20/09/2024 17:34
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En el momento de dar inicio a estas líneas faltan escasas horas para las 08:00 en Nueva York (15:00 en España) momento en que el ataque terrorista sobre la primera torre del World Trade Center ya se había producido y faltaban escasas horas para que se conociesen los  ataques sobre El Pentágono y sobre el avión de American Airlines. De estas acciones coordinadas, con el resultado de casi 2000 muertos han pasado 21 años.
En un contexto internacional de »pseudo Guerra Fría» y en el que los servicios de inteligencia anglosajones y el Mossad están señalados como autores intelectuales del asesinato (bajo apariencia ucraniana) de una periodista rusa, el periodista y analista de inteligencia Wayne Madsen señala que el 11S fue una acción terrorista coordinada por los servicios de inteligencia exterior »De su Británica Majestad» (cuya muerte se dio a conocer anteayer) el MI6, junto al Mossad, uno de los servicios de inteligencia del Estado de Israel. 
El MI6 informó en febrero de 2002 (en Comisión Secreta cuyos resultados han sido filtrados recientemente) que el Mossad (mediante sus operativos infiltrados en la CIA) dirigió las células de secuestradores que luego fueron culpadas, por la Comisión del 11S del Gobierno de los EE. UU., de llevar a cabo los ataques aéreos contra el World Trade Center y El Pentágono. 
Wayne ha recibido detalles del informe de inteligencia británico, al que hemos tenido acceso parcial, y que
fue suprimido por el Gobierno del entonces Primer Ministro Tony Blair con la expresa dirección del Gabinete de la Reina Isabel II y sus asesores especiales Rothschild. 
La unidad del Mossad estaba compuesta por seis judíos nacidos en Egipto y Yemen que tomaron contacto con
las células de «Al Qaeda» en Hamburgo (la célula Atta-Mamoun- Darkanzali) en el sur de Florida y Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos, en los meses previos al 11 de septiembre. 
El Mossad no sólo tenía el control de dichas células (crías suyas realmente y del MI6-CIA) sino que comenzó a darles órdenes específicas que finalmente culminarían con su embarque en cuatro vuelos regulares con origen en Boston, Washington Dulles y
Newark, en Nueva Jersey el 11S. 
El equipo de »infiltración» del Mossad estaba compuesto dos células de tres agentes, quienes recibieron entrenamiento especial en una base del Mossad en el desierto del Negev para el futuro control y manejo de las células de «Al Qaeda». Una célula del Mossad viajó a Ámsterdam, donde se sometió al
control operativo de la Estación Europa del Mossad, que opera desde el complejo de la aerolínea israelí El Al,
en el Aeropuerto Internacional de Schiphol. 
La unidad de tres hombres del Mossad luego viajó a
Hamburgo donde se puso en contacto con Mohammed Atta, quien creía que habían sido enviados por Osama Bin Laden. 
De hecho, fueron enviados por Ephraim Halevy, el jefe del
Mossad con estrechos contactos con la familia Bush y el Partido Republicano de los EEUU por medio del Comité Judío Americano. 
El segundo equipo de tres hombres del Mossad voló a Nueva York y luego al sur de
Florida donde comenzaron a dirigir las células de «Al Qaeda» que operaban desde
Hollywood, Miami, Vero Beach, Delray Beach y West Palm Beach.
La inteligencia francesa determinó que otros agentes del Mossad judíos nacidos en Egipto y Yemen se infiltraron en Sharjah, en los EAU, como miembros radicales de la Hermandad Musulmana. Sin embargo, los agentes de la «Hermandad Musulmana», en realidad estaban involucrados en el suministro de fondos israelíes encubiertos para las actividades de «Al Qaeda». 
El 21 de febrero de 2006, Wayne ya informó sobre el despido del Secretario del Tesoro de EE. UU. por parte del presidente Bush debido a información descubierta en
Cuentas de «Al Qaeda» en los Emiratos Árabes Unidos: 
«Personas de la banca en Dubái informan que en marzo de 2002, el Secretario del Tesoro de EE.UU., Paul O’Neill, visitó
Dubái y pidió documentos sobre una transferencia de dinero de $109.500 desde Dubái a una cuenta conjunta mantenida por los secuestradores Mohammed Atta y Marwan al Shehhi en Sun
Trust Bank en Florida». Todo apunta a que esta fue una acción de George Bush para ocultar su conocimiento de la Operación 11S.
O’Neill también pidió a las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos que cerraran las
cuentas utilizadas por Al Qaeda. 
Los Emiratos Árabes Unidos se quejaron de las demandas de O’Neill
a la Administración Bush. La presión de O’Neill sobre los Emiratos Árabes Unidos y los saudíes contribuyó a que Bush finalmente lo despidiera como Secretario del Tesoro en diciembre de 2002.
O’Neill también tropezó  con el Mossad de la «Hermandad Musulmana», operativos que operaban en los EAU y que dirigían fondos a «Al Qaeda».
Los falsos miembros de la Hermandad Musulmana del Mossad de Egipto y Yemen controlaban el financiamiento de «Al Qaeda» a través de las cuentas de HSBC en
Sharjah. 
Dominik Suter del Mossad también trató con HSBC en los Estados Unidos.
El principal agente antiterrorista del FBI que investiga a Al Qaeda, John O’Neill se dio cuenta de que los mecanismos de financiación «únicos» de Al Qaeda eran en realidad judíos y sionistas.
No fue un error que a O’Neill se le asignara el puesto de Director de Seguridad del World
Trade Center la víspera del ataque. O’Neill pereció el 11S.
Es frecuente que el Mossad utilice a judíos nacidos en países árabes o de apariencia árabe (un buen diplomático americano me dijo en una ocasión: »no olvides que ellos son árabes») para hacerse pasar
por árabes. 
A menudo llevan pasaportes falsificados o robados de países árabes o naciones de Europa que tienen grandes poblaciones de inmigrantes árabes, particularmente
Alemania, Francia, Gran Bretaña, Dinamarca, Suecia y los Países Bajos. Ahora también de Venezuela, Colombia y México. 
Para el Mossad, la exitosa operación terrorista de «bandera falsa» del 11S fue un
éxito que superó las expectativas. 
La Administración Bush, respaldada por el
Gobierno de Blair, atacó y ocupó Irak, depuso a Saddam Hussein y
aumentó la presión sobre los otros adversarios de Israel, incluidos Irán, Siria, Pakistán, Hamás y Hezbollah. 
Los israelíes también vieron que EE. UU., Gran Bretaña y la ONU comenzaba a tomar medidas enérgicas contra el negocio de diamantes chiítas libaneses en
la República Democrática del Congo y África Occidental, y con ello, la logística contrasionista quedaba dañada. 
El apoyo brindado por las compañías de aviación resultó en mano libre
para que Tel Aviv se involucrara en negocios ilícitos de todo tipo como narcotráfico, trata de blancas y pedofilia, Jeffrey Epstein era uno de sus operativos. 
El entonces Ministro de Finanzas israelí, Binyamin Netanyahu, comentó sobre los
ataques del 11S en CCN, poco después de que ocurrieran: 
«¡Es
muy bueno!» 
Con ello, Netanyahu, hizo estallar la tapadera del Mossad como autores intelectuales del 11 de septiembre. 
Nuestro admirado Wayne Madsen, como hemos dicho al principio de este artículo, es un periodista de investigación, autor de muy serios y documentados análisis de inteligencia y columnista con sede en Washington, DC. Es compañero habitual en Russia Today y comentarista frecuente de política y seguridad nacional en Fox News y
en ABC, CBS, CNN, BBC y  Al Jazeera. 
Fue invitado a testificar  ante la Cámara de Representantes de EE. UU., el Tribunal Penal Internacional de la ONU para Ruanda y en un panel de investigación especial sobre terrorismo del
Estado francés.
Su lealtad y patriotismo se consolidaron formando parte del Equipo Trump y de Q, asesorando a sus miembros en todo el mundo. Es un verdadero honor contar con su ayuda e inteligencia.

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Daniel Ponce Alegre
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