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La Ley Orgánica 2/1986 de 13 de Marzo de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad expresa en su preámbulo:

Novedad a destacar es el significado que se da al principio de obediencia debida, al disponer que la misma en ningún caso podrá amparar actos manifiestamente ilegales ordenados por superiores, siendo también digna de mención la obligación que se impone a los miembros de las FFCCSE de evitar cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral”

Para mayor abundamiento, el capítulo II sobre los principios básicos de actuación de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad impone en su artículo 5-1(a:

Ejercer su función con absoluto respeto a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”.

El lector ya habrá intuido que este preámbulo legislativo sirve de prologo a la crítica por la más que dudosa forma de proceder de los agentes en cumplimiento de unas órdenes superiores dadas con claro abuso de poder, adoptando medidas extremas, escudándose en la sobre interpretación de las competencias que se atribuyen al Poder al amparo del Estado de Alarma.

Todos hemos leído comentarios de muy cualificados juristas, visto imágenes de en la forma de actuar y anuncios de sanciones desmedidas en muchos casos, contra los ciudadanos con la excusa de mantener un extralimitado Estado de Alarma, pero el motivo de esta reflexión solo se refiere a lo sucedido y transcendido con ocasión de la actuación de la Policía por el hecho de que ciudadanos portaran la Bandera de España en sus vehículos.

La explicación para dicho abuso de poder, era la posibilidad de que se realizara una manifestación que había sido prohibida por el Delegado del Gobierno en Madrid sin otra razón legal que la prepotencia de dicha Autoridad o su Ministro. De hecho el día anterior se había producido otra de similares características en Zaragoza con la única diferencia de que ésta era una actividad sindical con banderas republicanas y la de Madrid reclamaba la dimisión del Gobierno socialcomunista limitador de libertades y con la Bandera de España como símbolo.

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La situación de acoso con el consiguiente desasosiego que tuvieron que sufrir nuestros compatriotas por exhibir nuestra Enseña Nacional junto a la amenaza de una sanción por la orden abusiva del Delegado del Gobierno y el incumplimiento por parte de los agentes de lo claramente dispuesto en la Ley arriba mencionada, me llevan a escribir estas lineas reprobatorias.

Volviendo a la Ley 2/1986, “La Seguridad Pública es competencia exclusiva del Estado, su mantenimiento corresponde al Gobierno de la Nación”. El Gobierno no es por si solo el Estado pese al lenguaje de eufemismos y el neologismo ideológico imperante con los que se trata de confundir conceptos como País, Gobierno, Nación, nacionalidades Estado español, Estado….etc. Según nuestra Constitución el Estado, además de su Jefatura encarnada por S.M. El Rey, está constituido por tres Poderes que deberían ser independientes para conformar un Estado de Derecho: Poder Judicial, Poder Legislativo y Poder Ejecutivo, controlándose todos ellos entre sí para que todos cumplan su juramento o promesa de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las Leyes que de ella se derivan. El Gobierno es el encargado de ejercer el Poder Ejecutivo y mantener la Seguridad pública entre muchos más cometidos. Siempre dentro de la Ley que es la que está por encima de todos los Poderes en una auténtica Democracia.

Por todo ello, las FFCCSE a la hora de actuar deben tener muy presente que :

La razón que determina el particular relieve con que la Ley resalta la promesa o juramento de acatar y cumplir la Constitución por parte de los miembros de todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad no constituye un mero trámite o formulismo sino un requisito esencial constitutivo de la condición policial y al mismo tiempo símbolo o emblema de su alta misión”.(Ley 2/1986)

Hace años dejé escrito en el blog del General Dávila, un pensamiento sobre “La neutralidad del soldado”. Ahora les pido a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que nos cuidan y protegen contra todo delito que nos amenaza y que sienten el calor y el afecto de todos los españoles cuando nos concentramos bajo los pliegues de nuestra Bandera mientras ellos vigilan el acto sin ningún problema, que asuman la difícil tarea, a la que también se enfrentan los soldados, de cumplir su cometido siempre y por encima de todo de acuerdo con la Ley.

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En consecuencia, ante sucesos como los incidentes ocurridos el pasado día 3 con nuestra Bandera por ser el símbolo que representa a nuestra Patria, el mismo que luce en sus uniformes y en sus vehículos, el que ha cubierto los féretros de tantos compañeros caídos en acto de servicio, les ruego que no caigan en trampas ideológicas además de ilegales y recuerden la siguiente cita:

Un País que oculta su Bandera tiene poco futuro y un partido político que la odia menos aún”

Autor

REDACCIÓN