21/09/2024 05:29
Getting your Trinity Audio player ready...

Este es un tema muy controvertido donde no hay un texto claro sobre ello, tanto es así que vale la pena dar unas ideas básicas aunque no haya una respuesta clara ni única en absoluto.

Y en cambio hay muchos malos entendidos y desde luego errores sobre ello.

El primero problema es confundir la propaganda de guerra con intenciones políticas.

Por ejemplo: La propaganda en el Reich sobre Inglaterra o Francia cambió totalmente varias veces.

Primero debido a su apoyo al tratado de Versalles se reflejan críticas en el ‘Mi Lucha’, luego Hitler tenía y mostró una franca simpatía con Inglaterra, y deseaba una alianza con ellos… luego en 1939 cambió totalmente con la guerra, no se iban a recordar las propuestas positivas mientras los soldados se mataban. No se trata de posiciones ideológicas sino de posiciones políticas del momento.

Cuando el Canciller del Reich Adolf Hitler en 1935 renunció definitivamente a toda reivindicación sobre la disputada región de Alsacia-Lorena, un posible punto caliente con Francia se acabó para siempre.

Pasa algo similar, aunque en parte diferente, con el tema de Rusia y los eslavos.

Todo se inicia con Polonia, que tras los pactos de Munich era el único tema conflictivo restante del Tratado de Versalles, pues había partes del Reich sin conexión territorial y otras que eran incluso independientes, como la ciudad-estado de Danzing (declarada “ciudad libre”, con la prohibición de unirse a Alemania). Prusia Occidental permanece como parte de Alemania, pero está aislada del resto de la nación. Para colmo una buena parte de población alemana estaba ahora en territorio polaco cedido por Versalles. Las relaciones fueron relativamente positivas mientras gobernó Polonia el Mariscal Jozef Pilsudski, gran amigo de Hitler.

La solución más aceptable era un pacto polaco-germano de comercio y un pacto de movilidad (un corredor con Prusia Oriental), puesto que una solución total implicaba la guerra.

LEER MÁS:  La Armada y la Virgen del Carmen. Por el General Chicharro

El sector belicista de Inglaterra estaba indignado con el Tratado de Munich que había evitado la guerra y solucionado varios de los problemas de Versalles con sus repartos infectos de territorios alemanes. Así que la situación de Polonia era ideal para generar un problema al Reich.

Tras la muerte del Mariscal Jozef Pilsudski, se produjo la ruptura deseada por los sionistas y belicistas. El nuevo dirigentes polaco Edward Smigly-Rydz desde 1935-39, deseaba restaurar el viejo Imperio Polaco de 1569-1795, en territorios que hacía mucho que estaban privados de población polaca (los Estados Bálticos, Ucrania, Bielorrusia, Checoslovaquia y la Prusia alemana).

Con tal fin, y con el apoyo del sector belicista inglés y francés (bajo control judío), Smigly inició una campaña de agresiones intimidatorias y de anexiones a la fuerza, y actuaciones genocidas contra población alemana en Polonia.

Pero lo importante en este texto es mostrar que no hubo posición anti eslava contra Polonia sino una situación territorial absurda.

¿LOS CAMBIOS DE PLANES?

Hasta que el tema polaco no tomó una dirección imposible de solucionar pacíficamente, ni Hitler ni el Reich ni el nacionalsocialismo tuvo ningún plan anti eslavo. La idea fue siempre solucionar políticamente los desastres de Versalles en Polonia.

Pero cuando la vía pacífica se volvió imposible y las agresiones polacas a la población alemana en Polonia tomaron un rumbo genocida, todo iba a cambiar.

Primero Hitler cayó en la trampa de los sionistas y capitalistas ingleses y franceses que deseaban la guerra y necesitaban una excusa.

Segundo hubo un cambio de actitud ante los territorios del Este, y este tema fue muy debatido, hubo nazis muy partidarios de esa idea expansiva algo anti eslava, otros en absoluto, solo una expansión parcial en la zona antigua alemana.

La conquista de Polonia acentuó la idea expansiva en algunos medios del Reich, por derecho de conquista, pero ello iba en realidad contra la ideología Nacionalsocialista que respeta a cada pueblo y no desea territorios con pueblos diversos en un Estado.

LEER MÁS:  Balas de atrezo. Por Eduardo García Serrano

La posición respecto a Rusia en cambio nunca tuvo una idea expansiva sino un combate contra el comunismo.

El pacto germano-soviético fue solo una protección contra un ataque ruso unido al anglo-francés, con el que se pretendía evitar que Inglaterra y Francia tuvieran más fácil tomar medidas contra el Reich por el ataque futuro a Polonia. Un error, Polonia era solo la excusa, la guerra era deseada por el capitalismo a todo precio.

Toda la propaganda anti soviética estuvo siempre centrada en el comunismo y sus acciones contra países limítrofes (bálticos, Finlandia, Ukrania, etc), no por problemas territoriales, no había conflictos entre el Reich y la URSS por temas de territorios.

Sin duda la guerra generó una cierta propaganda anti eslava en su inicio. Y aunque más tarde cambio para tratar de generar un anti comunismo eslavo en Ukrania y Rusia favorable al Reich, esta posición tuvo muchas reticencias lamentables de supremacistas germanos, que costaron muy caro al Reich.

Total, no hubo una planificación expansiva territorial fuera de la ocupación de parte de Polonia, que si era expansiva de Alemania. En el tema de la URSS todo fue querer derrotar al comunismo y lograre una Rusia anti comunista.

Pero sin duda hubo un error supremacista en parte de los nacionalsocialistas alemanes, que debe considerarse contrario a nuestra ideología y ética.

El supremacismo y la xenofobia son errores absolutamente contrarios a nuestra ideología racista nacionalsocialista.

Autor

Avatar
REDACCIÓN