfr. en https://bit.ly/3XupBTS

[19] Cfr. https://bit.ly/3EUZsX0

[20] Cfr. https://bit.ly/3tWekhs

[21] Cfr. https://bit.ly/3EUZsX0

[22] Cfr. https://bit.ly/3U3FVrJ

Autor

Juan Carlos Monedero