Lo que quiere la España Nacional es un gobierno Ayuso-Abascal. Por Julio Merino

Si fuera verdad lo que usted dice, que Dios se apiade de sus votantes que no saben ni lo que hacen al ir a votar (trampa demoníaca para arrastrar a los votantes al infierno por apostasía).
Ayuso: abortista declarada en la SER y «pro vida» en TRECE en una misma campaña. Su fiabilidad es nula. Confiar en esta sujeta es como confiar en satanás. Con ella en el poder serán exterminados decenas de miles de niños y niñas no nacidos. Ya ni se molesta en mentir como Rajoy al respecto en los medios rojos.
Abascal: bígamo reconocido como tantos y tantos moros del falso profeta Mahoma. Si no se es fiel en lo más importante, ¿será fiel a España?. Su partido, que pudo haber engañado a muchos sensatos, se encamina hacia su completa extinción con todo merecimiento, pues sus votantes se resisten a ser esclavos de la mentira y penalizan, a diferencia de los esclavos rojos, a los partidos cuando constatan que trabajan para el Mal. Por cierto, NO es de «extrema derecha» ni en sueños. De ultra extrema derecha era la FET de las JONS, el NSDAP, el Fascismo, etc., pero no un partido como el del genocida borracho Winston Churchill o el del no menos genocida D. Eisenhower. Ya ni los historiadores pueden ocultarlo.

Gracias a Dios cada vez más gente sensata en España se da cuenta del horrible pecado contra Cristo que supone ir a votar (independientemente de a quién se haga), acto de apostasía mucho más grave que la exigencia de los emperadores romanos de ser adorados como «dioses» so pena de ser asesinados (martirizados en el caso de los cristianos). El voto no es obligatorio, luego no hay excusa que valga o autojustificación protestante, pero su comisión implica infierno por ser aficionado a la mentira (véase Ap 21, 8 sin ir más lejos. Dios no bromea. Ojo con esto). La hipocresía, profesión del político, está condenada por Jesucristo Nuestro Señor incluso con toda nitidez (capítulo 23 del Evangelio de San Mateo entero). No hay excusas para que parte de la población quiera el mal de España. O sobrevive España, o sobrevive la democracia. No ambas.

A nadie engaña ya que la derecha (liberales, conservadores o liberal-conservadores) no son más que los empresarios que contratan, alimentan, nutren, fortalecen y enaltecen cada vez más a los rojos (izquierdistas, progresistas, socialistas, comunistas, anarquistas, etarras, republicanos catalanes antiespañoles, etc.), cada vez más enrabietados y sedientos de venganza revolucionaria y sangrienta.
La derecha no puede vivir sin la izquierda, de lo contrario perderían todas sus riquezas materiales, todas sus empresas, todos sus negocios lucrativos. Suprímase a los rojos de las empresas, suprímase a la clientela roja de todo tipo de empresas y negocios, y la economía volverá a la de los beduinos del desierto. Los derechistas necesitan a los rojos para que sus empresas, por muy multinacionales que sean, sobrevivan y no vayan a la quiebra y la disolución. Los derechistas necesitan a los izquierdistas rojos, lo quieran o no, luego no pueden obrar contra ellos, sino justamente a favor, cediéndoles cada vez más y más y más. Los necesitan como empleados, como clientes, como usuarios de sus negocios y como garantes de su propiedad privada y privilegios. Si a los rojos les diera por no trabajar para los derechistas, no sobrevive ni una sola empresa de la economía. Y lo sabe todo el mundo, aunque lo calle como la puta calla lo que hace con su cliente. Así que no vengan con la falacia extrema y sostenida hasta la saciedad que izquierda y derecha están enfrentadas, que es la mentira más grande que el demonio ha propagado. Nunca jamás estuvieron realmente enfrentadas. Que se desengañe todo el mundo, derecha e izquierda son uña y carne, colaboran, comparten trabajo, actividad, negocio y finalidades. No pueden vivir una sin la otra, se profesan plena dependencia, por mucha fanfarria mediática que propaguen por toda nación. Ni PP, ni VOX, ni Republicanos, ni Conservadores, ni nada de nada en ningún lugar, se opone al socialismo y al comunismo. Al revés, no paran de alimentarlo. Lo inflan sin parar, como Kerenski nutrió hasta el extremo la revolución abriéndole paso a Lenin. Sin rojos no hay riqueza para los accionistas de las empresas y lo sabe hasta el más «antimarxista». China es la garantía de la riqueza conservadora. Por eso no pueden ser adversarios, imposible. Tan enemiga es la derecha de la izquierda como Donald Trump o cualquier otro líder conservador lo es de Xi Lin Ping y el PCCh. Tan enemiga es la derecha conservadora del comunismo como Winston Churchill y Eisenhower lo eran de Stalin. Tan enemiga era y es la derecha conservadora o liberal (mero nominalismo derechista) del comunismo, el socialismo y el anarquismo, como «enemigos» eran Gil Robles, Alcalá Zamora, Portela Valladares, Alejandro Lerroux, Goicoechea, conde de Romanones, etc. por un lado, y Largo Caballero, Negrín, Prieto, Pasionaria, Carrillo, Azaña, etc. por otro. Tal para cual. El demonio finge lucha entre sus vástagos para engañar a los justos.