21/11/2024 19:08
Getting your Trinity Audio player ready...
Si hay un tema de conversación últimamente, entre aquellas personas que reflexionan casi a diario, y analizan la actualidad política de España, es sin duda en torno a la desactivación de la sociedad española que roza ya lo inexplicable. 
 
Que duda cabe, que desde foros académicos, desde la izquierda mas exigente y desde áreas políticas alternativas con partidos pequeños, se preguntan permanentemente todo esto. Y la respuesta no es fácil, más allá de lo que todos conocemos: el trabajo incansable de los Mass- media con la TV a la cabeza, el blindaje del sistema y del régimen del 78 desde hace 46 años, el lavado de cerebro en la educación a los ciudadanos españoles desde primaria, etc., etc…
Pero hay un motivo mas complejo, quizás oculto a la mayoría de la gente, más sociológico, que absorbe a todos los demás, o mejor…se podría decir que abduce y provoca los demás: la resignación ( casi claudicación se podría decir), de los ciudadanos españoles en general. 
Jamás vimos a los mineros, los transportistas, los agricultores y ganaderos, los taxistas, los médicos o los profesores, los militares o las fuerzas de orden público en general, tan , tan desactivados. Por lo que…se puede decir que España está desactivada. 
 
Es un método que en España se lleva enquistando desde hace muchos años con el beneplácito de las CCAA que lo tapan todo. 
 
Y lo han hecho a base de pasta principalmente. Por eso hoy ya no se habla de la deuda publica, algo tan importante que quiebra sistemáticamente a un país entero. Y que quizás provoque la intervención de la UE, o peor aun, el aviso de recortes brutales como ya hicieron con Grecia, Italia, etc. La deuda pública que como he dicho ya en muchos artículos, es inviable económicamente, con la estafa autonómica a la cabeza y casi el medio millón de políticos que tenemos en este país. De esa deuda pública, salen también subvenciones, ayudas, favores, sueldos a dedo a dirigentes, para que todas esas organizaciones estén calladitas cuando toca. Es un método que en España se lleva enquistando desde hace muchos años con el beneplácito de las CCAA que lo tapan todo. 
 
Sin embargo hoy quiero hacer una reflexión interesante ya que el Correo de España me da la oportunidad cada semana de expresarme y escribir. Y es que ayer, en la inauguración de la televisión del correo de España, vi a D. Eduardo García Serrano decir algo importante ( entre las muchas cosas interesantes que dijo), cuando comentó que la solución de España no vendría por las urnas. Y desde luego es cierto, si lo que esperan los españoles es que alguno, tan solo alguno de los 350 inútiles del congreso, se posiciones contra esta descomposición de la nación. Más allá ( como dijo D. Eduardo) de la retórica. Por eso si, efectivamente no habrá solución en las urnas. Por mucho que ahora todo el mundo piense que VOX son los nuevos salvadores de la patria como ya se creyó en Aznar hace muchos años. La utopía mema de la derecha: unir a unos y otros, contra la estafa de la democracia parlamentaria
 
Estoy de acuerdo que ese cambio tal como están las cosas no vendrá por las urnas, pero quizás de ese pueblo español dormido, anestesiado, resignado, desactivado, pueda surgir de manera espontánea, un movimiento político nuevo, arrollado, original, trasversal que sea capaz de unir a unos y otros, contra la estafa de la democracia parlamentaria. Donde nos olvidemos de una vez de las derechas y las izquierdas inexistentes que solo sirven para alimentar esa desactivación. Donde ese movimiento nos ilumine de una vez hacia el verdadero enemigo globalista caníbal que acaba con todo…Y ese es el frente: Identitarios contra globalistas. 
 
Ya lo dije en uno de mis últimos artículos, «…algunos poetas guerreros creemos que España una vez mas es la elegida». Así que confiemos que ese movimiento aparecerá pronto, muy pronto y si aparece, no tengamos miedo, dejemos el «enanismo mental» como decía Ramiro y busquemos todos juntos ese afán superior.

Autor

REDACCIÓN
LEER MÁS:  20 Noviembre (20N), una fecha muy triste e inolvidable para los patriotas. Por Miguel Sánchez
Últimas entradas