22/11/2024 00:33
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Saben «ése que diu» que una señora sale de su casa y anda 10 minutos a una calle comercial donde hay unos conocidos grandes almacenes, pero de los antiguos,  pequeño y recogido y le para la policía. (Todo parecido con la realidad es pura coincidencia):
¿Dónde va señora?
Como se lo temía y esperando vencer por aburrimiento (es un arma muy de madre) le cuenta el típico rollo que avergonzaría a su hija adolescente, «pues mire, sr. agente,  resulta que el uniforme del colegio de mis hijas tiene chándal,  con pantalón corto y pantalón largo…(el policía resopla) y ahora con esto del covid, no se pueden cambiar y además les tienen con la ventana abierta (el policía intenta hablar y la señora aumenta el tono de voz) ¡pasan un frío horrible! así que necesito comprar, para los días de «educa» pantalones largos y sólo los venden allí. (La señora señala la puerta de los grandes almacenes que tiene justo a 20m).
A partir de esta calle el distrito está confinado, señora, y no puede pasar así que busque usted otro sitio.
A ver, a ver que yo me entere. Me dice usted que como hay un virus terrible en el ambiente, para evitar que mis hijas se cojan una neumonía puede que por un neumococo, que también existe aunqueno lo parezca, tengo que atravesar la ciudad en metro (donde no hay confinamiento alguno) meterme en un complejo cerrado, lleno de gente, donde me pierdo porque es como una ciudad, y comprar lo que puedo comprar allí (señala con el dedo).
Sí (contesta el poli)
¿Usted entiende que eso es una gilipollez o soy yo la que lo ve, por mi condición de «negacionista»?
Señora yo me limito a hacer mi trabajo….
 
Y como esto, todo…
Y que Simón (así a secas) nos vuelva a decir que no merece la pena publicar la lista del nuevo o viejo, qué más da, «comité de expertos» que ha recomendado el nuevo estado de alarma es de tenerlos cuadraos. Pero tanto ellos, porque ni un atisbo de rubor al pronunciar esas palabras, como el pueblo español los tiene cuadraos, principalmente los jóvenes, porque traga lo que le echen con obediencia y docilidad «ejemplar».
 
6 meses, 6, oye. 6 meses, 6. Y si dice 6 años,  pues sea, total si nuestra economía está ya herida de muerte…nosotros atentos a los perímetros de las calles y municipios, de vez en cuando un numerito en el parlamento (48 horas distraídos y reafirmándonos en nuestros colores, insultando a los otros no tiene precio como terapia, aunque todo el mundo supiera desde julio cómo iba a terminar la miniserie «La Moción»…Casado nos «hizo spoiler» en verano…), numeritos y neolengua -fundamental-: señores, señores, tranquilos por el amor del Ser Supremo de la diversidad, la pluralidad y la perspectiva de género, no se impone toque de queda, ¡qué ocurrencia!, acuñemos nuevos términos para la Nueva Normalidad, se «recomienda encarecidamente» estar a una hora determinada en sus domicilios….restricciones en la movilidad. 
 
Lo de las reuniones de no más de 6 la gente lo aplaude, ¡de verdad!, puede que sea la última Navidad (que es cuando las familias hacen el esfuerzo de trasladarse y reunirse por tradición) con padres o abuelos , oye y que a la gente le parece fenomenal. Supongo que habrá que acuñar un nuevo término para no decir «te vamos a separar de tus seres queridos y tú lo aplaudes como un parguela»….
6 meses, 6 mientras nuestro turismo, hostelería y todo el engranaje (productores , proveedores,  transportistas …) está en sus últimos estertores y España calla y pasa por delante del cadáver que da saltos y grita de dolor. Y mira a otro lado.
Señores, morimos pero recordad: hasta el nueve de mayo, no nos quitamos el sayo. Lo dice el NCEA, el nuevo comité de expertos anónimos.

Autor

REDACCIÓN